/ KnoWhys

KnoWhy #192

¿Por qué se taló el árbol donde Zemnaríah había sido colgado?

agosto 28, 2017
KnoWhy #192
Adaptación de Zemnaríah colgado, por James Fullmer
Adaptación de Zemnaríah colgado, por James Fullmer
“Y tomaron a Zemnaríah, su caudillo, y lo colgaron de un árbol… Y después de haberlo colgado, talaron el árbol”.
3 Nefi 4:28

El conocimiento

Cuando los nefitas capturaron a Zemnaríah, el líder de los ladrones de Gadiantón, lo ejecutaron sumariamente colgándolo, y el árbol del cual fue colgado fue talado (3 Nefi 4:28). Talar el árbol después de haber colgado a alguien puede parecer extraño. Sin embargo, la evidencia que se obtiene de la ley judía sugiere que este detalle era un ritual importante para depurar a la comunidad.1

John Welch ha explicado: “Aunque la práctica no fue documentada en la época de Lehi, poco después del tiempo de Cristo la práctica judía expresamente requería que el árbol donde había sido colgado el culpable debía ser enterrado con el cuerpo. Por lo tanto, el árbol tuvo que ser talado”.2 Welch cree que “las sorprendentes similitudes entre estas dos fuentes… muestran una base histórica común”.3

El cortar y enterrar el árbol hubiera eliminado cualquier impureza creada por el contacto con un cuerpo muerto, pero también tuvo un propósito más vívido.4 John Welch señaló: “El castigo de Zemnaríah fue relacionado simbólicamente con su ofensa. Fue colgado enfrente de la misma nación que había intentado destruir, y fue derribado a la tierra tal como había intentado derribar a esa nación”.5 3 Nefi 4:29 dice: “El Señor conserve a los de su pueblo en rectitud y en santidad de corazón, para que se eche por tierra a todos los que procuren matarlos por medio del poder y de las secretas combinaciones, tal como se ha echado por tierra a este hombre”.

"Zemnarihah" (Zemnaríah) por James Fullmer
“Zemnarihah” (Zemnaríah) por James Fullmer

Esta declaración es un reflejo de un estilo de juramento del antiguo Cercano Oriente llamado simile curse (maldición símil o similar).6 En las maldiciones símiles, una parte del convenio establece las penalizaciones precisas conectadas a la violación del convenio.7 Estas sanciones se establecieron como símiles. Un texto hitita conocido como El Primer Juramento del Soldado muestra cuán serios eran estos juramentos en el antiguo mundo:

Llevaban ante ellos a una mujer, un hombre ciego y un hombre sordo y tu les dices lo siguiente: “Aquí (hay) una mujer, un hombre ciego y un hombre sordo. Quien tome parte en el mal contra el rey y reina, que las deidades del juramento lo tomen y hagan a (ese) hombre (en) una mujer. Que lo ci[egue]n como al hombre ciego. Que lo ensorden como al hombre sordo”.8

Las maldiciones símiles también aparecen en la América precolombina. En el Popol Vuh, un texto sagrado de la antigua América, dos jóvenes, cuando lidiaban con el enemigo, cocinaron un pájaro en un foso cubierto de tierra y declaran que “de la misma manera, por lo tanto, él (su enemigo) será enterrado en la tierra”.9 Cuando estos ejemplos se toman juntos, es notable que, en su contexto antiguo, este talado del árbol aparentemente inusual tiene más sentido.

El porqué

Además de ser un interesante recordatorio de la antigüedad del Libro de Mormón, el detalle sobre el árbol es significante de otras maneras. Los nefitas cortaron el árbol donde el ladrón había sido colgado, mostrando su estricta observancia de la ley de Moisés. Este énfasis en la legalidad contrasta rotundamente con la ejecución del ladrón, un hombre que vivió fuera de la ley. Por lo tanto, este detalle pudo ser visto como un simbolismo de la victoria de Cristo sobre la sociedad secreta y su marca de guerra socialmente disruptiva y desestabilizadora que había plagado a los nefitas por tanto tiempo.

"Zemnarihah" (Zemnaríah) por Jody Livingston
“Zemnarihah” (Zemnaríah) por Jody Livingston

Adicionalmente, la maldición símil que está en contra de “todos los que procuren matarlos por medio del poder y de las secretas combinaciones” (3 Nefi 4:29) hubiera sido un poderoso compromiso en contra de las sociedades secretas. El darse cuenta del peso que tenían en el antiguo mundo tales afirmaciones, se puede ver que era un compromiso acorazado por parte del pueblo de buscar y destruir las combinaciones secretas. Esto toma importancia cuando se considera las palabras precisas de la declaración del pueblo. “El Señor conserve a los de su pueblo en rectitud y en santidad de corazón, para que se eche por tierra a todos los que procuren matarlos” (3 Nefi 4:29).

Esta declaración no era una simple súplica para que Dios se ocupara de sus problemas. Esta maldición símil habría servido como un solemne convenio por parte del pueblo que ellos podrían un fin a los ladrones de Gadiantón, con la ayuda de Dios. Y esto es exactamente lo que hicieron (véase 3 Nefi 5:6).

David A. Bednar explicó bien este principio cuando declaró que a los discípulos de Cristo se les requiere “pedir con fe que, a mi modo de entender, significa la necesidad no solo de expresar, sino de hacer; la doble obligación de suplicar y de ejecutar; el requisito de comunicar y de actuar”.10 Tal como estos nefitas convinieron combatir y eliminar la maldad entre ellos, así también los lectores modernos deben fortalecer su resolución de erradicar el mal en sus propias vidas y sociedades.

Otras lecturas

John W. Welch, The Legal Cases in the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Press and the Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2008), 313–322.

John A. Tvedtnes, “More on the Hanging of Zemharihah,” in Pressing Forward with the Book of Mormon: The FARMS Updates of the 1990s, ed. John W. Welch and Melvin J. Thorne (Provo, UT: FARMS, 1999), 208–210.

John W. Welch, “The Execution of Zemnarihah,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 250–252.

 

1. Incluso el hecho de que fue colgado sin un juicio tiene sentido al considerar el contexto antiguo. John W. Welch declaró: “En el antiguo mundo los ladrones eran más que ladrones comunes; eran forasteros y enemigos de la misma sociedad. Por lo que, en la antigüedad se les consideró como forajidos, que estaban fuera de la ley y no tenían derecho a un proceso legal. Para actuar en contra de los bandidos y forajidos, ‘el remedio era militar y no legal’”. Por lo que, la ejecución de Zemnaríah, colgándolo sin un juicio, no habría sido extraño en el antiguo mundo israelita. Además, “en el Rollo del Templo de Qumrán, la penalidad prescrita para alguien… que ‘ha desertado en medio de las naciones, y ha maldecido a su pueblo, [y] a los hijos de Israel’, es ‘colgarlo de un árbol’. “Debe señalarse que la descripción del Rollo del Templo de los casos en los que merecen ser colgados encaja perfectamente en el caso de Zemnaríah”. Debido a que Zemnaríah había atacado a su propio pueblo, era considerado un traidor, por lo que fue colgado, y no apedreado como se podría haber esperado. John W. Welch, The Legal Cases in the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Press and Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2008), 352–354. Véase también John A. Tvedtnes, “More on the Hanging of Zemharihah,” in Pressing Forward with the Book of Mormon: The FARMS Updates of the 1990s, ed. John W. Welch and Melvin J. Thorne (Provo, UT: FARMS, 1999), 208–210.
2. Welch, Legal Cases, 354. Véase también John W. Welch, “The Execution of Zemnarihah,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 250–251.
3. Welch, Legal Cases, 354–355.
4. Números 19:11 señala que “[e]l que toque el cadáver de cualquier persona, siete días quedará impuro”. Sin embargo, la impureza de este tipo pudo haberse transferido al árbol cuando tuvo contacto con el cuerpo muerto. Véase Welch, Legal Cases, 355–356.
5. Véase Welch, Legal Cases, 355.
6. Tales maldiciones aparecen periódicamente a lo largo del Libro de Mormón. Véase por ejemplo Alma 44:14. Para más información sobre maldición símil, véase Delbert R. Hillers, Treaty-Curses and the Old Testament Prophets, Biblica et Orientalia 16 (Rome: Pontifical Biblical Institute, 1964); Noel Weeks, Admonition and Curse: The Ancient Near Eastern Treaty/Covenant Form as a Problem in Inter-Cultural Relationships, The Library of Hebrew Bible/Old Testament Studies 407 (London: T&T Clark, 2004); Anne Marie Kitz, “An Oath, It’s Curse and Anointing Ritual,” Journal of the American Oriental Society 124, no. 2 (April–June 2004): 315–321; “Effective Simile and Effective Act: Psalm 109, Numbers 5, and KUB 26,” The Catholic Biblical Quarterly 69, no. 3 (July 2007): 440–456.
7. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Zerahemna no juró un convenio a Moroni? (Alma 44:8)”, KnoWhy 152 (Julio 5, 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué citó Moroni al patriarca Jacob sobre el pedazo de túnica de José? (Alma 46:24)”, KnoWhy 154 (Julio 6, 2017).
8. Los corchetes en las palabras de esta cita representan las partes en que los eruditos debieron suponer qué palabras debieron ser. Esto sucede porque el texto sobre las que se escribía en tablas de arcilla algunas veces estaba quebrado. Billie Jean Collins, “The First Soldiers’ Oath” in The Context of Scripture, Volume I: Canonical Compositions from the Biblical World, ed. William W. Halo (Leiden: Brill, 2003), 165–166.
9. Allen J. Christenson, trans., Popol Vuh: The Sacred Book of the Maya (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 2007), 110.
10. David A. Bednar, “Pedir con fe”, Liahona, abril 2008, 94.

Traducido por Central del Libro de Mormón