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KnoWhy #647

¿De qué manera profetizó Isaías al Mesías?

septiembre 27, 2022
KnoWhy #647
Retrato de Isaías y el Mesías Jesucristo
Retrato de Isaías y Jesucristo. Imágenes generadas por Midjourney.
“Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová; enderezad calzada en el yermo para nuestro Dios”.
Isaías 40:3

El conocimiento

Históricamente, muchas interpretaciones se han dado para los escritos de Isaías, pero las audiencias cristianas—incluyendo a los Santos de los Últimos Días—han visto en las profecías de Isaías una visión de la venida del Mesías, identificado como Jesucristo. Muchas de las profecías de Isaías tienen referencias y cumplimientos dentro de la propia vida del profeta, pero desde la antigüedad, sus palabras también se han considerado como una señal futura a un cumplimiento adicional por medio del Mesías.

El primer comentario profético sobre Isaías en las escrituras de los Santos de los Últimos Días fue escrito por Nefi en el siglo VI a. C.. Él explicó: “Y ahora yo, Nefi, escribo más de las palabras de Isaías, porque mi alma se deleita en sus palabras… pues él verdaderamente vio a mi Redentor, tal como yo lo he visto” (2 Nefi 11:2). Nefi utilizó a propósito las palabras de Isaías para “[convencer a su pueblo] más plenamente de que creyeran en el Señor su Redentor” (1 Nefi 19:23)1

Durante y después de Su ministerio mortal, Jesucristo de la misma manera interpretó las profecías de Isaías como señalandolo a Él (véase Lucas 4:16-30), una idea que continuó en la Iglesia cristiana primitiva (véase Hechos 8:26-40). En cuanto al uso de Isaías en el Nuevo Testamento, el erudito Santo de los Últimos Días Donald W. Parry señala:

Los apóstoles y quienes escribieron los evangelios: Pedro, Mateo, Lucas, Juan y Pablo registraron los cumplimientos de muchas de las profecías de Isaías que pertenecían a Jesucristo. Al citar las profecías de Isaías sobre el Mesías mortal, estos escritores demostraron que Jesús, de hecho, era el Mesías prometido, de quien Isaías había profetizado siete siglos antes. Tan importantes son las profecías mesianicas de Isaías que incluso el mismo Jesucristo citó a este profeta del Antiguo Testamento y luego declaró que las profecías se habían cumplido en Él (véase Mateo 13:13–15)2.

Como experto en Isaías, Parry ha desarrollado una tabla sobre las profecías de Isaías que se citan en el Nuevo Testamento como cumplidas en la vida y el ministerio de Jesucristo. Los siguientes cinco ejemplos, solo son algunas demostraciones de los temas profundos cristológicos que se encuentran en los escritos de Isaías:

Isaías 9:6–7 (Véase también 2 Nefi 19:6–7)

En Isaías 9:6–7, Isaías profetiza que “un niño nos es nacido, hijo nos es dado” (Isaías 9:6). A este niño se le dieron nombres divinos relacionados con su misión y se prometió que Él gobernará en paz sobre los hijos de Israel3. Muchos comentaristas, incluidos los Santos de los Últimos Días, han señalado que esta profecía puede haber tenido múltiples cumplimientos. Mucho más cerca de la audiencia contemporánea de Isaías, nació el justo rey Ezequías y, al ser coronado, habría sido declarado hijo de Dios (véase Salmo 2:7; 2 Samuel 7:12-16)4.

Sin embargo, muchos de los detalles sobre este hijo prometido “identifican de forma más natural al Mesías”5. Sin descartar a Ezequías como cumplimiento de la profecía, estos versículos parecen apuntar también al “verdadero rey davídico con un reinado eterno en un reino infinito”6.

Isaías 22:22–23

En los versículos finales de Isaías 22, Isaías ofrece una profecía para un hombre llamado Eliaquim, declarando: “Y lo vestiré con tus vestiduras… y entregaré en sus manos tu autoridad… Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro” (vv. 21–22). Aunque se refiere inmediatamente a Eliaquim, esta imagen real también tipifica a Cristo, el rey davídico. Parry ha señalado, por ejemplo, que el “Mesías [igualmente] tendría la llave de David” y el poder de sellar.7.

