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KnoWhy #443

¿Por qué los autores del Libro de Mormón usaron Colofones?

octubre 17, 2018
KnoWhy #443
The Bremner-Rhind Papyrus (305 BC) (El papiro Bremner-Rhind [350 a. C.]) a través de The British Museum
The Bremner-Rhind Papyrus (305 BC) (El papiro Bremner-Rhind [350 a. C.]) a través de The British Museum
“Y sé que la historia que escribo es verdadera; y la escribo de mi propia mano, con arreglo a mis conocimientos”.
1 Nefi 11:25

El conocimiento

Comenzando por el trabajo pionero de Hugh Nibley,1 los eruditos han notado que el Libro de Mormón contiene lo que se designan colofones (de la palabra griega kolofōn, que significa “cumbre”, “cima” o “finalización”). “En la antigüedad”, un erudito explicó, “el inicio y/o final de un texto literario a menudo era marcado por colofones. Los colofones son superscripciones y subscripciones que contienen información acerca del texto publicado (destinatario, autor, escriba, tema, información cronológica, etc.)”.2 El colofón introductorio de Nefi es posiblemente el ejemplo más notable del uso de colofón en el Libro de Mormón. Después de resumir el contenido de su registro e identificarse a sí mismo tanto como escriba como autor del texto, Nefi comenzó su registro afirmando: (1) sus buenos padres y educación, (2) su educación y entrenamiento de escriba y (3) su confiabilidad como autor (1 Nefi 1:1-3).

Pero Nefi no fue el único autor del Libro de Mormón en usar colofones. Enós (Enós 1:1-2) y Mormón (Mormón 1:1) iniciaron sus registros con un colofón, mientras que Jacob (Jacob 7:27) incluyó un colofón al final de su registro. Mormón también utilizó colofones a lo largo de su compendio con el propósito de introducir citas textuales o casi textuales de varios textos fuentes originales.

Alma 5, por ejemplo, está precedida por un colofón introductorio: “Las palabras que Alma, el Sumo Sacerdote según el santo orden de Dios, proclamó al pueblo en sus ciudades y aldeas por todo el país”. Asimismo, las profecías de Samuel el lamanita a los nefitas registradas en Helamán 7-16 están introducidas con un simple colofón identificando al autor detrás del texto (Samuel) y un breve resumen de su contenido.3

El uso de colofones para señalar el inicio o el final de un texto se encuentra ampliamente en fuentes bíblicas, egipcias y mesopotámicas. Los libros proféticos de la Biblia a menudo comienzan con colofones, los cuales identifican al profeta e introducen brevemente el contexto histórico en el que estaba profetizado. Por ejemplo, el Libro de Isaías comienza: “Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y de Jerusalén en los días de Uzías, de Jotam, de Acaz y de Ezequías, reyes de Judá” (Isaías 1:1).4

En ocasiones los colofones bíblicos describen las profecías como viniendo literalmente “por la mano” (bĕ yad) del profeta (cf. Malaquías 1:1; Hageo 1:1), un rasgo compartido en textos mesopotámicos para identificar a quien copia (“por la mano de tal y tal”) y en los textos egipcios posteriores para indicar la autoría (“escrito de [su] propia mano”; cf. 1 Nefi 1:3).5

Como Nibley lo reconoció, el colofón de Nefi al principio de su registro comparte sorprendentes similitudes al colofón encontrado en un antiguo manuscrito egipcio llamado Bremner-Rhind Papyrus.6 Se podrían citar más similitudes con los textos egipcios. De hecho, los textos literarios egipcios a menudo terminan en un colofón corto y fórmico el cual certifica que el texto ha sido copiado correctamente o que es un colofón largo el cual incluye la identificación del escriba.7 Prefacios introductorios de textos de literatura egipcia a menudo incluían el nombre y los títulos del autor o tema de la narrativa.8 Estas y otras consideraciones llevaron a Nibley a concluir que el tipo de colofón que se ve en 1 Nefi 1:1-3 es “altamente característico de las composiciones egipcias”.9

El porqué

Nefi dijo que él escribió su registro “en el lenguaje de [su] padre, que se compone de la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios” (1 Nefi 1:2). Siendo este el caso, es razonable esperar que sus escritos deberían de llevar las marcas de la antigua literatura judeo-egipcia. La manera en que Nefi usa colofones cumple con esta expectativa notablemente bien. A medida que hay una clara evidencia (no disponible en los días de José Smith) de la influencia egipcia sobre la cultura literaria y escritura judía antes y durante el tiempo de Nefi,10  refuerza a su vez la historicidad del libro.

