/ KnoWhys

KnoWhy #143

¿Por qué fue la deserción zoramita tan desastrosa?

junio 23, 2017
KnoWhy #143
Imagen vía lds.org
Y así los zoramitas y los lamanitas empezaron a hacer preparativos para la guerra contra el pueblo de Ammón y también contra los nefitas.
Alma 35:11

El conocimiento

Al final de Alma 30, el Libro de Mormón informa que un grupo de disidentes nefitas, conocidos como los zoramitas,1 fueron responsables de la muerte de Korihor (Alma 30:59).2 Después de recibir noticias de que “los zoramitas estaban pervirtiendo las vías del Señor”,3 Alma reunió a un grupo de misioneros de élite para “predicarles la palabra de Dios” (Alma 31:1, 7). Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por recuperar a estos apóstatas, los zoramitas “desterra[ban] del país” a cualquiera que creyera en las palabras de Alma y Amulek (Alma 35:6). El problema zoramita se convirtió inmediatamente en una serie de guerras en la tierra de Zarahemla.

Cuando el pueblo de Ammón tomó a estos creyentes exiliados, los zoramitas incitaron a los lamanitas a la ira, y juntos hicieron “preparativos para la guerra contra el pueblo de Ammón y también contra los nefitas” (Alma 35:11). Mientras que Alma y los nefitas “temían en gran manera que los zoramitas establecieran relaciones con los lamanitas, y resultara en una pérdida muy grande para los nefitas” (Alma 31:4), los zoramitas se sentían claramente amenazados por el esfuerzo misionero de Alma y sus compañeros, “porque destruía sus artimañas” (Alma 35:3). Como Brant Gardner explicó acertadamente:

La religión proporcionó los fundamentos formales y la presentación externa de la estructura política. En el caso zoramita, todo el propósito y fin de la estructura religiosa-política era mantener una jerarquía social. Los principios igualitarios del evangelio, si se adoptaban, habrían destruido la estructura social y política de los zoramitas (sin mencionar su religión).4

En última instancia, la deserción zoramita fue un catalizador importante durante siete años de conflictos armados entre los nefitas y los lamanitas, a los que se refiere a menudo como los capítulos de guerra del libro de Alma. 5 Esas guerras fueron dirigidas por Amalickíah y su hermano Ammorón y sus principales capitanes, todos los cuales eran zoramitas (Alma 48:5, Alma 54:23).

Las pistas geográficas dentro del Libro de Mormón pueden ayudar a los lectores a entender por qué este giro de acontecimientos fue tan desastroso. Los “zoramitas se habían reunido en una tierra que llamaban Antiónum, situada al este de la tierra de Zarahemla, que se hallaba casi contigua a la costa del mar” (Alma 31:3). Con una presencia lamanita ya en el sur y el oeste (Alma 22:28), este desarrollo llevó a los nefitas a estar situados precariamente entre dos fuerzas principales de lamanitas.6

Tal situación no está exenta de precedentes de las escrituras. Durante el tiempo de Lehi, los líderes israelitas no tuvieron en cuenta las palabras de los profetas y, en consecuencia, estuvieron geográfica y políticamente atrapados entre dos grandes potencias mundiales—los egipcios al sur y los babilonios al norte. Actuando por temor y desafiando directamente el consejo profético de Jeremías, el rey Sedequías eligió aliar a Israel con Egipto.7 Esta mala decisión finalmente llevó a una invasión de Babilonia, que terminó con Sedequías siendo exiliado en Babilonia después de la ejecución de su familia (2 Reyes 25:7).8

El porqué

Al igual que el reino de Judá en el tiempo de Lehi, los nefitas eran vulnerables a las incursiones enemigas en dos frentes separados. Entender los altos desafíos que involucraron esta situación—es decir, tanto el valor de las almas entre los zoramitas como la necesidad de mantenerlos como aliados militares—pueden ayudar a los lectores a comprender mejor la gran tristeza de Alma después de que los zoramitas rechazaron su mensaje:

Y Alma estaba afligido por la iniquidad de su pueblo, sí, por las guerras, y la efusión de sangre y contiendas que existían entre ellos; y habiendo salido a declarar la palabra, o enviado para declarar la palabra a los habitantes de todas las ciudades, y viendo que el corazón del pueblo empezaba a endurecerse y a sentirse ofendido a causa de lo estricto de la palabra, su corazón se angustió en extremo (Alma 35:15).

Este episodio también demuestra la relación entre el bienestar político de una sociedad y el grado de atención que da a las palabras de los profetas. A medida que los conflictos militares se desarrollan en el Libro de Mormón, se hace cada vez más claro que la mayor amenaza a la civilización nefita fue la maldad y la disensión interna, en lugar de enemigos externos. En un comentario editorial, Mormón enfatizó más tarde que una de las preocupaciones del capitán Moroni “era hacer cesar aquellas contiendas y disensiones entre el pueblo; pues he aquí, esto había sido previamente una causa de toda su destrucción” (Alma 51:16).

