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KnoWhy #403

¿Son creíbles las descripciones de las planchas?

agosto 2, 2018
KnoWhy #403
Fotografía por Laci Gibbs a través de ladylacecreative.com
Fotografía por Laci Gibbs a través de ladylacecreative.com
“José Smith, hijo, el traductor de [esta obra], nos ha mostrado las planchas de que se ha hablado, las que tienen la apariencia del oro”.
El Testimonio de Ocho Testigos

El conocimiento

Cerca de dos docenas de personas tuvieron algún tipo de encuentro personal con las planchas de oro que José Smith descubrió en un cerro cerca de su granja.1 El peso completo de estos informes combinados ciertamente es impresionante. Sin embargo, algunos se podrían preguntar qué otro tipo de evidencia, además de estos testigos, pueden ayudar a verificar la realidad y autenticidad de estos artefactos antiguos en posesión del profeta.

José dijo que un ángel, que tenía la custodia de las planchas, lo dirigió a un cerro donde estaban preservados en una caja de piedra,2 junto con otras reliquias nefitas.3 Los registros sagrados en escondites sellados, guardados por seres divinos puede parecer un poco fantástico para las sociedades modernas, pero hay muchos precedentes del mundo antiguo para las sociedades modernas.4

El Arca del Convenio, por ejemplo, era una estructura en forma de caja, custodiada simbólicamente por seres angelicales,5 que contenía, entre otros artefactos sagrados, un documento religioso sagrado escrito en un material que no se deterioraba.6 Documentos de metal, incluyendo aquellos hechos de oro y aleaciones de oro, son bien conocidos en el mundo antiguo y han sido descubiertos tanto en el Medio Oriente como en América.7 De acuerdo con los testigos, las planchas contenían una porción sellada y una no sellada.8 Estos detalles inusuales son notablemente consistentes con una variedad de documentos duplicados,9 sellados y atestiguados de la antigüedad.10

Replica of the gold plates (Réplica de las planchas de oro) por David Baird. Fotografía de Daniel Smith
Replica of the gold plates (Réplica de las planchas de oro) por David Baird. Fotografía de Daniel Smith

Varias personas de manera independiente informaron que las planchas estaban unidas por tres anillos en forma de una “D”.11 Este diseño aparentemente no era utilizado para unir materiales escritos durante los días de José Smith y probablemente no era conocido por José o cualquiera en su entorno. Sin embargo, es sorprendentemente práctico y atestiguado en la antigüedad. La forma de una “D” provee estabilidad, tal vez de una manera para llevar un registro pesado,12 y la mejor manera para guardar las planchas.13 Es notable que un libro etrusco, que data del tiempo cuando Lehi dejó Jerusalén, también fue hecho de planchas de oro unidos por anillos en forma de una D.14

En cuanto al peso, las dimensiones y la apariencia física del registro nefita, los testigos mencionan muchos detalles. Las personas que levantaron las planchas estimaron que su peso era de alrededor de 18 a 27 kilos. Testigos presenciales dijeron que eran de alrededor de 20 centímetros de largo, 15 o 18 centímetros de ancho y 10 o 15 de profundidad, con la apariencia de oro.15

Basados en estas descripciones, aquellos con experiencia en metalurgia han sugerido que las planchas fueron hechas de una aleación de oro y cobre llamada Tumbaga, la cual es bien conocida en la antigua América.16 Incluso varios estudios han demostrado que es completamente plausible que la superficie del área proporcionada por estas planchas fue suficiente para haber producido el texto en inglés del Libro de Mormón, asumiendo que los caracteres grabados de los cuales fueron traducidos eran bastantes pequeños.17

The Eight Witnesses (Los Ocho testigos) por Olinda Reynolds via lds.org
The Eight Witnesses (Los Ocho testigos) por Olinda Reynolds via lds.org

Finalmente, varios testigos resaltaron la belleza y la aparente antigüedad de los grabados en las planchas, las que el Libro de Mormón llama “egipcio reformado”(Mormón 9:32).18 Ahora se sabe que antes y durante los días de Lehi, los antiguos israelitas implementaron los caracteres egipcios en sus tradiciones como escribas.19 También hay evidencia lingüística emergente que sugiere que Uto-Azteca, una antigua lengua de la antigua América, pudo haber sido influenciada por los egipcios.20 Por lo tanto, para el antiguo y nuevo mundo, hay buenas razones para aceptar el uso y la adaptación de caracteres egipcios, como se describe el Libro de Mormón.

