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KnoWhy #124

¿Por qué Alma y Amulek predicaban en sinagogas?

junio 1, 2017
KnoWhy #124
Las ruinas de una antigua sinagoga en Capernaúm del siglo IV a. C. Imagen vía Wikimeida Commons
“Y Alma y Amulek salieron a predicar el arrepentimiento al pueblo en sus templos, y en sus santuarios, y también en sus sinagogas, las cuales se habían construido a la manera de los judíos”
Alma 16:13

El conocimiento

Junto con los templos y santuarios, el Libro de Mormón menciona las sinagogas como parte de la arquitectura religiosa de la cultura nefita, principalmente durante la era del gobierno de los jueces.

Cuando Alma y Amulek regresaron de Ammoníah a la tierra de Zarahemla, “salieron a predicar el arrepentimiento al pueblo en sus templos, y en sus santuarios, y también en sus sinagogas, las cuales se habían construido a la manera de los judíos” (Alma 16:13). Al mismo tiempo, en las tierras del sur, las sinagogas fueron construidas especialmente por los amlicitas “según la orden de los nehores” (Alma 21:4, 16).1 Al norte, los apóstatas zoramitas construyeron su famoso Rameúmptom “en el centro de su sinagoga” en la tierra de Antionum (Alma 31:13, 32:1-3,12). Cuando los nefitas se movieron más al norte después de las guerras de la mitad del primer siglo, ellos continuaron construyendo sinagogas, junto con templos y santuarios (Helamán 3:9,14).2

La palabra sinagoga es de origen griego, y básicamente significa “asamblea” o “reunión”. La palabra aparece más de 200 veces en el Antiguo Testamento en griego (conocido como al Septuaginta), traducido comúnmente al español como “congregación”. Aunque esta palabra suele referirse a la misma asamblea, y no a un edificio, puede en ocasiones tener connotaciones de espacio, como cuando es usada como sinónimo de “campamento”.

Palabras equivalentes en el hebreo de la Biblia incluyen “congregación” (edah) y “asamblea” (qahal).3 La sinagoga del judaísmo moderno (el centro cultural y religioso donde los judíos se reúnen para leer la Torá y participar en actividades sociales) es el resultado de siglos de evolución. Aunque sus orígenes están “envueltos en misterio”, según un erudito destacado, la sinagoga tiene sus raíces en el período bíblico.4

“Debido a la escasez de fuentes, las opiniones han variado ampliamente en cuanto a cuándo, dónde y por qué se desarrolló la sinagoga”.5 La estructura y función de la sinagoga moderna parece haber evolucionado principalmente durante y después del tiempo de Jesús. Dicho esto, algunos académicos reconocen un precedente anterior para la idea básica, al menos, de la sinagoga (un lugar de reunión) que se remonta a la época anterior al cautiverio babilónico (586 a. C.).6

Del trabajo académico no mormón sobre este tema, un erudito Santo de los Últimos Días, William J. Adams Jr., observó cómo “las sinagogas posteriores reflejan de cerca la arquitectura de las cámaras de la puerta” durante este período temprano de la historia israelita. “Es posible que cámaras salas fueran las sinagogas originales”. De hecho, algunos “pasajes bíblicos… indican que la puerta de la ciudad y sus alrededores eran el eje de la vida de una comunidad”, incluyendo el mercado, la corte general, la corte real y los lugares de adoración.7

Como tal, es posible que “antes del cautiverio [babilónico], las actividades sociales de una ciudad o ciudades se centraran alrededor de la puerta de la ciudad, y parece razonable que estas actividades sociales incluyeran la adoración durante el día de reposo en una sala de la puerta parecido a sinagogas posteriores y funcionaba de manera similar”.8 A. Keith Thompson explicó recientemente: “Las sinagogas eran edificios públicos que se desarrollaron cuando la arquitectura de la de la puerta de la ciudad cambió y como las ciudades y aldeas de Israel llegaron a ser lo suficientemente afluentes como para permitir la construcción de edificios monumentales”.9

Las sinagogas en el Libro de Mormón eran vitales para la cultura de adoración de los pueblos del Libro de Mormón. Sin embargo, no parecen haber tenido mucha función social más allá de esto. Como explicó Adams, las sinagogas del Libro de Mormón se enfocaron principalmente en proveer lugares de adoración pública, enseñanza y oración.

Varios pasajes posteriores [en el Libro de Mormón] describen a visitantes predicando y enseñando en las sinagogas. Las discusiones públicas sobre los temas de las escrituras en las sinagogas eran evidentemente una parte de esa enseñanza y predicación. La oración aparentemente también es parte de la adoración, porque en Alma 31:12-14 Alma se asombró de la forma de las oraciones zoramitas, no al hecho de que ofrecieron oraciones en sus sinagogas.10

El porqué

Algunos se han preguntado cómo el pueblo del Libro de Mormón podría haber sabido de sinagogas si no se empezaron a usar comunmente hasta un tiempo después de que Lehi salió de Jerusalén. 11 Lo que es importante tener en cuenta es que, en su significado más básico, “sinagoga” tanto en el hebreo antiguo como en el griego simplemente significaba un lugar de reunión. Es posible que cualquier edificio, estructura o lugar designado que funcionara como un lugar de adoración nefita podría calificar como una sinagoga. Además, en los días de José Smith “sinagoga” significaba “una congregación o asamblea de judíos reunidos con el propósito de adorar o realizar ritos religiosos”.12

Por consiguiente, no es necesario suponer que los lugares o instituciones designados como sinagogas en el Libro de Mormón eran idénticos a lo que más tarde evolucionó a ser la moderna institución judía. Tal como el templo que Nefi construyó “según el modelo del templo de Salomón”, las sinagogas del Libro de Mormón fueron construidas “a la manera de los judíos”.13 Esto se puede entender fácilmente como significando que las sinagogas nefitas solamente funcionaron como lugares de adoración y asamblea del día de reposo, y no necesariamente que fueron construidas o funcionaban idénticamente como sinagogas del Viejo Mundo.14

Al comprender la naturaleza de las sinagogas en el Libro de Mormón, los lectores pueden apreciar mejor la dedicación por parte de Alma y sus fieles hermanos. Estaban dispuestos a impartir la palabra de Dios a tantas personas como fuera posible, aprovechando cualquier oportunidad para predicar. Esto incluía la predicación valiente en las estructuras religiosas de sus oponentes, entrando, por así decirlo, en territorio enemigo para declarar una doctrina competitiva.

Víctor L. Ludlow ha sugerido que “la costumbre del diálogo abierto era una parte de la práctica de la sinagoga en el Libro de Mormón”, basado en el hecho de que a Alma se le permitió predicar en asambleas no nefitas.15 Esto explicaría por qué Alma y Amulek fueron a las sinagogas públicas, así como a los lugares privados en sus esfuerzos misionales. Querían utilizar cualquier lugar en el que pudieran dirigir la atención de su audiencia hacia aquel que en el futuro predicaría el evangelio del reino en sinagogas (Mateo 4:23; Lucas 4:16-30).

Otras lecturas

A. Keith Thompson, “Nephite Insights into Israelite Worship Practices Before the Babylonian Captivity,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 3 (2013): 155–195.

William J. Adams Jr., “Synagogues in the Book of Mormon,” Journal of Book of Mormon Studies 9, no. 1 (2000): 4–13, 76.

John W. Welch, “Synagogues in the Book of Mormon,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 193–195.

 

 

1. Para más información sobre los misteriosos amlicitas, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué desaparecieron los amlicitas? (Alma 2:11)”, KnoWhy 109 (15 de mayo 2017).
2. Los lectores deben ser cautelosos para definir y entender cuidadosamente la manera en que el Libro de Mormón usa estas palabras y frases, y deben ser cuidadosos de no imponer definiciones modernas culturalmente heredadas sobre los pueblos del Libro de Mormón. Por ejemplo, sobre la antigua definición de la palabra templo y sobre las funciones típicas de los templos antiguos, véase de manera general Hugh Nibley, “The Meaning of the Temple,” in Temple and Cosmos, The Collected Works of Hugh Nibley: Volume 12 (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 1–41; John M. Lundquist, “What is a Temple? A Preliminary Typology,” in Temples of the Ancient World: Ritual and Symbolism, ed. Donald W. Parry (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1994), 83–117.
3. Theological Dictionary of the New Testament, ed. Gerhard Friedrich (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1971), 7:802–805.
4. Lee Levine, “Synagogue,” in The Oxford Companion to the Bible, ed. Bruce M. Metzger and Michael D. Coogan (New York, NY: Oxford University Press, 1993), 721–724, cita en 722. La literatura académica sobre los orígenes de la antigua sinagoga es extensa. Véase de manera general “The Origin of the Synagogue,” Proceedings of the American Academy for Jewish Research 1 (1928–1930): 49–59; J. Weingreen, “The Origin of the Synagogue,” Hermathena 98 (1964): 68–84; Lee I. Levine, “The Nature and Origin of the Palestinian Synagogue Reconsidered,” Journal of Biblical Literature 115, no. 3 (1996): 425–448; Steven Fine, Sacred Realm: The Emergence of the Synagogue in the Ancient World (New York, NY: Oxford University Press, 1996); Anders Runesson, The Origins of the Synagogue: A Socio-Historical Study, Coniectanea Biblica New Testament Series 37 (Carolinasalen, Kungshuset, Lundagård: Almqvist & Wiksell International, 2001); Lee I. Levine, The Ancient Synagogue: The First Thousand Years (New Haven, Conn: Yale Universtiy Press, 2005); Anders Runneson, Donald D. Binder, and Birger Olsson, The Ancient Synagogue from its Origins to 200 C.E. (Leiden: Brill, 2008).
5. Levine, “Synagogue,” 722.
6. Véase el resumen proveído por A. Keith Thompson, “Nephite Insights into Israelite Worship Practices Before the Babylonian Captivity,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 3 (2013): 155–195.
7. William J. Adams Jr., “Synagogues in the Book of Mormon,” Journal of Book of Mormon Studies 9, no. 1 (2000): 7.
8. Adams, “Synagogues in the Book of Mormon,” 7.
9. Thompson, “Nephite Insights into Israelite Worship Practices Before the Babylonian Captivity,” 159.
10. Adams, “Synagogues in the Book of Mormon,” 11, citas de las escrituras removidas.
11. Ross Anderson, Understanding the Book of Mormon: A Quick Christian Guide to the Mormon Holy Book (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2009), 70.
12. Véase Webster’s 1828 dictionary, en línea https://1828.mshaffer.com.
13. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Los antiguos Israelitas construyeron templos fuera de Jerusalén? (2 Nefi 5:16)“, KnoWhy 31 (8 de febrero 2017)
14. Véase el comentario por Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 4:253–256. Gardner señala que es muy improbable que las sinagogas nefitas hayan permanecido inalterables. A medida que los nefitas se integraron con las culturas del Nuevo Mundo, su arquitectura, incluyendo su arquitectura sagrada, sin duda habría evolucionado con el tiempo, aunque la función esencialmente hubiera permanecido igual.
15. Victor L. Ludlow, “Synagogue(s),” in Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 749.

Traducido por Central del Libro de Mormón