Tal afirmación directa debería servir como una fuerte advertencia a las sociedades modernas cargadas con sus propios intereses sociales y sus intrigas políticas. La justicia social solo puede lograrse cuando todas las personas respetan los derechos de unos y otros de la libertad religiosa y la dignidad mutua, y Sion solo se puede lograr cuando el pueblo fiel de manera unida atiende las palabras de los verdaderos mensajeros de Dios. Aunque los esfuerzos misioneros no siempre son exitosos, los lectores modernos están, como Alma, obligados todavía a “pr[obar] la virtud de la palabra de Dios” porque “había surtido un efecto más potente en la mente del pueblo que la espada o cualquier otra cosa” (Alma 31:5).

Otras lecturas

Parrish Brady and Shon Hopkin, “The Zoramites and Costly Apparel: Symbolism and Irony,” Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 40–53.

Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical & Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 4:488–494.

Stephen D. Ricks and William Hamblin, eds., Warfare in the Book of Mormon (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1990).

 

 

1. El Libro de Mormón menciona primero a los zoramitas como un grupo distinto en Jacob 1:13. En este caso temprano, los zoramitas parecen ser los desciendes directos de Zoram, que fue una vez sirviente de Labán. La siguiente mención de los zoramitas es Alma 30:59, que los describe como un grupo que se había “separado de los nefitas y habían tomado el nombre de zoramitas, por ser guiados por un hombre llamado Zoram”. Ammorón mencionó específicamente que él era un “descendiente de Zoram” (Alma 54:23 ), lo que sugiere fuertemente que había un vínculo familiar entre los primeros y los últimos grupos zoramitas. Para más información sobre los orígenes zoramitas, véase John A. Tvedtnes “Book of Mormon Tribal Affiliation and Military Castes,” in Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks and William J. Hamblin (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1990), 305–306; Sherrie Mills Johnson, “The Zoramite Separation: A Sociological Perspective,” Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 76.
2. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Korihor fue maldecido con mudez? (Alma 30:50)”, KnoWhy 138.
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Alma repitió el nombre del Señor diez veces mientras oraba? (Alma 31:26)”, KnoWhy 139.
4. Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical & Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 4:488–489.
5. Los zoramitas desempeñaron un papel importante en tres conflictos militares importantes: la batalla con Zerahemna y las dos guerras con los Amalickiahitas. Para más detalles sobre estos conflictos, véase John W. Welch and J. Gregory Welch, Charting the Book of Mormon, (Provo, UT: FARMS, 2007), chart 137, wars (guerras) 6–8. Para una discusión más completa sobre el papel de los grupos apóstatas en el Libro de Mormón, véase J. Christopher Conkling, “Alma’s Enemies: The Case of the Lamanites, Amlicites, and Mysterious Amalekites,” Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 115–117.
6. Para un comentario más detallado sobre la ofensiva militar de los lamanitas en esta región, véase, Second Witness, 4:566–568. Al principio del texto, Mormón provee información geográfica para ayudar a los lectores a comprender mejor la logística de las batallas que serán discutidas en los siguientes capítulos. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Mormón dio tantos detalles sobre geografía? (Alma 22:32),” KnoWhy 130 (8 de junio, 2017). Una declaración, en particular, ayuda a los lectores a reconocer un objetivo principal de la estrategia militar nefita: “Y sucedió que los nefitas habían poblado la tierra de Abundancia, desde el mar del este hasta el del oeste; y así los nefitas, en su sabiduría, habían cercado con sus guardias y ejércitos a los lamanitas por el sur, para que de ese modo no tuvieran más posesiones en el norte, y así no pudieran invadir la tierra hacia el norte” (Alma 22:33). La deserción zoramita, por lo tanto, planteaba una seria amenaza a los nefitas porque la tierra de Antiónum (donde residían los zoramitas) bordeaba la tierra de Jersón (véase Alma 31:3; 43:15; 43:22), y Jersón parecía ser una ruta militar estratégica hacia el norte de la tierra de Abundancia (Alma 27:22). Para un ejemplo de cómo los lamanitas intencionalmente se aprovecharon de múltiples frentes militares, véase Alma 52:10-14 .
7. Para las advertencias proféticas de Jeremías, véase Jeremías 25:28; 27:6–8, 11. Para la alianza no sancionada de Sedequías con los egipcios, véase Ezequiel 17:11–21.
8. El Libro de Mormón informa de la supervivencia de un hijo llamado Mulek. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Se ha encontrado un artefacto relacionado con el Libro de Mormón? (Mosíah 25:2),” KnoWhy 103 (8 de mayo, 2017). Véase también, Jeffrey R. Chadwick, “Has the Seal of Mulek Been Found?Journal of Book of Mormon Studies 12, no. 2 (2003): 72–83, 117–18.

Traducido por Central del Libro de Mormón