El erudito escolar de la antigua América John Sorenson ha señalado: “Al tomarlas en conjunto, las descripciones que tenemos de lo que fue grabado sobre las planchas de metal son sugestivos de lo que alguien podría decir después de una ojeada inexperta de un documento mesoamericano”.21

El porqué

Aunque puede ser sorprendente para algunos, la investigación en curso solo incrementó la plausibilidad de las varias maneras en que se han descrito las planchas. El peso, las dimensiones y la composición de las planchas son creíbles. La historia de su descubrimiento es apoyada por un gran número de hallazgos arqueológicos similares. Y varias características inusuales del registro —como estar unidas por anillos en forma de una D, tener una porción sellada y ser escritas en egipcio reformado— tiene una sorprendente cantidad de corroboración del mundo antiguo. Y en cada detalle reportado, sin importar cuán inusual o improbable hubirea sido desde una perspectiva del siglo XIX, se ha verificado a la luz de la investigación del siglo XX y XXI.

Neal Rappleye ha señalado que, en muchos casos, los testigos presenciales que proveyeron estos detalles consistentes lo hicieron “después de su distanciamiento de José, independiente y espontáneamente sobre cuestionamientos y preguntas (algunas veces de interrogadores escépticos), durante un tiempo cuando [ellos] fueron esparcidos y aislados unos de otros, cuando una complicidad no era posible”.22 Reconociendo que muchos testigos independientes firmemente se basan en la realidad de las planchas, algunas personas han supuesto que José Smith o uno de sus asociados simplemente la forjaron. Sin embargo, aquellos que recurren a esta teoría a menudo fallan con respecto a la experiencia metalúrgica que se requiere para crear tales objetos.23

Joseph Smith Receives the Gold Plates (José smith recibe las planchas de oro) por Kenneth Riley
Joseph Smith Receives the Gold Plates (José smith recibe las planchas de oro) por Kenneth Riley

Quien haya hecho las planchas habría necesitado ser competente para martillar, dorar, templar, fundir y grabar registros metálicos.24 Habrían necesitado estar familiarizados con las propiedades del oro, el cobre y tal vez la plata.25 Ellos habrían necesitado una buena cantidad de tiempo para crear el objeto, presumiblemente en secreto. ¡Y, lo más improbable de todo, ellos habrían necesitado una gran cantidad de oro! Sin embargo, el registro histórico sugiere que ni José Smith o cualquiera de sus asociados habrían tenido la habilidad o los materiales para llevar a cabo tal proyecto.26

La realidad de las planchas de oro son un elemento clave en la historia de la restauración. Si José Smith nunca los poseyó, entonces el fundamento del mormonismo se basa en un engaño.27 Sin embargo, si en realidad poseyó un registro antiguo, entonces sus afirmaciones de traducirlo por medio de un poder divino son significativamente respaldadas. Parece ser que por esta misma razón, el Señor proveyó evidencias físicas y espirituales para la existencia de las planchas.28 De acuerdo con el élder Jeffrey R. Holland, los dos tipos de evidencias son importantes porque “verdaderamente la fe conservadora y las convicciones intransigentes vienen con su poder más completo cuando nuestra mente así como también nuestro corazón se comprometen”.29

Las planchas eran mucho más que solo un artefacto finamente diseñado. Contenían los mensajes espirituales más importantes de una civilización antigua, registrada y preservada por profetas a lo largo de mil años. Por esta razón, su contenido es mucho más valioso que los metales preciosos con los que fueron creados.30 Sin embargo, la evidencia de su tangible realidad ayuda a confirmar la realidad histórica de los profetas antiguos que las crearon, así como también las doctrinas verdaderas y experiencias milagrosas que ellos registraron.31

Desde el punto de vista del élder Holland “la realidad de esas planchas, la sustancia de ellas si así lo desean y la evidencia que tenemos por ellas en la forma del Libro de Mormón está en el corazón, en el mismo centro de la esperanza y el testimonio y la convicción de esta obra”.32 Las planchas representan de manera significativa la realidad de Jesucristo y la verdad de Su evangelio restaurado.33 Ellas contienen Sus palabras y aceptarlas es aceptarlo a Él.34

Otras lecturas

Warren P. Aston, “The Rings That Bound the Gold Plates Together“, Insights 26, no 3. (2006): 3–4.

