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KnoWhy #672

¿Cómo nos guía la parábola de las diez vírgenes en la vida?

mayo 25, 2023
KnoWhy #672
Las diez vírgenes. Ilustración de Jorge Cocco
"Las diez vírgenes", de Jorge Cocco, muestra a las vírgenes prudentes de la parábola de Jesús, con aceite en sus lámparas y vasijas, y a las vírgenes incensatas, que no estaban preparadas con aceite.
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio”.
Mateo 25:1

El conocimiento

Cuando Jesús enseñaba sobre el monte de los olivos que se encuentra en Mateo 24-25, Él dijo a Sus discípulos una parábola de las “diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas” (Mateo 25:1–2). Esta parábola inmediatamente sigue una sombría advertencia de los eventos que precederán la destrucción de Jerusalén así como también el eventual regreso de Jesús a la tierra. Por lo tanto, esta parábola se comprende mejor en el contexto de la guía de Jesús de “[v]elad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor” (Mateo 24:42).

En la parábola, diez vírgenes esperaban a que el novio llegara y recogiera a su novia. En consecuencia, esta parábola “describe las prácticas reales de las bodas en el antiguo Israel”1. John y Jeannie Welch explicaron: “El novio y sus amigos venían a buscar a la novia en su casa. Allí, las damas de honor honrarían a la pareja y acompañarían a la comitiva hasta el lugar donde se celebraría la ceremonia y el banquete de bodas”2. Estas damas de honor llevaban pequeñas lámparas de aceite encendidas mientras seguían al novio y a la novia.

Sin embargo, solo cinco de las vírgenes fueron prudentes y llevaron suficiente aceite para sus lámparas y una pequeña reserva adicional. Las otras cinco vírgenes no llevaron ninguna reserva, por lo que cuando el novio se retrasó, descubrieron que no tenían suficiente aceite para pasar la noche. Cuando alguien gritó: “He aquí el novio viene; salid a recibirle”, estas vírgenes tuvieron que ir a comprar más aceite antes de llegar tarde a la fiesta de bodas, donde finalmente se les negó la entrada” (véase Mateo 25:6–12).

Los eruditos han señalado que el aceite de olivo que se utiliza para estas lámparas puede tener varios significados. Por ejemplo, John Tvedtnes señaló en una ocasión: “Tanto en las Escrituras como en las primeras tradiciones cristianas, el aceite de olivo es un símbolo del Espíritu Santo. Esto se debe a que el Espíritu Santo provee de nutrición espiritual, luz y consuelo, tal como el aceite de olivo era empleado en el antiguo cercano Oriente como comida, luz y para ungir”3. Además, las primeras tradiciones judías y cristianas vinculan los árboles de olivo con el árbol de la vida en Edén, por lo que el aceite de olivo tiene propiedades sagradas relacionadas con la vida eterna4.

Cuando el aceite de oliva se ve desde esta perspectiva, la parábola adquiere un nuevo significado y da contexto a la negativa de las vírgenes prudentes a compartir su precioso aceite con sus amigos (véase Mateo 25:9). Las cinco vírgenes prudentes no solamente tenían suficiente aceite de olivo para llenar sus lámparas sino también llevaban aceite extra con ellas en un recipiente. En otras palabras, estas cinco vírgenes tenían la guía del Espíritu Santos con ellas, y estaban preparadas para tener su influencia guiando sus acciones continuamente mientras el novio llegaba5. Tal interpretación también es apoyada por la revelación moderna. En Doctrina y Convenios 45, el Señor reveló que la parábola sería cumplida “cuando yo venga en mi gloria”, declarando que “son prudentes y han recibido la verdad … y han tomado al Santo Espíritu por guía, y no han sido engañados” (DyC 45:56-57)

Mas tarde, el Señor también comparó a las vírgenes prudentes y a las insensatas: “Y hasta aquella hora habrá vírgenes insensatas entre las sensatas; y en esa hora se hará una separación completa de los justos y los malvados” (DyC 63:54). El Señor deja claro en sus revelaciones al profeta José Smith que con el propósito de ser visto como una de las vírgenes sensatas en esta parábola, debemos recibir el evangelio, tener con nosotros el Espíritu Santo, y continuar haciendo buenas obras.