Así, en lugar de competir con Cristo, el propio Eliaquim puede ser considerado como una representación de Él. Kerry Muhlestein llegó a la siguiente conclusión: “Cuanto más comprendamos a Eliaquim, el contexto inmediato de esta profecía, más entenderemos lo que Isaías intenta enseñarnos sobre Cristo en esta profecía”8. Otro ejemplo de representaciones compartidas proviene de la predicción de Isaías de que Eliaquim se convertiría en un “clavo en un lugar seguro” para traer honor a su familia (Isaías 22:23). Del mismo modo, “Cristo, al ser clavado en la cruz, puede traer un honor inalterable a su Padre y a todos nosotros”9.

Isaías 25:6–12

Isaías 25 contiene una profecía de que Jehová “[d]estruirá a la muerte para siempre” y que Su pueblo volvería a disfrutar Su presencia (Isaías 25:6–12)10. Aunque Dios ha consolado a su pueblo y lo ha salvado del mal en el pasado, “el mayor cumplimiento de esto es la victoria de Cristo sobre la tumba, obtenida mediante su muerte y resurrección”11. Dado que “Cristo venció a la muerte en su resurrección”, ahora es posible que—por medio de Cristo—”[destruyamos] la muerte en la victoria”12.

Isaías 40:3

Isaías profetizó de uno que “clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová; enderezad calzada en el yermo para nuestro Dios” (Isaías 40:3)13. Estas palabras son repetidas por Juan el Bautista en los cuatro relatos de los Evangelios, conectando claramente a Juan con el cumplimiento de esta profecía14. Lehi también profetizó que Juan el Bautista—identificado como “un profeta que habría de preceder al Mesías”—declararía estas palabras de Isaías (1 Nefi 10:7-8). Muchos eruditos han comentado la clara presciencia profética que se refleja en este pasaje15.

Isaías 61:3

En Isaías 6:1-3, Isaías describe cómo “Cristo sería ungido para predicar buenas noticias y abrir la cárcel” de la muerte16. En el Evangelio de Lucas, esta profecía es conectada a Cristo por el mismo Jesús. En Lucas 4:17-21, Jesús leyó estas palabras y se identificó a sí mismo como aquel de quien vendría el descanso definitivo17.

El porqué

Es posible que existan muchas interpretaciones de las profecías de Isaías, ya que muchas de ellas tienen múltiples cumplimientos, algunas de las cuales preceden y señalan al cumplimiento mayor en Jesús. El élder Jeffrey R. Holland enseñó este principio cuando dijo:

Por supuesto, es importante recordar que muchas de las profecías de Isaías pueden ser o han sido o serán cumplidas en más de una manera y en más de una dispensación. Obviamente, tenemos material en los escritos de Isaías que se aplica a toda una gama de experiencias, incluyendo la del Cristo premortal, la de su primer advenimiento mortal en el meridiano del tiempo, y la de su Segunda Venida en los últimos días18.

Considerando esto, los lectores de Isaías no deben preocuparse cuando se enteran de cumplimientos proféticos anteriores más cercanos a la época de Isaías. Tales interpretaciones, incluso cuando son válidas, no entran necesariamente en conflicto con lo que élder Holland llamó la “preocupación mesiánica” de Isaías19. De hecho, “parecería… que Isaías estaba preparado desde su nacimiento—y, por supuesto, diríamos que desde antes de nacer—para testificar del Mesías y dar ese testimonio de la divinidad de la venida de Cristo”20.

Jesucristo declaró que las Escrituras dan testimonio de Él, de su vida y de su sacrificio expiatorio (véase Juan 5:39). Esto es especialmente cierto en los escritos de Isaías. A través de sus profecías, entendemos que “una virgen concebirá, y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14; cf. Mateo 1:22-23)21; un hijo que “se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”22. Él sería “un santuario” para su pueblo y “una piedra de tropiezo” para los que lo rechacen23.

De manera poderosa, Isaías también da testimonio de que Jesucristo fue “[d]espreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores y experimentado en quebranto”, uno que “llevó […] nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores” (Isaías 53:3-4). Por medio de este sacrificio, Cristo fue “herido […] por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados”24.

No es de extrañar, entonces, que Jesús declarara: “[G]randes son las palabras de Isaías”. Tampoco es de extrañar que instruyera a sus discípulos a “[escudriñar] estas cosas diligentemente” (3 Nefi 23:1), pues leer a Isaías es leer a Jesucristo y su misión mesiánica. De todas las interpretaciones posibles de los escritos de Isaías, las que prefiguran con precisión la identidad, la divinidad y la realidad de Jesús son sin duda las de mayor valor.