Kirk B. Henrichsen, “How Witnesses Described the ‘Gold Plates’“, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 16–21, 78.

John A. Tvedtnes, The Book of Mormon and Other Hidden Books: “Out of Darkness Unto Light“, (Provo, UT: FARMS, 2000).

Robert F. Smith, “The ‘Golden’ Plates” en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Provo, Utah: FARMS, 1992), 275–277.

Read H. Putnam, “Were the Golden Plates made of Tumbaga?” The Improvement Era 69, no. 9 (1966): 788–789, 828–831.

 

1. Estos testigos incluyen a Joseph Smith, hijo, los tres y ocho testigos y un número de testigos informales, incluyendo a Emma Smith, Lucy Mack Smith, William Smith, Katherine Smith, Mary Whitmer, Josiah Stowell, Joseph Knight, Sr., Alva Beaman y la esposa e hija de Martin Harris. Para conocer la fortaleza de estos testigos combinados, véase Neal Rappleye, “‘Idle and Slothful Strange Stories’: Book of Mormon Origins and the Historical Record“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 20 (2016): 21–37; Daniel C. Peterson, “Tangible Restoration: The Witnesses and What They Experienced“, presentación en FairMormon, 2006, en línea en fairmormon.org. Véase también, Book of Mormon Central, “Evidences of the Book of Mormon: Plates“, en línea en bookofmormoncentral.org.
2. Varias personas han afirmado haber visto la caja de piedra donde las planchas estaban enterradas. Véase Michael Hubbard MacKay y Gerrit J. Dirkmaat, From Darkness unto Light: Joseph Smith’s Translation and Publication of the Book of Mormon (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2015), 9–10.
3. Aunque no conocemos cuántas reliquias nefitas sagradas estaban guardadas en esa caja de piedra, sabemos por seguro que por lo menos tenía el pectoral y los intérpretes nefitas. Para conocer más sobre estos artefactos, véase Don Bradley, “Piercing the Veil: Temple Worship in the Lost 116 Pages“, presentación en FairMormon, 2012, en línea en fairmormon.org.
4. Véase John A. Tvedtnes, The Book of Mormon and Other Hidden Books: “Out of Darkness Unto Light” (Provo, UT: FARMS, 2000).
5. Véase Éxodo 25:19–20; cf. Génesis 3:24; Moisés 4:31; Alma 42:2.
6. Véase Tvedtnes, The Book of Mormon and Other Hidden Books, 33–35, 119–121, 161; Bradley, “Piercing the Veil“, en línea en fairmormon.org.
7. Véase Tvedtnes, The Book of Mormon and Other Hidden Books; William J. Hamblin, “Metal Plates and the Book of Mormon“, en Pressing Forward with the Book of Mormon: The FARMS Updates of the 1990s, ed. John W. Welch y Melvin J. Thorne (Provo, UT: FARMS, 1999), 20–22; William J. Adams, Jr., “Notes and Communications: Lehi’s Jerusalem and Writing on Metal Plates“, Journal of Book of Mormon Studies 3, no. 1 (1994): 204–204; H. Curtis Wright, “Ancient Burials of Metal Documents in Stone Boxes“, en By Study and Also By Faith: Essays in Honor of Hugh W. Nibley, Volume 2, ed. John M. Lundquist y Stephen D. Ricks (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1990), 273–334; Paul R. Cheesman, Ancient Writing on Metal Plates: Archaeological Findings Support Mormon Claims (Bountiful, UT: Horizon, 1985); Paul R. Cheesman, “Ancient Writing on Metal Plates“, Ensign, octubre 1979, en línea en lds.org; H. Curtis Wright, “Metallic Documents of Antiquity“, BYU Studies Quarterly 10, no. 4 (1970): 457–477; Daniel Johnson, “Metals and Gold Plates in Mesoamerica“, presentación en BMAF, 2010, en línea en bmaf.org; William J. Hamblin, “Sacred Writing on Metal Plates in the Ancient Mediterranean“, FARMS Review 19, no. 1 (2007): 37–54.
8. Kirk B. Henrichsen, “How Witnesses Described the ‘Gold Plates’“, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 18–19.
9. El artículo en inglés dice, “doubled” o doble. En este contexto, “doubled” simplemente significa duplicado. A menudo, la copia de un documento era sellada de una manera mientras que la otra copia estaba disponible para quien deseara revisar su contenido. Las dos copias estaban típicamente unidas o juntas de alguna manera. El documento sellado ayudaba a autentificar el documento accesible si surgía una duda sobre su legitimidad.
10. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué razón se habrá sellado un libro? (2 Nefi 27:10)”, KnoWhy 53 (7 de marzo de 2017); John W. Welch, “Doubled, Sealed, Witnessed Documents: From the Ancient World to the Book of Mormon“, en Mormons, Scripture, and the Ancient World: Studies in Honor of John L. Sorenson, ed. Davis Bitton (Provo, UT: FARMS, 1998), 391–444; John W. Welch y Kelsey D. Lambert, “Two Ancient Roman Plates“, BYU Studies 45, no. 2 (2006): 55–76.
11. Henrichsen, “How Witnesses Described the ‘Gold Plates’“, 19.
12. Orson Pratt señaló: “En la parte trasera de las planchas estaban los anillos, que los mantenían unidos y a través de los cuales se podía pasar fácilmente una vara, ayudando a llevarlos con mayor conveniencia. Henrichsen, “How Witnesses Described the ‘Gold Plates’“, 19.
13. Véase Warren P. Aston, “The Rings That Bound the Gold Plates Together“, Insights 26, no 3. (2006): 3–4; Jeff Lindsay, “A ‘D’ for Plausibility of the Gold Plates: The Book of Mormon in an Interesting Bind“, en línea en mormanity.blogspot.com. Aparentemente, quien haya producido las planchas habría necesitado habilidades metalúrgicas competentes para elaborar los anillos. Aquellos que han intentado replicar las planchas han descubierto que los hoyos en cada hoja de metal habrían necesitado ser “tallados de una manera más alargada que los mismos anillos” y también que “no pueden estar muy cerca de los bordes o se romperían”. “A Model of the Plates“, hecho por Steven Pratt, New Era, julio de 2007, en línea en lds.org
14. Véase John A. Tvedtnes, “Etruscan Gold Book from 600 B.C. Discovered“, Insights 23, no. 167 (2003): 1, 6; “Out of the Dust“, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 2 (2006): 65.
15. Henrichsen, “How Witnesses Described the ‘Gold Plates’“, 16–21; Robert F. Smith, “The ‘Golden’ Plates” en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Provo, Utah: FARMS, 1992), 275–277.
16. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué clase de metal utilizó Nefi para hacer las planchas? (1 Nefi 19:1)“, KnoWhy 22 (26 de enero de 2017); Jerry D. Grover, Jr., Ziff, Magic Goggles, and Golden Plates: The Etymology of Zyf and a Metallurgical Analysis of the Book of Mormon Plates (Provo, UT: Grover Publishing, 2015); “Of What Material Were the Plates?” Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 21; Read H. Putnam, “Were the Golden Plates made of Tumbaga?” Improvement Era 69, no. 9 (1966): 788–789, 828–831.
17. Véase Bruce E. Dale, “How Big A Book? Estimating the Total Surface Area of the Book of Mormon Plates“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 25 (2017): 261–268; Janne M. Sjodahl, “The Book of Mormon Plates“, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 22–24, 79; John Gee, “Epigraphic Considerations on Janne Sjodahl’s Experiment with Nephite Writing“, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 25, 79.
18. Los testigos dijeron que los grabados estaban en ambos lados de las planchas. Véase Henrichsen, “How Witnesses Described the ‘Gold Plates’“, 20–21.
19. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Los antiguos israelitas escribieron en egipcio? (1 Nefi 1:2)“, KnoWhy 4 (28 de diciembre de 2016).
20. Para conocer la investigación académica que respalda esta afirmación, véase Brian D. Stubbs, Exploring the Explanatory Power of Semitic and Egyptian in Uto-Aztecan (Provo, UT: Grover Publications, 2015). Los resultados de este estudio fueron adaptados para una audiencia más general en Brian D. Stubbs, Changes in Languages: From Nephi to Now (Blanding, UT: Four Corners Digital Design, 2016). Para conocer las investigaciones de Stubbs por lingüistas competentes, véase John S. Robertson, “Exploring Egyptian and Uto-Aztecan Languages“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 25 (2017): 103–116; Dirk Elzinga, Review of Exploring the Explanatory Power of Semitic and Egyptian in Uto-Aztecan, BYU Studies Quarterly, 55, no 4 (2016): 172–176. Véase también, Jeff Lindsay, “The Next Big Thing in LDS Apologetics: Strong Semitic and Egyptian Elements in Uto-Aztecan Languages“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 26 (2017): 227–267.