Las vírgenes insensatas, dicho de manera sencilla, son quienes no se han preparado adecuadamente para entrar en la presencia del Señor cuando Él venga de nuevo. No mantuvieron la presencia del Espíritu Santo en Sus vidas y esperaron hasta que fue demasiado tarde para arrepentirse y buscar Su presencia. Por eso el Señor les dijo: “De cierto os digo, que no me conocéis… ” (TJS, Mateo 25:12). El tema de entrar a en la presencia del Señor en el último día está presente en otras parábolas pronunciadas por Jesús. Una de esas parábolas se encuentra en Mateo 22 y suele llamarse la parábola de las bodas. En esta parábola, la Segunda Venida se relaciona de nuevo con la celebración de una boda. Cuando ciertos individuos rechazan la invitación a acudir a la celebración o llegan habiendo rechazado el traje de bodas ofrecido por el rey, son expulsados de la presencia del Señor (véase Mateo 22:2-12)6.

Tanto la parábola de las diez vírgenes como la del banquete de bodas dejan claro que necesitamos estar anhelosamente consagrados en buenas obras. No podemos esperar entrar en la presencia del Señor si estamos mal preparados y no nos hemos arrepentido de nuestros pecados. Como señalan los Welch, “ambas parábolas son, por tanto, historias con moraleja para todos los discípulos: mira tu propia vida y tu comportamiento, y dedícate anhelosamente a las buenas causas por tu propia voluntad y elección”7.

El porqué

La parábola de las diez vírgenes nos da cuidadosas instrucciones sobre la preparación para la Segunda Venida del Señor Jesucristo. Aunque no podemos saber con certeza cómo se desarrollarán los acontecimientos, se nos ha dicho lo que debemos esperar antes de ese acontecimiento gozoso. De ahí que el Salvador nos diga: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:13).A medida que continuamos preparándonos para la Segunda Venida, podemos ver en esta parábola y la parábola de las bodas, advertencias terribles contras aquellos que no han vivido de una manera apropiada para la vida eterna. Aquellos que estén mal preparados y mal vestidos no serán admitidos en la presencia del Señor. Necesitamos el aceite del Espíritu Santo para que ilumine nuestro camino y nos guíe hacia el abrazo acogedor del Señor.

Como señaló el presidente Russell M. Nelson, no hay momento más apropiado al que se refiera esta parábola que el presente. Advirtió que “en los días futuros, no será posible sobrevivir espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante del Espíritu Santo”8. Cuando nos preparamos esforzándonos por seguir los mandamientos del Señor y hacer Su voluntad, seremos bendecidos con una mayor capacidad para reconocer la voluntad del Señor en nuestras vidas. Entonces podremos llenar nuestras lámparas con el aceite puro que viene a través de la fe en Cristo y guardando Sus mandamientos.

Otras lecturas

John W. Welch y Jeannie S. Welch, The Parables of Jesus: Revealing the Plan of Salvation (American Fork, UT: Covenant Communications, 2019), 140–149.

John A. Tvedtnes, “Olive Oil: Symbol of the Holy Ghost”, en The Allegory of the Olive Tree: The Olive, the Bible, and Jacob 5, ed. Stephen D. Ricks y John W. Welch (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1994), 427–459.

David A. Bednar, “Vístete de tu poder, oh Sion”, Conferencia general, octubre de 2022.

1. John W. Welch y Jeannie S. Welch, The Parables of Jesus: Revealing the Plan of Salvation (American Fork, UT: Covenant Communications, 2019), 142.
2. Welch y Welch, Parables of Jesus, 142.
3. John A. Tvedtnes, “Olive Oil: Symbol of the Holy Ghost”, en The Allegory of the Olive Tree: The Olive, the Bible, and Jacob 5, ed. Stephen D. Ricks y John W. Welch (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1994), 427.
4. Véase Tvedtnes, “Olive Oil”, 429–430.
5. Véase Welch y Welch, Parables of Jesus, 142.
6. Esta parábola fue analizada recientemente por David A. Bednar, “Vístete de tu poder, oh Sion”, Conferencia general, octubre de 2022.
7. Welch y Welch, Parables of Jesus, 145.
8. Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Conferencia general, abril de 2018.

Traducido por Central del Libro de Mormón