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KnoWhy #597

¿Por qué fue necesario que Martin Harris pagara por la impresión del Libro de Mormón?

febrero 26, 2021
KnoWhy #597
El Libro de Mormón con una réplica de Grandin Printing Press en el Crandall Printing Museum. Imagen de Daniel Smith.
El Libro de Mormón con una réplica de Grandin Printing Press en el Crandall Printing Museum. Imagen de Daniel Smith.
“Y también te mando no codiciar tus propios bienes, sino dar liberalmente de ellos para imprimir el Libro de Mormón, el cual contiene la verdad y la palabra de Dios”
Doctrina y Convenios 19:26

El conocimiento

En el verano de 1829, cuando José Smith completó la traducción del Libro de Mormón, comenzó a centrar su atención en conseguir que el libro se imprimiera y se publicara al mundo. El primer paso fue asegurar los derechos de autor enviando la portada con el secretario del Distrito Norte del tribunal de Nueva York, lo cual hizo el 11 de junio de 1829, antes de que la traducción estuviera completa1.

Una vez terminada la traducción a finales de junio2, el siguiente paso fue encontrar un impresor que estuviera dispuesto a realizar el trabajo. Debido a que Martin Harris había previamente acordado que ayudaría a pagar la impresión3, participó directamente en las negociaciones con los impresores. Martin consultó primero con E. B. Grandin, un impresor local de Palmyra y editor del periódico Wayne Sentinel. Sin embargo, Grandin lo rechazó e intentó persuadir a Martin de no hipotecar su granja, lo que muchos consideraban “una especulación que sería una pérdida”4.

Luego, Martin y José fueron con Jonathan Hadley, quien era el editor del Palmyra Freeman y la competencia de Grandin en la ciudad. En 1829, Hadley era un impresor joven y novato que carecía de la experiencia que se necesitaba para hacer una impresión de gran tamaño como el Libro de Mormón. Pero Hadley pudo haberles recomendado que fueran a Rochester y contactaran a Thurlow Weed con quien había sido aprendiz anteriormente5.

De acuerdo con la historia escrita por Weed décadas después, José lo contactó primero por su cuenta y luego llevó a Martin a una segunda reunión para asegurarle que recibiría el pago por el trabajo de impresión. Al igual que Grandin, Weed intentó persuadir a Martin de que no financiara el proyecto6. Después de que Weed rechazara el trabajo, contactaron a Elihu Marshall, otro impresor en Rochester, y él accedió a tomar el trabajo7.

Sin embargo, la logística de realizar la impresión en Rochester, no era la más adecuada. Por lo tanto, José y Martin volvieron con E. B. Grandin. Esta vez, conscientes de que el libro se imprimiría a pesar de todo, Grandin accedió8. Ahora bien, preocupado por que el libro no se vendiera, Grandin quería asegurar el pago por adelantado. Estaba pidiendo $3000 [dólares] para imprimir y encuadernar 5000 copias. En una revelación, el Señor mandó a Martin a “no codiciar [sus] propios bienes, sino dar liberalmente de ellos para imprimir el Libro de Mormón, el cual contiene la verdad y la palabra de Dios” (DyC 19:26). Martín llegó a un acuerdo de pagar los $3000 en 18 meses, ofreciendo su granja como garantía el 25 de agosto de 18299.

Una vez resuelto, el proceso de impresión estaba en marcha. Desde finales de agosto de 1829 hasta gran parte de marzo de 1830, el Libro de Mormón se estaba diseñando, imprimiendo y encuadernando. A fin de evitar otro incidente como la pérdida de las 116 páginas, José hizo que Oliver Cowdery y Hyrum Smith volvieran a copiar el manuscrito. Este segundo manuscrito, comúnmente llamado el “manuscrito de la imprenta”, se utilizó para diseñar casi todo el Libro de Mormón. El 26 de marzo de 1830, el Libro de Mormón estaba disponible para venta10.

El porqué

Las reuniones de Martin y José con Grandin y otros impresores en el verano de 1829, fueron probablemente “la primera vez que Martin Harris o José Smith comprendieron plenamente la magnitud del costo”11. Cuando los distintos impresores explicaron la complicada y costosa naturaleza del proyecto, se negaron a participar en él e intentaron disuadir a Martin de que participara, es fácil entender por qué Martin se sintió abrumado ante la posibilidad de pagar un gasto tan grande.

Además, el año de 1829 “fue particularmente difícil desde el punto de vista económico” para los agricultores en el norte de Nueva York12. Por lo tanto, Richard E. Bennett señaló: “Los sacrificios financieros de Martin Harris para la impresión del Libro de Mormón no podrían haber llegado en un peor momento económico”13. No obstante, Martin obedientemente siguió las instrucciones del Señor y firmó el acuerdo con Grandin el 25 de agosto de 182914. Finalmente, Martin vendió alrededor de 61 hectáreas de tierra para cumplir con el contrato15.