21. John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013), 701.
22. Rappleye, “‘Idle and Slothful Strange Stories’“, 35.
23. Véase Shanna Butler, “A Golden Opportunity“, New Era (febrero 2006): 34–37; “A Model of the Plates“, hecho por Steven Pratt, en línea en lds.org.
24. Véase Read H. Putnam, “Were the Golden Plates made of Tumbaga?” The Improvement Era 69, no. 9 (1966): 788.
25. La plata en ocasiones, aunque no siempre, era agregada al oro y el cobre para la aleación del Tumbaga. Véase Putnam, “Were the Golden Plates made of Tumbaga?” 789. Martin Harris también comentó que los anillos que unían las planchas eran hechos de plata. Véase Henrichsen, “How Witnesses Described the ‘Gold Plates’“, 19.
26. Véase William J. Hamblin, “An Apologist for the Critics: Brent Lee Metcalfe’s Assumptions and Methodologies“, Review of Books on the Book of Mormon 6, no. 1 (1994): 462–470; Daniel C. Peterson, “Editor’s Introduction: ‘In the Hope That Something Will Stick’: Changing Explanations for the Book of Mormon“, FARMS Review 16, no. 2 (2004): xxviii; Peterson, “Tangible Restoration“, 32–33; Rappleye, “‘Idle and Slothful Strange Stories’“, 33–34.
27. Véase Tad R. Callister, “El Libro de Mormón: un libro proveniente de Dios“, Liahona, noviembre 2011, en línea en lds.org: “José Smith declaró que un ángel de Dios lo condujo a las planchas de oro, las cuales contenían los escritos de profetas de la antigua América y que tradujo esas planchas mediante poderes divinos. Si esa historia es verdadera, entonces el Libro de Mormón es escritura santa, tal como asegura ser; si no, es un engaño sofisticado, pero diabólico”.
28. Los tres testigos tuvieron una experiencia sobrenatural, pero también completamente discernible y describible con las planchas y otras reliquias nefitas. En una visión, vieron a un ángel que primero las entregó a José Smith. El ángel presentó los artefactos ante sus ojos. Y escucharon una voz del cielo confirmando la veracidad de la traducción de las planchas. En contraste, la experiencia de los ocho testigos fue estrictamente natural. Bajo circunstancias completamente ordinarias, a cada uno se le permitió tocar y sopesar las planchas por ellos mismos. El erudito literario Terryl Givens ha explicado: “Tomados en conjunto, las dos experiencias parecen calculadas para proveer un espectro probatorio satisfaciendo un rango de criterio para creer”. Terryl L. Givens, By the Hand of Mormon: The American Scripture that Launched a New World Religion (New York, NY: Oxford University Press, 2002), 40.
29. Véase Jeffrey R. Holland, “The Greatness of the Evidence“, Chiasmus Jubilee, 16 de agosto de 2017, en línea en bookofmormoncentral.org. Para la transcripción en inglés de la conferencia, véase “Elder Holland Speaks at Book of Mormon Chiasmus Conference“, en mormonnewsroom.org.
30. Véase Mormón 8:14.
31. Véase Paul Y. Hoskisson, ed., Historicity and the Latter-day Saint Scriptures (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2001); Stephen O. Smoot, “The Imperative for a Historical Book of Mormon“, en The Interpreter Foundation (blog), Octubre 20, 2013, en línea en mormoninterpreter.com.
32. Véase Holland, “The Greatness of the Evidence“, en línea en bookofmormoncentral.org; “Élder Holland Speaks at Bookof Mormon Chiasmus Conference”, en mormonnewsroom.org.
33. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Se necesitaban las planchas para traducir el Libro de Mormón? (Mosíah 1:6)“, KnoWhy 366 (23 de mayo de 2018). Para conocer la importancia del Libro de Mormón como una señal de la restauración, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué el Libro de Mormón es tan importante para la Restauración? (Mormón 9:36)“, KnoWhy 281 (1 de enero de 2018).
34. Véase Éter 4:8–11; DyC 5:4–20.

Traducido por Central del Libro de Mormón