Además de esto, aprender a reconocer los colofones puede ayudar a los lectores a dar sentido a las narrativas complejas del Libro de Mormón. Esto es porque los colofones fueron utilizados en puntos estratégicos del texto para ayudar a los lectores a identificar ciertas fuentes que fueron citadas o cuando las voces del autor están cambiando de una a otra (tal como la de Mormón a Alma en Alma 5). Como lo explicó el erudito santo de los últimos días John A. Tvedtnes, los colofones “proporcionan una pista importante al proceso de escribir y compilar el [Libro de Mormón]”.11

La presencia de colofones en el Libro de Mormón testifica enérgicamente de los “grandes esfuerzos que hicieron los autores y editores para hacer el registro lo más claro posible”.12 Como alguien cuya alma se “deleita en la claridad” (2 Nefi 25:4), es completamente entendible, entonces, el por qué Nefi utilizaría colofones en su registro y por qué sus descendientes proféticos y escribas harían lo mismo.

Otras lecturas

Hugh Nibley, Lehi in the Desert/The World of the Jaredites/There Were Jaredites (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1988), 17–19.

John A. Tvedtnes, “Colophons in the Book of Mormon“, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1991), 32–37.

John A. Tvedtnes, “Colophons in the Book of Mormon“, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 13–16.

Thomas W. Mackay, “Mormon as Editor: A Study of Colophons, Headers, and Source Indicators“, Journal of Book of Mormon Studies 2, no. 2 (1993): 90­–109.

John A. Tvedtnes y David E. Bokovoy, “Colophons and Superscripts“, en Testaments: Links Between the Book of Mormon and the Hebrew Bible (Toelle, UT: Heritage Press, 2003), 107–116.

 

