/ KnoWhys

KnoWhy #66

¿Por qué Jacob compartió la alegoría de los olivos?

marzo 23, 2017
KnoWhy #66
Olivos en Tasos, Grecia. Imagen vía Wikipedia
“Y ahora bien, amados míos, ¿cómo será posible que estos, después de haber rechazado el fundamento seguro, puedan jamás edificar sobre él, para que sea la principal piedra angular?”
Jacob 4:17

El conocimiento

La excepcional alegoría de los olivos que se encuentra en Jacob 5 es precedida, en Jacob 4, por una larga explicación de Jacob sobre lo que él y sus colegas “sabía[n] de Cristo” (Jacob 4:4). Jacob luego cambió de hablar de “la expiación de Cristo, [el] Unigénito Hijo” (Jacob 4:11) a la idea de que para los judíos habrá un “tropiezo” y “rechazarán la roca sobre la cual podrían edificar y tener fundamento seguro” (Jacob 4:15). Aparentemente, Jacob estaba sacando estas ideas de, por lo menos, tres fuentes diferentes en las escrituras1 (i.e., las planchas de bronce o el Antiguo Testamento)—Salmos 118:22; Isaías 8:14–15; Isaías 28:16—de la siguiente manera:

Y ahora el Espíritu me impulsa a mí, Jacob, a profetizar… que a causa del tropiezo de los judíos [Isaías 8:14] ellos rechazarán la roca [Salmo 118:22] sobre la cual podrían edificar [Salmo 118:22] y tener fundamento seguro [Isaías 28:16]. Mas he aquí que esta roca, según las Escrituras, llegará a ser el grande, y el último, y el único y seguro fundamento [Isaías 28:16], sobre el cual los judíos podrán edificar [Salmo 118:22]. Y ahora bien, amados míos, ¿cómo será posible que estos, después de haber rechazado [Salmo 118:22] el fundamento seguro [Isaías 28:16], puedan jamás edificar sobre él, para que sea la principal piedra angular? [Salmos 118:22] (Jacob 4:15-17).

Christ in the Garden of Gethsemane
Heinrich Hofmann, 1890

El contexto del Salmo 118 y ambos pasajes de Isaías tienen dos principales cosas en común: (1) el contexto del templo, el edificio mismo (los cimientos, piedra angular, etc.), y (2) el Mesías. A la luz de este hecho, uno puede ver que Jacob estaba probablemente haciendo un bello y poderoso juego de palabras. La palabra hebrea que se usa para “hijo” en este pasaje es “ben”, mientras que la palabra hebrea para “piedra” es “eben” que suena similar.

Cuando Jacob se refiere a la piedra del tropiezo, se está refiriendo al mismo tiempo al Hijo de Dios, Jesucristo. Por otra parte, Jacob identifica a Cristo con el simbolismo de la piedra angular del fundamento del templo. Juntos, los pasajes hablan de los judíos que rechazan el “fundamento seguro” (Cristo) de su templo espiritual y tropiezan a causa de su rebelión, pero que después aceptarán a Cristo como “la principal piedra angular”.

Jacob terminó este segmento de sus enseñanzas con la siguiente pregunta para su pueblo:

Y ahora bien, amados míos, ¿cómo será posible que estos, [los Judíos], después de haber rechazado el fundamento seguro [Cristo] puedan jamás edificar sobre él, para que sea la principal piedra angular? (Jacob 4:17)

Esta pregunta conduce directamente al intento que hace Jacob para “aclara[r] este misterio” a su pueblo (Jacob 4:18) al compartir la alegoría del olivo del profeta Zenós.

El porqué

Los temas de la alegoría del olivo fueron revelados a Zenós y a otros profetas antiguos con el fin de guiar al pueblo de Israel, para revelarles lo que el Señor tenía reservado para ellos, y de cómo él los iba a redimir cuando se rebelaran y se fueran por un mal camino. Varias secciones del Antiguo Testamento registran cuantas veces Israel “tropezaba” y los esfuerzos que el Señor hacía, a través de sus profetas, para cuidar el fruto de Su viña.

Jacob temía que el pueblo nefita, que había huido de una cultura de ignorancia espiritual en Jerusalén, del mismo modo, fracasaría en entender los planes de Dios para la casa de Israel y no reconocería el papel esencial de Su Hijo Unigénito. Por esta razón, Jacob hizo un gran esfuerzo para enseñar a su pueblo el conocimiento revelado que él poseía sobre la misión expiatoria de Jesucristo.

La edición de 1830 del Libro de Mormón no tenía ninguna división entre los capítulos de Jacob 4 y 5. Sin ese salto de capítulo, los lectores pueden ver claramente cómo la explicación que Jacob da sobre la expiación y el rechazo del Hijo/piedra (ben/eben) lleva sencilla y apropiadamente a su recitación de la alegoría de los olivos. Esta alegoría ilustra cómo el Señor de la viña con ternura cuidaba de su “olivo” cultivado que estaba decayendo (que representa a la casa de Israel).  El Señor de la viña trabajó con sus siervos para eliminar todo el mal fruto.  Por lo tanto, el fruto natural llegó a ser bueno otra vez (un símbolo de la restauración o la salvación de la casa de Israel).

Jacob, en calidad de profeta-sacerdote, deja claro su propósito de utilizar la alegoría de Zenós a medida que habla con sus propias palabras proféticas en Jacob 6. Él pregunta al pueblo si rechazará estas “palabras que se han hablado en cuanto a Cristo” (Jacob 6:8). Él testifica que el Señor le dará a la casa de Israel otra, pero la última, oportunidad de aceptar a su Salvador.

Y el día en que el Señor de nuevo extienda su mano por segunda vez para recobrar a su pueblo será el día, sí, aun la última vez, en que los siervos del Señor saldrán con potestad de él para nutrir y podar su viña; y después de eso, pronto vendrá el fin (Jacob 6:2).

Jacob sabía que la profecía de Zenós aplicaba a su propio pueblo y a todos los que pertenecían, o pertenecerían, a la casa de Israel ya sea por nacimiento o adopción. Él por lo tanto clamó de caridad y preocupación sincera:

Por tanto, amados hermanos míos, os suplico con palabras solemnes que os arrepintáis y vengáis con íntegro propósito de corazón, y os alleguéis a Dios como él se allega a vosotros. Y mientras su brazo de misericordia se extienda hacia vosotros a la luz del día, no endurezcáis vuestros corazones (Jacob 6:5).

Esta invitación aún está misericordiosamente disponible para todos.

Otras lecturas

John Hilton III, “Old Testament Psalms in the Book of Mormon,” in Ascending the Mountain of the Lord: Temple, Praise, and Worship in the Old Testament (2013 Sperry Symposium), ed. Jeffrey R. Chadwick, Matthew J. Grey, and David Rolph Seely (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and Religious Studies Center, Brigham Young University, 2013), 291–311.

Brant Gardner, Second Witness: Analytical & Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. 6 (Salt Lake City: Greg Kofford Books, 2007), 518–19.

 

1. Las técnicas de enlazar las citas de textos anteriores en un nuevo mensaje es conocido como “intertextualidad”. Esta misma técnica—usando los mismos pasajes—es evidente en el Nuevo Testamento, en escrituras como 1 Pedro 2:6–7; Efesios 2:20–22; y Romanos 9:32–33. Jacob, sin embargo, usa los pasajes de una manera que es un poco diferente a como lo hacían los autores del Nuevo Testamento. Para más información sobre este concepto, véase Book of Mormon Central en Español, “¿A quién citó Nefi en 1 Nefi 22? (1 Nefi 22:1)KnoWhy 25 (30 de enero 2017).

Otros formatos

Compartir

Pinterest
Facebook
Twitter

Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón