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KnoWhy #344

¿Por qué debemos velar y orar siempre?

abril 12, 2018
KnoWhy #344
Imagen por Book of Mormon Central
Imagen por Book of Mormon Central
“De cierto, de cierto os digo que debéis velar y orar siempre, no sea que el diablo os tiente, y seáis llevados cautivos por él. … y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, si es justa, creyendo que recibiréis, he aquí, os será concedida. Orad al Padre en vuestras familias, siempre en mi nombre, para que sean bendecidos vuestras esposas y vuestros hijos”.
3 Nefi 18:15, 20–21

Contexto y Contenido

Cuando Jesucristo instituyó la Santa Cena entre los nefitas, Él declaró: “Y haréis esto en memoria de mi cuerpo que os he mostrado… [y] de mi sangre… para que testifiquéis al Padre que siempre os acordáis de mí” (3 Nefi 18:7, 11). Cuando las personas hacen convenio de recordar siempre al Salvador, Jesús promete que si lo hacen “tendr[án] mi Espíritu para que esté con vosotros”.

En 3 Nefi 18:15, el Señor dio más instrucciones para cosas que sus discípulos deben hacer, las cuales les ayudarían a recordarle siempre. Les dijo que deben “velar y orar siempre”.

La palabra “velar” se utiliza muchas veces en las Escrituras, y especialmente por Jesús.1 En el Antiguo Testamento, está la imagen del atalaya, uno que permanecía en lo alto de una torre para que pudiera ver si los enemigos o ladrones se aproximaban y advertir a otros de su venida. Esta representación es llevada al Nuevo Testamento, donde Jesús amonestó a Sus discípulos a estar listos para Su segunda venida. Mateo 24:42, por ejemplo, dice: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.2

Dominio de la Doctrina 3 Nefi 18:15, 20-21. Infográfico por Book of Mormon Central

Dominio de la Doctrina 3 Nefi 18:15, 20-21. Infográfico por Book of Mormon Central

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En Apocalipsis 3:3, Jesús advirtió: “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y has oído; y guárdalo y arrepiéntete. Y si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. La palabra que más se utiliza para “velar” en el Nuevo Testamento griego es gregoreo, que significa “estar despierto”, “ser vigilante” o “vigilar”.

Jesús también usó estas ideas para advertir a Sus seguidores para que velaran de los malvados designios del diablo.3 Él les amonestó: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). Esto es muy similar a lo que Él dijo a los nefitas en 3 Nefi 18:15: “De cierto, de cierto os digo que debéis velar y orar siempre, no sea que el diablo os tiente, y seáis llevados cautivos por él”. Alma dio la misma advertencia al pueblo de Ammoníah en Alma 13:28. Les suplicó a velar y orar “incesantemente, para que no seáis tentados más de lo que podáis resistir”.

El consejo de “velar” a menudo va acompañado con la instrucción de “orar”. El Señor nos ha amonestado a que le invoquemos por medio de la oración desde los días de Adán y Eva (Moisés 5:4, 8; Génesis 4:26). El Señor pidió a los nefitas a “orar siempre”. En 3 Nefi 18:20-21, Jesús dio más consejos con respecto a la oración, incluyendo la promesa de que “cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, si es justa, creyendo que recibiréis, he aquí, os será concedida”. Él les indicó a los nefitas que debían “[orar] al Padre en vuestras familias, siempre en mi nombre, para que sean bendecidos vuestras esposas y vuestros hijos”.

Doctrinas y Principios

Cuando Jesús compartió los emblemas del sacramento con las personas del Libro de Mormón, hizo un convenio de que le recordaran siempre. La palabra “recordar” tiene un significado adicional en el hebreo del Antiguo Testamento que generalmente se tiene en el español moderno. La palabra hebrea para “recordar”, zakhor, también tenía el significado de prestar atención y obedecer, o actuar según lo que recuerdas.4

Es probable que esta sea la razón por la que Jesús, después de pedir a las personas que lo recordaran, les amonestara a hacer cosas específicas, incluyendo que continuaran participando de la santa cena y guardaran Sus mandamientos (3 Nefi 18:12-14). También les pidió “velar y orar siempre”. Hacer estas cosas les ayudaría a los creyentes a recordar siempre a Jesucristo y lo que había hecho por ellos.