Otras lecturas

Donald W. Parry, “Isaiah’s Prophecies of the Mortal Messiah“, en The Jesus Christ Focused Old Testament: Making Sense of a Monumental Book (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2022), 34–36.

Donald W. Parry, Isaiah, Old Testament Minute Commentary Series, ed. Taylor Halverson (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2022).

Jeffrey R. Holland, “‘More Fully Persuaded’: Isaiah’s Witness of Christ’s Ministry“, en Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry y John W. Welch (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 1998), 1–18, junto con otros capítulos de este volumen.

Kerry Muhlestein, Learning to Love Isaiah (American Fork, UT: Covenant Communications, 2021).

1 Para una discusión más completa sobre el uso que hace Nefi de Isaías en 1 y 2 Nefi, véase Andrew C. Skinner, “Nephi’s Lessons to His People: The Messiah, the Land, and Isaiah 48–49 in 1 Nephi 19–22“, en Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry y John W. Welch (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 1998), 95–122; David Rolph Seely, “Nephi’s Use of Isaiah 2–14 in 2 Nephi 12–30”, en Isaiah in the Book of Mormon, 151–169.

2 Donald W. Parry, “Isaiah’s Prophecies of the Mortal Messiah“, en The Jesus Christ Focused Old Testament: Making Sense of a Monumental Book (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2022), 34.

3 Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 35; Central del Libro de Mormón, “¿Por qué Benjamín dio múltiples nombres a Jesús en la coronación de su hijo Mosíah? (Mosíah 3:8)”, KnoWhy 536 (noviembre 15, 2019).
4 Para los comentaristas Santos de los Últimos Días que discuten el cumplimiento histórico a través de Ezequías, véase Kerry Muhlestein, Learning to Love Isaiah (American Fork, UT: Covenant Communications, 2021), 82–84; Victor Ludlow, Isaiah: Prophet, Seer, Poet (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1982), 153–155; Donald W. Parry, Jay A. Parry, Tina M. Peterson, Understanding Isaiah (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1998), 91–97.
5 Ludlow, Isaiah, 155.
6 Muhlestein, Learning to Love Isaiah, 84.
7 Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 35.
8 Muhlestein, Learning to Love Isaiah, 190.
9 Muhlestein, Learning to Love Isaiah, 191. Para más comentarios sobre esta profecía, véase Ludlow, Isaiah, 234–235; Parry, Parry y Peterson, Understanding Isaiah, 202–203.
10 Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 35.
11 Muhlestein, Learning to Love Isaiah, 210.
12 Parry, Parry y Peterson, Understanding Isaiah, 227; véase también Ludlow, Isaiah, 246–247. Para un mayor análisis de cómo se utiliza esta frase en el Nuevo Testamento y en el Libro de Mormón, véase Neal Rappleye, “‘Swallowing Up’ Death in Isaiah, 1 Corinthians, and the Book of Mormon“, Book of Mormon Central Blog, September 3, 2019; David Larson, “Death Being Swallowed Up in Netzach in the Bible and the Book of Mormon“, BYU Studies Quarterly 55, no. 4 (2016): 123–134.

13 Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 35.

14 Véase Mateo 3:3; Marcos 1:3; Lucas 3:4; Juan 1:23.
15 Véase Parry, Parry y Peterson, Understanding Isaiah, 340–341; Ludlow, Isaiah, 340–341; Muhlestein, Learning to Love Isaiah, 333.
16 Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 36.
17 Véase Parry, Parry, and Peterson, Understanding Isaiah, 542–544; Ludlow, Isaiah, 503–506. Muhlestein, Learning to Love Isaiah, 492–494, también analiza cómo el cumplimiento de esta profecía por parte de Cristo recuerda el año jubilar celebrado en el antiguo Israel.
18 Jeffrey R. Holland, “‘More Fully Persuaded’: Isaiah’s Witness of Christ’s Ministry“, en Isaiah in the Book of Mormon, 4.
19 Holland, “‘More Fully Persuaded’”, 2.
20 Holland, “‘More Fully Persuaded’”, 4.
21 Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 34.
22 Isaiah 9:6; cf. Mateo 1:21–23, Lucas 1:32–33. Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 35.
23 Isaías 8:14; cf. Romanos 9:33; 1 Pedro 2:8. Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 34.
24 Isaías 53:5; cf. 1 Corintios 15:3; 1 Pedro 2:24; Mosíah 14–15. Parry, “Isaiah’s Prophecies“, 35. Los cumplimientos adicionales de Isaías 53 también se enumeran en la página 36.

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Traducido por Central del Libro de Mormón