Tal como Matthew McBride señaló: “Al hacerlo, confirmó su posición como el pilar financiero más importante del Libro de Mormón y, por lo tanto, de la Iglesia en sus primeros tiempos. Ninguno de los colaboradores más jóvenes y más pobres de José Smith podría haber aportado esa contribución crucial”16.

Una vez consientes de los riesgos que Martin Harris asumió personalmente al garantizar el financiamiento necesario para la impresión del Libro de Mormón, los lectores de hoy pueden entender sus dudas. Por lo tanto, es fácil entender por qué el Señor necesitaba convencerlo para que no codiciara o se aferrara a su propiedad. Martin respondió fielmente. Después de todo, había sido bendecido con manifestaciones poderosas de la veracidad del Libro de Mormón. Como uno de los Tres Testigos, había dado su testimonio “a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos a quienes llegare esta obra”. Por estas razones, las personas de todo el mundo pueden valorar y apreciar profundamente esta contribución de Martin Harris, que se considera indispensable y que corrobora el testimonio.

Otras lecturas

Susan Easton Black y Larry C. Porter, Martin Harris: Uncompromising Witness of the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Studies, 2018), 151–188.

Gerrit J. Dirkmaat y Michael Hubbard MacKay, “Joseph Smith’s Negotiations to Publish the Book of Mormon”, en The Coming Forth of the Book of Mormon: A Marvelous Work and Wonder, ed. Dennis L. Largey, Andrew H. Hedges, John Hilton III y Kerry Hull (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2015), 155–171.

Michael Hubbard MacKay y Gerrit J. Dirkmaat, From Darkness unto Light: Joseph Smith’s Translation and Publication of the Book of Mormon (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2015), 163–197.

Susan Easton Black y Larry C. Porter, “‘For the Sum of Three Thousand Dollars’”, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 2 (2005): 4–11, 66–67.

 

1. Véase John W. Welch, “The Miraculous Timing of the Translation of the Book of Mormon”, en Opening the Heavens: Accounts of Divine Manifestations, 1820–1844, 2da. ed., ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Press, 2017), 110. Véase también Nathaniel Hinckley Wadsworth, “Securing the Book of Mormon Copyright in 1829”, en Sustaining the Law: Joseph Smith’s Legal Encounters, ed. Gordon A. Madsen, Jeffrey N. Walker y John W. Welch (Provo, UT: BYU Studies, 2014), 41–42.
2. Véase Welch, “Miraculous Timing”, 114.
3. Véase Susan Easton Black y Larry C. Porter, Martin Harris: Uncompromising Witness of the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Studies, 2018), 152–154. Véase también Michael Hubbard MacKay y Gerrit J. Dirkmaat, From Darkness unto Light: Joseph Smith’s Translation and Publication of the Book of Mormon (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2015), 164, 183.
4. Véase Welch, “Miraculous Timing”, 114; MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 165–166. Para conocer los antecedentes de Grandin, véase Larry C. Porter, “Grandin, Egbert Bratt”, en Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 272.
5. Véase MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 166–168.
6. Véase Welch, “Miraculous Timing”, 114; MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 168–171.
7. Véase MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 171–174.
8. Véase MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 174–175.
9. Welch, “Miraculous Timing”, 114–115; Black y Porter, Martin Harris, 155–160. Véase también Susan Easton Black y Larry C. Porter, “‘For the Sum of Three Thousand Dollars’”, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 2 (2005): 4–11, 66–67.
10. Una de las principales fuentes de información del proceso de impresión es John Gilbert, a quien Grandin contrató para diseñar el libro. Véase Royal Skousen, “John Gilbert’s 1892 Account of the 1830 Printing of the Book of Mormon”, en The Disciple as Witness: Essays on Latter-day Saint History and Doctrine in Honor of Richard Lloyd Anderson, ed. Stephen D. Ricks, Donald W. Parry y Andrew H. Hedges (Provo, UT: FARMS, 2000), 383–405. Véase también MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 199–223.
11. MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 165.
12. Richard E. Bennett, “‘A Very Particular Friend’: Luther Bradish”, en Approaching Antiquity: Joseph Smith and the Ancient World, ed. Lincoln H. Blumell, Matthew J. Grey y Andrew H. Hedges (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2015), 68.
13. Bennett, “A Very Particular Friend”, 68–69.
14. Para conocer información adicional sobre DyC 19, véase MacKay y Dirkmaat, From Darkness unto Light, 181–197.
15. Véase Black y Porter, Martin Harris, 200–202, 225–225.
16. Matthew McBride, “La contribución de Martin Harris”, en Revelaciones en contexto: Los acontecimientos de trasfondo de las revelaciones de Doctrina y Convenios, ed. Matthew McBride y James Goldberg (Salt Lake City, UT: 2016), 8.

Traducido por Central del Libro de Mormón