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KnoWhy #725

¿Por qué es importante la voz característica de Jacob?

abril 11, 2024
KnoWhy #725
Imagen que ilustra múltiples palabras teológicas en referencia a la voz de Jacob
Imagen por Central de las Escrituras
“Por tanto, yo, Jacob, les hablé estas palabras, mientras les enseñaba en el templo, habiendo primeramente obtenido mi mandato del Señor”.
Jacob 1:17

El conocimiento

El Libro de Mormón, al igual que la Biblia, es un compendio de texto inspirado escrito por varios autores a lo largo de siglos. Por lo tanto, aunque Mormón es el compilador principal y aunque el texto del libro fue recibido en los días modernos a través de una traducción inspirada, el libro incluye las voces distintas de docenas de personas. Aunque Dios habló a través de todos estos profetas, las identidades lingüísticas y las personalidades de cada uno permanecen en gran medida intactas, únicas y reconocibles para los lectores del Libro de Mormón1.

Estas voces únicas del Libro de Mormón se han analizado mediante métodos lingüísticos conocidos como estilometría (también llamados estudios de impresión de palabras)2. Se ha recurrido a estas mismas técnicas para identificar a autores desconocidos de libros, cartas y otra literatura e incluso para detener a criminales como el Unabomber3. Los estudios estilométricos han demostrado que el Libro de Mormón fue escrito por múltiples autores que muestran una impresionante diferenciación de estilo en comparación con los personajes de ficción de la literatura del siglo XIX4.

Varios eruditos, entre ellos John Hilton III y John S. Tanner, han señalado que el profeta Jacob, el segundo autor de las planchas menores, se destaca particularmente como una voz única entre los autores del Libro de Mormón5. Aunque sus palabras representan solo alrededor del 3 por ciento del texto del Libro de Mormón, Jacob es la séptima “voz más frecuentemente escuchada” en el Libro de Mormón6. Es particularmente noble (1) sus usos del nombre de Dios, (2) su lenguaje emocional y (3) sus frases únicas.

El nombre de Cristo le fue revelado a Jacob por un ángel, por lo que es probable que utilizara los nombres divinos intencionadamente7. Hilton, basándose en John W. Welch, ha señalado algunos de los títulos que Jacob utiliza y enfatiza8. Jacob utiliza Creador más que ningún otro autor y representa un tercio de los usos de Hacedor. Welch sugiere que el énfasis de Jacob en la función creadora de Dios y los temas de la impureza, la culpa y las vestiduras de justicia podrían ser resultado de su participación sacerdotal en el templo y sus representaciones implícitas de la Creación9. Jacob también usa el título divino Santo de Israel más que cualquier otro autor del Libro de Mormón, y usa el título Dios en lugar de Señor mucho más que Nefi10. Estos patrones ayudan a distinguir la voz sacerdotal de Jacob y muestran su coherencia de estilo en comparación con los escritos de otros autores.

Otro aspecto de la expresión de Jacob que resulta evidente para el lector es su fuerte vocabulario emocional11. Hilton ha señalado que “las variadas experiencias de Jacob pueden estar relacionadas con la dualidad de su expresión, que es severa y tierna a la vez, que reprende con valentía a la vez que testifica con amor e invita”12. El uso que hace de las palabras gran afán (en inglés “anxiety”/ansiedad), delicado, desprecio, espanto, sollozos, contrista, apena, afligir (solo “grieve” en inglés) y solitario ilustran su vocabulario emocional, al igual que el uso que hace de herir, traspasar y puñales en un sentido emocional y espiritual13.

El carácter distintivo de la expresión de Jacob puede apreciarse en su discusión teológica, ya que “los escritos de Jacob también se centran sistemáticamente en varios temas favoritos”14. Su naturaleza tierna y severa se manifiesta en este ámbito. Y más allá de sus temas favoritos, Jacob también tiene frases favoritas que aparecen repetidamente en sus escritos, sobre todo en algunos de sus dichos más severos. Jacob proporciona más de la mitad de los diez usos de fuego y azufre del Libro de Mormón, la mitad de los seis usos de tormento sin fin y la mitad de las seis menciones de los ángeles del diablo15. Utiliza la palabra terrible o sus derivados (terribles consecuencias, lo terrible de ceder, el monstruo terrible del pecado y la muerte y, especialmente, la terrible culpa) trece de las cuarenta y nueve veces del Libro de Mormón16.

Las vívidas descripciones que hace Jacob del castigo de después de la muerte enfatizan la importancia positiva de la expiación de Cristo y de los deseos de Jacob de salvar a otros de ese sufrimiento17. Utiliza la frase amados hermanos más que los otros autores, enfatizando siempre su amor por su audiencia18. Tres veces utiliza la frase poder de la resurrección y también se refiere a lo que le costó a Jesús llevarla a cabo: Su gran condescendencia y el sufrimiento en la cruz (en inglés, “pena de la cruz”19. “Jacob fue un poderoso testigo personal del Redentor anticipado, que fue su tema más destacado”20. Conocer el sacrificio de Jesús por nosotros en esta perspectiva resulta agradable, una palabra que Jacob utiliza seis veces para describir la palabra de Dios e incluso el tribunal de Dios21.

El porqué

Reconocer la huella estilística de Jacob sirve a los lectores actuales de muchas maneras. John Hilton ha observado que la coherencia de la expresión de Jacob es especialmente impresionante debido a los veintitrés capítulos que median entre el discurso de Jacob en 2 Nefi 6-10 y el comienzo del libro de Jacob. Estas transiciones de sus expresiones atestiguan la realidad de un Jacob histórico, un Libro de Mormón histórico y la realidad de la doctrina del Libro de Mormón:

Es particularmente notable cuando los patrones de las palabras de Jacob se mantienen a través de su discurso en 2 Nefi 6, 9-10 y el libro que lleva su nombre. Debido a que casi cuarenta páginas de texto separan 2 Nefi 10 de Jacob 1, podríamos esperar que el texto de 2 Nefi 6, 9-10 estuviera más cerca de la forma de expresar de Nefi en 2 Nefi 4-5, 11 que del libro de Jacob. Sin embargo, en varios casos la expresión distintiva de Jacob puede oírse en ambas perícopas, lo que sugiere que, de hecho, Jacob fue un autor distinto de Nefi22.

John Tanner concluyó de forma similar: “Me resulta inconcebible que José Smith pudiera haber inventado una diferencia de estilo tan sutil para Jacob y luego acordarse de utilizarla tantos capítulos después mientras dictaba rápidamente la traducción”23.

Además, escuchar la propia voz de Jacob también aumenta la riqueza narrativa de la vida y la personalidad de Jacob. Su peculiar uso de las expresiones “confirma el retrato del hombre que emerge de la narración”. La historia, el estilo y el tema revelan que Jacob, el hijo de Lehi de la tribulación, se convirtió en un poeta-profeta, predicador, escritor y poderoso testigo de Jesucristo sensible y eficaz”24.

Resulta especialmente fácil para los lectores ver por qué Jacob hablaba de la forma en que lo hacía y sentir el poder de lo que hablaba cuando se observan los desafíos a los que se enfrentaba25. Jacob nació durante los viajes de su familia por el desierto, soportó el abuso de sus hermanos cuando solo era un bebé y sintió profundamente su identidad como israelita exiliado. Vivió más que su hermano Nefi y tuvo que soportar y aguantar la avaricia, la lujuria y las falsedades anticristianas de los nefitas. Fue testigo de guerras. Su padre Lehi acertadamente le dio una bendición paternal sobre la oposición, algo con lo que Jacob estaría familiarizado toda su vida.

Tanner ha observado que “la larga aflicción parece haber hecho a Jacob más sensible espiritualmente”26. Sin embargo, el ablandamiento espiritual a través de las pruebas no es de ninguna manera automático; después de las guerras en Alma, “por motivo de la sumamente larga continuación de la guerra entre los nefitas y los lamanitas, muchos se habían vuelto insensibles por motivo de la extremadamente larga duración de la guerra; y muchos se ablandaron a causa de sus aflicciones, al grado de que se humillaron delante de Dios” (Alma 62:41; énfasis añadido).

Por lo tanto, la sensibilidad de Jacob puede haber perdurado porque eligió aceptarla como valiosa a pesar de sus sufrimientos, en lugar de volverse impetuoso o frío. Él dijo: “Y también me apena tener que ser tan audaz en mis palabras relativas a vosotros, delante de vuestras esposas e hijos, muchos de los cuales son de sentimientos sumamente tiernos, castos y delicados ante Dios, cosa que agrada a Dios” (Jacob 2:7; cursiva añadida). Los lectores de hoy en día pueden esforzarse por permanecer igualmente tiernos de corazón a pesar de la oposición, ayudándose a sí mismos y a los que les rodean a conservar su sensibilidad espiritual y emocional y a no perder “toda sensibilidad” o “dejar de sentir” (1 Nefi 17:45; Moroni 9:20).

Las repetidas expresiones de Jacob de sus fuertes sentimientos y ansiedades también ayudan a revelar la experiencia universal de los desafíos de salud mental27 Incluso el profeta Ammón informó estar deprimido (Alma 26:27). Las dificultades con la salud mental y emocional son una experiencia omnipresente a lo largo de la historia de la humanidad, incluso entre los profetas elegidos por Dios28. La honestidad emocional de autores como Jacob nos ayuda a conectar con ellos y a entenderlos como personas reales; la realidad emocional de sus experiencias humanas hace que su testimonio y sus enseñanzas sean aún más poderosas. C. Terry Warner dijo: “De lo que sabemos [de Jacob], surge la imagen de un pastor de su pueblo que también nos amó a nosotros, los santos de los años futuros, y que por ese amor suscita nuestro amor por él”29. Como ha resumido Hilton:

Finalmente, el poder de identificar la expresión distintiva de Jacob puede no estar en su valor apologético, sino más bien en su descripción de un profeta fiel. Conoció tanto la agonía como el abuso. … Sabía lo que era sufrir, orar, trabajar y curar. Conoció, en parte, lo que muchos de nosotros experimentamos hoy. La voz de Jacob habla a los que han sufrido y señala al Salvador como fuente de curación30.

Otras lecturas

John Hilton III, Voices in the Book of Mormon: Discovering Distinctive Witnesses of Jesus Christ (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2024), 25–40, 131–150.

John Hilton III, “Jacob: A Distinctive Book of Mormon Author”, en Jacob: Faith and Great Anxiety, ed. Avram R. Shannon y George A. Pierce (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2024), 1–18.

John S. Tanner, “Jacob, Son of Lehi”, en Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 2:713–14., ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 2:713–14.

1. John S. Tanner, “Literary Reflections on Jacob and His Descendants”, en The Book of Mormon: Jacob through Words of Mormon, To Learn with Joy, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate (Provo, UT: Religious Studies Center, 1990), 253: “No creo que la coautoría de Dios erradique normalmente la voz de un individuo, ya que el Señor habla a través de sus siervos ‘en su debilidad, según su manera de hablar, para que alcanzasen entendimiento’ (DyC 1:24). Por lo tanto, podemos distinguir el discurso inspirado de Jeremías del de Oseas, el de Mateo del de Marcos, el de Pedro del de Pablo y el de una Autoridad General del de otra”.
2. John Hilton III, Voices in the Book of Mormon: Discovering Distinctive Witnesses of Jesus Christ (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2024), 5–10. El primer análisis de impresión de palabras del Libro de Mormón fue Wayne A. Larsen, Alvin C. Rencher y Tim Layton, “Who Wrote the Book of Mormon? An Analysis of Wordprints”, BYU Studies Quarterly 20, no. 3 (1980): 225–251. Para una revisión de estos estudios, consulte Central de las Escrituras, “Evidencia del Libro de Mormón: Estilometría”, Evidencia #0272 (noviembre 22, 2021).
3. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 6, cuenta la historia de cómo su abuelo utilizó el análisis estilístico para ayudar a detener al Unabomber. Para conocer la entrevista, véase “This FBI Investigation May Prove Joseph Smith Didn’t WRITE the Book of Mormon | John Hilton III”, interview by Stephen Jones, Let’s Get Real, video y MP3, 57:20, febrero 1, 2024.
4. Central del Libro de Mormón, “¿Qué nos puede enseñar la estilometría acerca de la autoría del Libro de Mormón? (Jacob 4:4)”, KnoWhy 389 (julio 5, 2018); Central de las Escrituras, “¿Es posible que un solo autor haya escrito el Libro de Mormón? (2 Nefi 27:13)”, KnoWhy 399 (julio 25, 2018); Central de las Escrituras, “ Evidencias del Libro de Mormón: Estilometría”, evidencia #0272 (noviembre 22, 2021).
5. John S. Tanner, “Jacob, Son of Lehi”, en Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 2:713–714; John S. Tanner, “Jacob and His Descendants as Authors”, Rediscovering the Book of Mormon (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies [FARMS], 1991), 52–66; Tanner, “Literary Reflections”, 251–269; Hilton, Voices in the Book of Mormon, 25–40, 131–150; John Hilton III, “Jacob: A Distinctive Book of Mormon Author”, en Jacob: Faith and Great Anxiety, ed. Avram R. Shannon y George A. Pierce (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2024), 1–18.
6. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 26, 29.
7. Central del Libro de Mormón, “¿Por qué un ángel habrá revelado el nombre de Cristo a Jacob? (2 Nefi 10:3)”, KnoWhy 36 (febrero 14, 2017).
8. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 29–31; John W. Welch, “Ten Testimonies of Jesus Christ from the Book of Mormon”, A Book of Mormon Treasury: Gospel Insights from General Authorities and Religious Educators (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2003), 320–321, 325–327. Para ver gráficos útiles que visualizan el uso que Jacob hace de estos títulos en comparación con el de otros autores del Libro de Mormón, véase John W. Welch y Greg Welch, Charting the Book of Mormon: Visual Aids for Personal Study and Teaching (Provo, UT: FARMS, 1999), tabla 4-44, 4-45, 4-46 y 4-47.
9. Welch, “Ten Testimonies”, 326–327. También sugiere que el uso de Jacob de Reino de los Cielos, como la de Alma, podría tener “inclinaciones antimonárquicas”.
10. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 29–30. El término Santo de Israel (קְדוֹשׁ יִשְׂרָאֵל) se usa treinta y cuatro veces en el Antiguo Testamento, veintiocho de las cuales están en Isaías. Welch sugiere que el nombre puede haber perdido el favor de los escritores nefitas posteriores debido a su expulsión de su tierra natal israelita. Welch, “Ten Testimonies”, 326–337. Mientras que Nefi usó a Señor más que a Dios (proporción 271:203), Jacob opta por Dios significativamente más que a Señor (proporción 107:50). Aunque Jacob 5 es una parábola con un “Señor” de la viña y, por lo tanto, no necesariamente imputa directamente el título de deidad, ese capítulo no usa a Dios en absoluto, lo que sugiere que Zenós y Jacob también fueron autores diferentes. Aunque la diferencia entre estos términos es leve y tales conclusiones son ciertamente tenues, la preferencia de Jacob por Dios, Creador y Hacedor podría estar enfatizando la omnipotencia de Dios sobre la naturaleza y todas las cosas en lugar del nombre más específico Señor (probablemente el hebreo YHVH/Jehová).
11. Hilton da una lista de eruditos que han escrito sobre esto en Voces en el Libro de Mormón, 26–27. Tanner, “Jacob and His Descendants as Authors”, 58, dice: “El estilo de Jacob es único entre los autores del Libro de Mormón. Simplemente suena diferente. Usó un vocabulario más personal que la mayoría y adoptó un enfoque más íntimo con su audiencia”. Marilyn Arnold, “Unlocking the Sacred Text”, Journal of Book of Mormon Studies 8, no. 1 (1999): 52: “Aunque Jacob está dotado de lenguaje y es sólido en su testimonio, a mí me parece inusualmente tierno, incluso un poco frágil, en su composición emocional”.
12. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 26.
13. 2 Nefi 6:3; Jacob 1:5; 2:3, 6–7, 9, 35; 3:10; 4:3, 18; 6:13; 7:26. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 27; Tanner, “Jacob and His Descendants as Authors”, 58–60; Tanner, “Jacob, Son of Lehi”, 2:714.
14. Tanner, “Jacob and His Descendants”, 60: “Una de sus favoritas, probablemente debido a su propia experiencia viviendo en el exilio, era la preservación dispersa de Israel”. Para una discusión sobre el tratamiento del exilio de Jacob, véase Central de las Escrituras, “¿Cómo respondieron al exilio los pueblos de Jacob y Ezequiel? (2 Nefi 10:20)”, KnoWhy 719 (marzo 1, 2024). Roger R. Keller, Book of Mormon Authors: Their Words and Messages (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1996), 19, estudió las diferencias entre los autores del Libro de Mormón agrupando las palabras del Libro de Mormón en grupos temáticos, descubriendo que las palabras más utilizadas por Jacob se refieren a problemas, escatología, el antiguo Cercano Oriente, ética, revelación, profecía, maldad y cristología.
15. 2 Nefi 9:7, 9, 16, 19, 26; Jacob 3:11; 6:10. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 32–33.
16. 2 Nefi 9:10, 19, 26–27, 39, 46–47; Jacob 3:12; 6:9, 13. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 34.
17. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 40: “Aunque algunas de sus palabras podrían verse como severas o estrictas … Jacob también ofrece tiernas palabras de esperanza… El trasfondo de las palabras de Jacob es de esperanza y empoderamiento: Dios cumplirá sus promesas a sus hijos y está en nuestro poder cumplir nuestras promesas a él y vivir”.
18. 2 Nefi 6:2; 9:1, 3, 39–41, 44–45, 52; 10:1, 18, 20, 24; Jacob 2:2; 4:2–3, 11, 18; 6:5, 11. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 35–36.
19. 2 Nefi 9:12, 18, 53; Jacob 1:8; 4:7, 11; 6:9. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 35–36.
20. Tanner, “Jacob, Son of Lehi”, 2:714.
21. Jacob 2:8–9; 3:2; 6:13. Se ha debatido si “placentero” en Jacob 6:13 y “agradable” en Moroni 10:34 (la misma palabra, “pleasing”, en inglés) podría ser interpretaciones erróneas de lo que debería haber sido “suplicar” (en inglés, “pleading”). Véase Royal Skousen, “The Pleading Bar of God”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 42 (2021): 21–36, publicado originalmente en “To Seek the Law of the Lord”: Essays in Honor of John W. Welch, ed. Paul Y. Hoskisson y Daniel C. Peterson (Orem, UT: Interpreter Foundation, 2017), 413–428. Sin embargo, esta enmienda propuesta del texto no es universalmente aceptada. Véase John S. Welch, “Keep the Old Wine in Old Wineskins: The Pleasing (Not Pleading) Bar of God”, FARMS Review 18, no. 1 (2006): 139–147. El uso fuerte y frecuente en inglés de la palabra “pleasing” por parte de Jacob reduce la probabilidad de que la mala interpretación propuesta pudiera haber ocurrido dos veces (tanto en Moroni 10:34 [agradable], como en Jacob 6:13 [placentero]; solo “pleasing” en inglés).
22. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 29.
23. Tanner, “Jacob and His Descendants as Authors,” 60.
24. Tanner, “Jacob, Son of Lehi”, 2:714.
25. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 25: “Hubo algunas diferencias que probablemente moldearon quién era y la voz que tenía. Jacob nunca experimentó la vida cómoda en Jerusalén. Nacido en un desierto de una madre que vivía de la carne cruda y la gracia de Dios, Jacob experimentó años formativos desafiantes. Su círculo social inicial consistía solo en su familia nuclear y extendida, a veces con problemas. A una edad temprana navegó a través del océano; en este viaje fue testigo de que sus padres “llegaron casi al punto … de ser sepultados con dolor en las aguas” y se “acongojaron a causa de las aflicciones de su madre” (1 Nefi 18:18–19). En su niñes ‘padecido aflicciones y mucho pesar … a causa de la rudeza de tus hermanos’ (2 Nefi 2:1). Al mismo tiempo, Jacob conoció ‘la grandeza de Dios’ y en su ‘juventud [había] visto [la] gloria’ de Jesucristo (2 Nefi 2:2, 4)”.
26. Tanner, “Jacob, Son of Lehi”, 2:713.
27. Véase Jared M. Halverson, “‘Because of Faith and Great Anxiety’: Jacob and the Challenges of Mental Health”, en Jacob: Faith and Great Anxiety, 273–307.
28. Un ejemplo inspirador de esto es el presidente George Albert Smith (1870–1951). “A lo largo de su servicio apostólico, el élder Smith sufrió de depresión y ansiedad, que en algunos momentos lo dejaron destrozado y físicamente debilitado. Poco después de rogarle a Dios que lo dejara morir, tuvo varias experiencias espirituales notables que restauraron su confianza y le dieron fuerza para soportar. Después de descansar y recuperarse en 1909, reanudó sus funciones en 1912. La depresión nunca lo abandonó por completo a pesar de las mejoras que tanto le costó conseguir, pero siguió adelante para cumplir con sus deberes y cuidar de su familia”. Temas de Historia de la Iglesia, “George Albert Smith“.
29. C. Terry Warner, “Jacob”, Ensign, October 1976.
30. Hilton, Voices in the Book of Mormon, 40.

Traducido por Central del Libro de Mormón