Si estamos “velando” nos mantenemos “despiertos” y “vigilando”, evitando el mal y listos para el regreso de Jesús. También “advertimos” a otros de la necesidad de estar cerca de las enseñanzas del Salvador. El rey Benjamín enseñó a su pueblo la necesidad de velar por ellos mismos. Él amonestó:

Pero esto puedo deciros, que si no os cuidáis a vosotros mismos, y vuestros pensamientos, y vuestras palabras y vuestras obras, y si no observáis los mandamientos de Dios ni perseveráis en la fe de lo que habéis oído concerniente a la venida de nuestro Señor, aun hasta el fin de vuestras vidas, debéis perecer. Y ahora bien, ¡oh hombre!, recuerda, y no perezcas. (Mosíah 4:30)

Las Escrituras a menudo hablan de “dormir” en un sentido figurado en contraste con la palabra “velar”. Aquellos que están durmiendo en lugar de velar pueden ser tomados cautivos más fácilmente por Satanás. Lehi utilizó este concepto cuando dijo a sus hijos: “¡Oh que despertaseis; que despertaseis de ese profundo sueño, sí, del sueño del infierno, y os sacudieseis de las espantosas cadenas que os tienen atados!” (2 Nefi 1:13). De manera similar, necesitamos estar despiertos a las enseñanzas del Salvador para que no nos encontremos indignos para Su segunda venida. En Marcos 13:35-37, Jesús dijo:

Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

Orar siempre, como Jesús lo instruyó, también demuestra que siempre le estamos recordando a Él y a sus enseñanzas. Los creyentes se podrían preguntar cómo se espera que “siempre” estemos orando. Alma 34:27 nos ayuda a entender cómo esto es posible. Después de explicar que podemos orar en cualquier tiempo y en cualquier lugar, Amulek declaró que cuando no se está haciendo una oración, podemos “deja[r] que rebosen vuestros corazones, entregados continuamente en oración a él por vuestro bienestar, así como por el bienestar de los que os rodean”. En otras palabras, puedes comunicarte con tu Padre Celestial en tus pensamientos silenciosos.

El élder Lynn G. Robbins, autoridad general de los setenta, dijo esto acerca de 3 Nefi 18:15:

Esta súplica del Salvador para evitar la tentación consiste en dos actos de fe: velar y orar. La Guía de las Escrituras nos enseña que velar significa “Vigilar o estar de guardia”, lo cual es un sabio consejo para defendernos contra un enemigo muy real y siempre acechante. Y la consecuencia del sabio consejo del Salvador de orar para evitar la tentación es que, sin la oración, no tendremos la fuerza o la resistencia espiritual para ganar esta batalla por nuestra cuenta.5

Otras lecturas

Lynn G. Robbins, “Avoid It”, Brigham Young University 2013–2014 Speeches (17 Sep 2013), en línea en speeches.byu.edu.

Gary J. Coleman, “Lessons from the Old Testament: Watchmen of the Lord”, Ensign (Sep 2006), en línea en lds.org.

 

1. Véase, por ejemplo, Isaías 52:8; 56:10; 62:6; Jeremías 6:17; Ezequiel 3:17; 33:1–7; Mateo 24:42; 26:41; Marcos 13:33–37; 14:38; Lucas 21:36; 22:46; Apocalipsis 3:3; cf. DyC 101:45. Véase también Elder Gary J. Coleman, “Lessons from the Old Testament: Watchmen of the Lord,” Ensign, Septiembre 2006, en línea en lds.org.
2. Véase Mateo 24:42–51; Marcos 13:32–37.
3. También relacionado con el concepto de la Santa Cena, la noche de Pascua fue caracterizada como una noche para velar (Éxodo 12:42) y esa fue la noche cuando el Señor protegió a Israel del destructor y los liberó de Egipto. En los tiempos rabínicos posteriores había una discusión con respecto a lo que significaba velar o cuidar. “Según el Talmud, hay dos opiniones sobre lo que significa velar una noche: una es que aquella donde se está continuamente velando desde los seis días de la creación; la otra es que es ‘una noche bajo una constante protección en contra de los espíritus malignos’. La mayoría de los comentarios se inclinan hacia la última interpretación, como lo hace el Tárgum” (Monford Harris, Exodus and Exile: The Structure of Jewish Holy Days (Minneapolis: Fortress Press, 1992, 35). Note la referencia a la protección del diablo o Satanás (cf. 3 Nefi 18:15, 18).
4. Véase Book of Mormon Central en Español, ” ¿Por qué Helamán quería que sus hijos recuerden construir sobre la roca? (Helamán 5:12)“, KnoWhy 332 (Marzo 20, 2018). Nótese que Jesús también pidió a las personas a que “[edificaran] sobre [su] roca” (3 Nefi 18:11-12). Yosef H. Yerushalmi, Zakhor: Jewish History and Jewish Memory, 2nd ed., (New York, NY: Schocken Books, 1989), 107, como se cita en Louis Midgley, “To Remember and Keep: On the Book of Mormon as an Ancient Book”, en The Disciple as Scholar: Essays on Scripture and the Ancient World in Honor of Richard Lloyd Anderson, ed. Stephen D. Ricks, Donald W. Parry y Andrew H. Hedges (Provo, UT: FARMS, 2000), 95–137. Para más información sobre este tema, véase también Louis Midgley, “The Ways of Remembrance”, en Rediscovering the Book of Mormon, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1991), 168–176; Louis Midgley, “‘O Man, Remember, and Perish Not’ (Mosiah 4:30)”, en Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 127–129.
5. Lynn G. Robbins, “Avoid It”, Brigham Young University 2013–2014 Speeches (17 Sep 2013), accedido en línea en speeches.byu.edu.

Traducido por Central del Libro de Mormón