1. Hugh Nibley, Lehi in the Desert/The World of the Jaredites/There Were Jaredites (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1988), 17–19.
2. Csaba Barlogh, The Stele of YHWH in Egypt: The Prophecies of Isaiah 18–20 concerning Egypt and Kush (Leiden: Brill, 2011), 69. Compare esta definición con la de Leila Avrin, Scribes, Script, and Books: The Book Arts from Antiquity to the Renaissance (Chicago y London: American Library Association y The British Library, 1991), 79. “La tradición del colofón… floreció en la antigua Mesopotamia y en Egipto. La información del colofón y su composición variaban. Daba el título estándar, que son las palabras iniciales del libro, y el nombre del escriba, en ocasiones con su patronímico (que es el nombre personal que da el linaje del autor). Pocas veces se mencionaba el nombre del autor. Algunas veces el colofón verificaba que su edición era una copia verdadera del libro original, dando el nombre del escriba del prototipo, su fecha y propietario. Entonces la fecha de la copia sería dada junto con el nombre del patrón quien comisionó el libro y la naturaleza de la obra”.
3. Véase este y otros ejemplos identificados por John A. Tvedtnes, “Colophons in the Book of Mormon“, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1991), 32–37; “Colophons in the Book of Mormon“, en Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 13–17; Thomas W. Mackay, “Mormon as Editor: A Study of Colophons, Headers, and Source Indicators“,  Journal of Book of Mormon Studies 2, no. 2 (1993): 90­–109; John A. Tvedtnes y David E. Bokovoy, “Colophons and Superscripts“, en Testaments: Links Between the Book of Mormon and the Hebrew Bible (Toelle, UT: Heritage Press, 2003), 107–116.
4. Véase también Jeremías 1:1–3; Amós 1:1; Miqueas 1:1; Sofonías 1:1.
5. Karel van der Toorn, Scribal Culture and the Making of the Hebrew Bible (Cambridge, MA: Harvard University Press, 2007), 32; John Gee, “Were Egyptian Texts Divinely Written?” en Proceedings of the Ninth International Congress of Egyptologists, Orientalia Lovaniensia Analecta 150 (Leuvens: Peeters, 2007), 1:809. Sobre los colofones bíblicos en general, véase H. M. I. Gervaryahu, “Biblical Colophons: A Source for the ‘Biography’ of Authors, Texts and Books”, en Congress Volume Edinburgh, VTSup 28 (Leiden: Brill, 1975), 42–59; D. W. Baker, “Biblical Colophons: Gevaryahu and Beyond”, en Studies in the Succession Narrative: OTWSA 27 (1984) y OTWSA 28 (1985), ed. W. C. van Wyk (Pretoria: OTWSA, 1986), 29–61; Michael Fishbane, “Biblical Colophons, Textual Criticism and Legal Analogies”, Catholic Biblical Quarterly 42, no. 4 (1980): 438–449; Tvedtnes y Bokovoy, “Colophons and Superscripts“, 109–114.
6. Nibley, Lehi in the Desert, 17. La autoridad citada por Nibley (Raymond O. Faulkner, “The Bremner-Rhind Papyrus”, JEA 23 [1937]: 10) indica que, “estrictamente hablando”, el llamar la apertura de un texto como colofón en este caso es un “término equivocado” dado que el colofón mismo parece ser una adición posterior al manuscrito y no es una composición original. Sin embargo, Faulkner permite que se lo llame “colofón” en un sentido amplio. Compare los puntos de vista de Faulkner con los de Mark Smith, quien no considera inapropiado llamar a las líneas finales del manuscrito un colofón, a pesar de que se agregaron después del resto del texto. Véase Mark Smith, Traversing Eternity: Texts for the Afterlife from Ptolemaic and Roman Egypt (New York, NY: Oxford University Press, 2009), 120–121.
7. El colofón fórmico más común dice que el texto “está terminado desde su inicio a su final como se encuentra en la escritura” o simplemente “está terminado”. En P. Leningrado 1115 (La Historia del marinero náufrago), el colofón incluye el nombre del escriba: “[E]stá terminado desde su inicio a su final como se encuentra en el escrito. El escriba, excelente en sus dedos, Imeni, hijo de Imena”. Véase los ejemplos coleccionados y discutidos en Michela Luiselli, “The Colophons as an Indication of the Attitudes Towards the Literary Tradition in Egypt and Mesopotamia”, en Basel Egyptology Prize 1: Junior Research in Egyptian History, Archaeology, and Philology, ed. Susanne Bickel y Antonio Loprieno (Basel: Schwabe & Co., 2003), 346–347.
8. Por lo que las primeras líneas de la venerable historia de Sinuhe. “El noble hereditario y comandante, guardián y oficial de distrito de los estados de las tierras soberanas asiáticas, este querido amigo real, el seguidor Sinuhe, dijo: Yo era un seguidor quien seguía a su señor, un siervo del harén del rey y de la princesa hereditaria, gran alabanza, esposa del [rey] Senwosret en Khnumet-sut y la hija del [rey] Amenemhet en Ka-nofru, el poseedor de un estado honrado”. William K. Simpson, “The Story of Sinuhe”, en The Literature of Ancient Egypt: An Anthology of Stories, Instructions, Stelae, Autobiographies, and Poetry, ed. William Kelly Simpson, 3ra. ed. (New Haven, CT: Yale University Press, 2003), 55.
9. Nibley, Lehi in the Desert, 17.
10. Véase de manera general Adolf Erman, “Eine ägyptische Quelle der »Sprüche Salomos«”, Sitzungsberichte der preussischen Akademie der Wissenschaften 15 (1924): 86–93; D. C. Simpson, “The Hebrew Book of Proverbs and the Teachings of Amenophis”, Journal of Egyptian Archaeology 12, no. 3/4 (Oct. 1926): 232–239; Ronald J. Williams, “Some Egyptianisms in the Old Testament”, en Studies in Honor of John A. Wilson, ed. E. B. Hauser, Studies in Ancient Oriental Civilization 35 (Chicago, IL: The University of Chicago Press, 1969), 93–98; “‘A People Come Out of Egypt’: An Egyptologist looks at the Old Testament”, en Congress Volume Edinburgh, 231–252; Glendon E. Bryce, A Legacy of Wisdom: The Egyptian Contribution to the Wisdom of Israel (Lewisburg: Bucknell University, 1979). Orly Goldwasser, “An Egyptian Scribe from Lachish and the Hieratic Tradition of the Hebrew Kingdoms”, Tel Aviv 18 (1991): 248–253; David Calabro, “The Hieratic Scribal Tradition in Preexilic Judah”, en Evolving Egypt: Innovation, Appropriation, and Reinterpretation in Ancient Egypt, BAR International Series 2397, ed. Kerry Muhlestein y John Gee (Oxford, Eng.: Archaeopress, 2012), 77–85. Sobre el entrenamiento de escriba de Nefi en general, incluyendo el uso del egipcio, véase Brant A. Gardner, “Nephi as Scribe“, Mormon Studies Review 23, no. 1 (2011): 45–55.
11. John A. Tvedtnes, “Colophons in the Book of Mormon“, en Rediscovering the Book of Mormon, 37. Además, “el gran número de estas afirmaciones en relaciones tan complejas entre sí y en la estructura general del libro nos enseñan algo más. Hacen obvio que provengan de autores antiguos, no de José Smith”.
12. Tvedtnes, “Colophons in the Book of Mormon“, en Reexploring the Book of Mormon, 16.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón