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KnoWhy #179

¿Por qué Nefi apeló a tantos testimonios anteriores de Cristo?

agosto 9, 2017
KnoWhy #179
2 Nefi 31 por Jorge Cocco
2 Nefi 31 por Jorge Cocco
“[T]odos nuestros padres, sí, hasta el día de hoy; sí, han dado testimonio de la venida de Cristo, y han mirado hacia adelante, y se han regocijado en su día que está por venir”
Helamán 8:22

El conocimiento

Al tratar de convencer al pueblo de Zarahemla a que rectificaran la maldad de sus leyes, Nefi apeló a los testimonios de aquellos que mucho antes habían dado “testimonio de la venida de Cristo” (Helamán 8:22). Al hacerlo, recordó a la gente las leyes de Dios. Los jueces corruptos intentaban llevar a Nefi a juicio (Helamán 8:1), pero Nefi cambió la situación al llevarlos simbólicamente a juicio.1

Por motivo de que habían rechazado la ley de Moisés por sus propias leyes injustas, el primer testigo que Nefi llevó en contra de ellos fue Moisés mismo. Después de todo, ¿quién podría juzgar mejor que Moisés si sus leyes habían sido negadas? Nefi les recordó los milagros que Moisés había realizado por el poder de Dios (Helamán 8:11) y luego les señaló la parte más importante de la ley de Moisés: Cristo. “Sí, ¿no testificó él que vendría el Hijo de Dios? Y así como él levantó la serpiente de bronce en el desierto, así será levantado aquel que ha de venir” (v. 14).2

Nefi entonces llamó a su segundo testigo, los Salmos, los cuales citó en Helamán 8:15 (énfasis añadido): “Y así como cuantos miraron a esa serpiente vivieron, de la misma manera cuantos miraren al Hijo de Dios con fe, teniendo un espíritu contrito, vivirán, sí, esa vida que es eterna”. Aquí Nefi combinó comentarios sobre Moisés en alusión a Salmos 34:18-19 (énfasis añadido), hablando acerca de cómo Cristo salvó al pueblo en el desierto, y que aún podía salvarlos ahora: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón, y salva a los contritos de espíritu“.3

Abraham dio testimonio de Cristo. Imagen vía lds.org
Abraham dio testimonio de Cristo. Imagen vía lds.org

Su siguiente testigo fue Abraham, el padre del convenio entre Jehová y su pueblo: “Sí, y he aquí, Abraham vio la venida del Mesías, y se llenó de alegría y se regocijó” (Helamán 8:17). Esta declaración tenía un antecedente común con la versión de Génesis 15:2 que se encuentra en la traducción de José Smith y evidentemente en las planchas de bronce: “Y aconteció que Abram miró y vio los días del Hijo del Hombre, y se alegró, y su alma halló reposo”.4 Nefi entonces mencionó a Zenós, Zenoc, Ezías, Isaías y Jeremías en una rápida sucesión. Esta lista le dio el número simbólicamente significativo de siete testigos nombrados de las planchas de bronce para apoyar su testimonio de Cristo.5

Entonces Nefi pasó del viejo mundo al nuevo mundo, usando a las mismas personas de la audiencia como testigos en contra de ellos mismos: “[Y] ahora sabemos que Jerusalén fue destruida, según las palabras de Jeremías”. ¿Entonces, por qué no ha de venir el Hijo de Dios, según su profecía? ¿Y negaréis ahora que la ciudad de Jerusalén fue destruida? ¿Diréis que los hijos de Sedequías no fueron muertos, todos salvo Mulek? Sí, ¿y no veis que la posteridad de Sedequías está con nosotros, y que fue echada de la tierra de Jerusalén?” (Helamán 8:20-22).6

Debido a que algunas personas en la audiencia eran descendientes de Mulek, quienes dejaron a Jerusalén mientras estaba siendo destruida, ellos proveyeron testigos presenciales de la veracidad de la profecía de Jeremías con respecto a la destrucción de Jerusalén (cf. Omni 1:15).7 Y si la profecía de Jeremías sobre la destrucción de Jerusalén era correcta, Nefi afirmaba, seguramente su profecía acerca de la venida de Cristo también era correcta.

"Nephi praying" (Nefi orando) por Jody Livingston
“Nephi praying” (Nefi orando) por Jody Livingston

Nefi continuó recurriendo a los profetas del nuevo mundo, citando a Lehi, Nefi y aquellos quienes les siguieron como testigos adicionales. Finalmente, invocó a los cielos y a la tierra como testigos de lo que había dicho. “[H]abéis, por tanto, pecado en esto, porque habéis rechazado todas estas cosas a pesar de tantas evidencias que habéis recibido; sí, vosotros habéis recibido todas las cosas, tanto las cosas que están en el cielo como todas las cosas que están en la tierra, como testimonio de que son verdaderas” (Helamán 8:24; énfasis añadido). Esta forma jurídica probablemente refleja la antigua práctica israelita que se manifiesta en Isaías 1:2: “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra, porque habla Jehová: Crie hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí”.8 La acusación y llamado de testigos por parte de Nefi establece un magnífico ejemplo de lo que se ha identificado por muchos eruditos bíblicos como “juicio profético”.9

El porqué

Helamán 8 comienza con la gente que está a punto de llevar a Nefi a juicio ante los jueces locales. Pero a lo largo de este capítulo, Nefi de manera exitosa citó a testigos superiores para testificar contra ellos ante Dios. Él formalmente puso a la gente ante un juicio divino, y los declaró dignos de una “eterna destrucción”, pero se suspendería el juicio si se arrepentían (Helamán 8:26).

Nefi sabía que “[p]or boca de dos testigos o de tres testigos morirá el que haya de morir” (Deuteronomio 17:6).10 Pero Nefi enfáticamente menciona a muchos más del número que se requería, apresurando a las personas a rechazar su sistema legal defectuoso y regresar a las leyes autorizadas por Dios. Esa ley se basaba en las escrituras a las que se refería con tanta frecuencia.11

Hay ocasiones en el Libro de Mormón cuando los profetas necesitaban levantarse y criticar tendencias negativas que ellos miraban alrededor de ellos. En algunas ocasiones, como en el caso de Nefi, estaban solos. Muchas personas podrían encontrarse solas en situaciones similares en el mundo de hoy. Pero Nefi recordó a los lectores del Libro de Mormón que ellos nunca están realmente solos en rechazar la corrupción dentro de la sociedad. Los lectores modernos pueden, como Nefi, apelar a las escrituras y a la revelación personal al resistir cualquier tendencia negativa alrededor de ellos.

Otras lecturas

John W. Welch, The Legal Cases in the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Press and the Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2008), 323-327.

M. Russell Ballard, “Aprendamos las lecciones del pasado,” Liahona (Abril 2009): 31–34.

 

1. Pareciera que los jueces no eran capaces ellos mismos de llevar a las personas a juicio. Debido al evidente conflicto de intereses implicado, ellos probablemente necesitaban esperar a que el pueblo lo hiciera, pero sí podían incitar a la multitud a que llevaran a alguien a juicio, tal como parecen estar intentando hacer aquí. John W. Welch, The Legal Cases in the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Press and the Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2008), 325.
2. El uso de una serpiente como símbolo de Jesús aparece en otras partes del Libro de Mormón. Véase Book of Mormon Central en Español “¿Cuáles son los artículos de fe nefitas? (Alma 33:22)”, KnoWhy 141 (21 de junio, 2017).
3. Aunque los autores del Libro de Mormón no rechazaron categóricamente la monarquía, pareciera que ellos tenían serias reservas al respecto. Aunque un texto que algunos creen que fue de David se cita aquí, David no es mencionado. Los autores del Libro de Mormón, como Samuel en 1 Samuel 8, parecen estar incómodos con los reyes, y eso puede ser parte de la razón por la que el nombre de David no es mencionado. Véase Jonathan Kaplan, “1 Samuel 8:11–18 as ‘A Mirror for Princes,’Journal of Biblical Literature 131, no. 4 (2012): 637.
4. Robert J. Matthews, “The Joseph Smith Translation—Historical Source and Doctrinal Companion to the Doctrine & Covenants,” Ninth Annual Church Educational System Religious Educators’ Symposium (Salt Lake City, UT: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 1985), 22.
5. Se debe ser muy cauteloso al discutir sobre los números sagrados en el Libro de Mormón ya que en muchos casos no tienen un significado importante. Pero ocasionalmente los números sí parecen ser importantes. Este parece ser uno de esos casos. Véase Corbin Volluz, “A Study in Seven: Hebrew Numerology in the Book of Mormon,” BYU Studies Quarterly 53, no. 2 (2014): 57–83.
6. Es importante notar que Nefi se encontraba en Zarahemla en ese punto, como se observa en Helamán 7:10, y que Zarahemla es la ciudad donde los mulekitas originalmente se establecieron como se menciona en Omni 1:14. Por lo tanto, es probable que muchas de estas personas estuvieran al menos parcialmente relacionadas con los mulekitas.
7. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Se ha encontrado un artefacto relacionado con el Libro de Mormón? (Mosíah 25:2)”, KnoWhy 103 (8 de mayo, 2017).
8. Es posible que Nefi incluyera a un último testigo de las planchas de bronce pero lo que citó es algo que no se encuentra en el Antiguo Testamento. Les mencionó a las personas que estaban solamente buscando tesoros en la tierra “en lugar de haceros tesoros [para ellos mismos] en los cielos, donde nada corrompe” (Helamán 8:25). Esto es muy similar a Mateo 6:20, que podría significar que tanto Nefi como Jesús estaban citando algo que estaba en las planchas de bronce que no se encuentra disponible en la actualidad.
9. Véase Kirsten Nielsen, Yahweh as Prosecutor and Judge (Sheffield, England: JSOT, 1978); John W. Welch, “Benjamin’s Speech as a Prophetic Lawsuit,” in John W. Welch and Stephen D. Ricks, eds., King Benjamin’s Speech: “That Ye May Learn Wisdom” (Provo: FARMS, 1998), 225–32. Los pasajes bíblicos regularmente identificados que utilizan la forma literaria del juicio profético incluyen Isaías 1:2-3, 18-20; Jeremías 2:4-13; Miqueas 6:1-8; Oseas 4:1-3; y Malaquías 3:5.
10. John W. Welch, The Legal Cases in the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Press and the Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2008), 242.
11. Véase también 2 Nefi 27:14: “Por tanto, el Señor Dios procederá a sacar a luz las palabras del libro; y en la boca de cuantos testigos a él le plazca, establecerá su palabra; y, ¡ay de aquel que rechace la palabra de Dios!”.

Traducido por Central del Libro de Mormón