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KnoWhy #721

¿Cómo comparó Nefi el mirar a Cristo con el mirar a la serpiente de bronce?

marzo 12, 2024
KnoWhy #721
Montaje de un fotograma de los vídeos del Libro de Mormón de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y un fotograma de un rodaje de Central de las Escrituras sobre Moisés y la estancia de los israelitas en el desierto.
Montaje de un fotograma de los vídeos del Libro de Mormón de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y un fotograma de un rodaje de Central de las Escrituras sobre Moisés y la estancia de los israelitas en el desierto.
“Y ahora bien, hermanos míos, he hablado claramente para que no podáis errar; y como vive el Señor Dios, que sacó a Israel de la tierra de Egipto, y dio poder a Moisés para sanar a las naciones después de haber sido mordidas por las serpientes ponzoñosas, si ponían sus ojos en la serpiente que él levantó ante ellas […] y como el Señor Dios vive, no hay otro nombre dado debajo del cielo sino el de este Jesucristo, de quien he hablado, mediante el cual el hombre pueda ser salvo”.
2 Nefi 25:20

El conocimiento

Basándose en las palabras de su padre y otros profetas anteriores, Nefi declaró: “[E]l Mesías viene seiscientos años a partir de la ocasión en que mi padre salió de Jerusalén; y según las palabras de los profetas, y también la palabra del ángel de Dios, su nombre será Jesucristo, el Hijo de Dios” (2 Nefi 25:19)1. Luego testificó que así como el Señor proveyó los medios para sanar a los israelitas mordidos por las serpientes venenosas en el desierto “si ponían sus ojos en la serpiente que [Moisés] levantó ante ellas”, Él proveería el único medio de salvación eterna por medio de “este Jesucristo, de quien [había] hablado” (2 Nefi 25:20). De esta manera, comentó S. Kent Brown, “Nefi señaló el vínculo entre las acciones de Moisés y la expiación de Jesús”2.

A medida que Nefi continuaba testificando de Cristo, habló tres veces de mirar a Cristo en formas que hacen recordar a los israelitas mirando a la serpiente de bronce en Números 21:4-9 y otras tradiciones antiguas. Matthew Scott Stenson, que ha destacado estas alusiones verbales a la serpiente de bronce, observó: “Nefi […] identifica y desarrolla una comparación intertextual y un modelo o proyección [… que] enfatiza también la importancia de buscar la salvación en Jesucristo”3. Cada una de estas tres referencias se fortalece cuando se considera dentro del contexto del antiguo simbolismo y tradiciones judías y del Cercano Oriente, como se analiza a continuación.

1. Esperar hacia adelante con firmeza a Cristo

Cuando los hijos de Israel fueron mordidos por serpientes ardientes, el Señor prometió que “cualquiera que […] mire a [la serpiente de bronce], vivirá” (Números 21:8). Las tradiciones judías posteriores enfatizaron que no bastaba con “una mirada casual”, sino que el pueblo tenía que mirar con “una mirada larga e insistente” para ser curado de las mordeduras de serpiente4. De manera similar, Nefi enfatizó claramente que mientras su pueblo guardaba la ley de Moisés, ellos esperaban con “firmeza en Cristo, hasta que la ley sea cumplida”, y así fueron “vivificados en Cristo a causa de [su] fe” (2 Nefi 25:24-25; énfasis añadido).

2. Dónde acudir para la remisión de los pecados

En el relato bíblico, la palabra hebrea “serpiente ardiente” en Números 21:6 es serafín, y la serpiente de bronce se identifica como un seraf en hebreo en Números 21:8-9. Según LeGrand Davies, la raíz verbal de esta palabra significa “quemar” y se refiere principalmente a “limpiar, purificar o refinar objetos rituales, personas, ciudades, etc.”. De esta manera, Davies ha argumentado que las serpientes ardientes actuaban como agentes de purificación, limpiando el cuerpo de Israel en preparación para la entrada en la tierra prometida5. Solamente las personas que se arrepentían y miraban a la serpiente de bronce eran sanados, convirtiéndola en un símbolo no solo de curación, sino también de perdón de los pecados (Números 21:7-9).

De la misma manera, en Isaías—que Nefi acababa de citar—uno de los serafines angélicos desempeñó una función purificadora, poniendo un carbón encendido en los labios de Isaías y declarando: “[T]u iniquidad es quitada y borrado tu pecado” (Isaías 6:7; 2 Nefi 16:7)6. Como señaló Krystal V. L. Pierce: “Aquí, las características ardientes del serafín simbolizan la purificación y el refinamiento que resultaron del arrepentimiento de Isaías”7.

Al igual que los serafines de Números 21 e Isaías 6 sirvieron para purificar a individuos y comunidades del pecado y la iniquidad, los primeros nefitas hablaron, se regocijaron, predicaron y profetizaron sobre Cristo “para que [sus] hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados” (2 Nefi 25:26; cursiva añadida).

3. Mirar hacia adelante hacia la vida en Cristo

Como ya se ha señalado, el Señor prometió que “cualquiera que sea mordido y la mire, vivirá” (Números 21:8). Andrew C. Skinner explicó que en el antiguo Cercano Oriente la serpiente era vista “como portadora de salvación y dadora de vida eterna”8. El biblista Victor Hurowitz argumentó que Números 21 citaba juegos de palabras multilingües con las palabras hebreas para “serpiente” (nḥš) y “vivir” (ḥyh, ḥyy, ḥwh) y las palabras de sonido similar para “vivir” y “vida” en acadio (naʾāšu, nīšu) y “serpiente” en arameo (ḥwyʾ) para subrayar los poderes vivificantes manifestados a través de la serpiente de bronce9. En muchos mitos del antiguo Cercano Oriente, las serpientes eran símbolos de vida—incluyendo la vida después de la muerte10.

De manera similar, los primeros nefitas esperaban que al entender “que la ley ya no rige, miren ellos adelante hacia aquella vida que está en Cristo” (2 Nefi 25:27; énfasis agregado). Muchas generaciones más tarde, Nefi, hijo de Helamán, también enseñó: “[C]uantos miraren al Hijo de Dios con fe, teniendo un espíritu contrito, vivirán, sí, esa vida que es eterna” (Helamán 8:15; cursiva agregada). Alma también aludió al relato de la serpiente de bronce cuando instruyó a su hijo Helamán a “mirar a Dios y vivir”, añadiendo: “[S]i queremos mirar, podremos vivir para siempre”. (Alma 37:46–47)11. Pierce observó: “En casi todas las referencias al relato [de la serpiente de bronce], ya sea Moisés, Nefi, Alma o Nefi el hijo de Helamán, se hace hincapié en mirar para obtener la vida”12.

El porqué

Los detalles del simbolismo antiguo—y en particular cómo se utiliza ese simbolismo en el relato bíblico de la serpiente de bronce—iluminan formas sutiles y precisas en las que Nefi está relacionando tipológicamente a Cristo con la “serpiente que [Moisés] levantó” en el desierto (2 Nefi 25:20). Estas conexiones fueron hechas aún más explícitas por profetas nefitas posteriores, como Nefi hijo de Helamán, quien explicó: “Y así como [Moisés] levantó la serpiente de bronce en el desierto, así será levantado aquel que ha de venir. Y así como cuantos miraron a esa serpiente vivieron, de la misma manera cuantos miraren al Hijo de Dios con fe, teniendo un espíritu contrito, vivirán, sí, esa vida que es eterna” (Helamán 8:14-15).

Esta relación con las acciones de Moisés registradas en la Torah habría sido un medio especialmente importante y eficaz de comunicar al pueblo de Nefi por qué, aunque guardaban la ley de Moisés, “esperamos anhelosamente y con firmeza en Cristo, hasta que la ley sea cumplida”. Era a Cristo, y no a la ley, a quien podían “acudir para la remisión de sus pecados”, ya que la ley misma era una “muerte”, excepto como medio para indicar a la gente que “miren ellos adelante hacia aquella vida que está en Cristo” (2 Nefi 25:24-27). Ningún símbolo podría haber ilustrado más eficazmente este punto que la serpiente de bronce, un símbolo que representaba la vida y la vida eterna y tanto la curación física como la purificación espiritual del pecado.

Pero así como la “ley ya no rige” de la que hablaba Nefi, el símbolo de una serpiente de bronce en sí era impotente. No debía ser adorado como un ídolo como si, por sí mismo, tuviera el poder de curar. Era el poder del Señor el que se manifestaba en la curación de los israelitas, y fue, en última instancia, que vivieron porque se arrepintieron y siguieron las instrucciones de Jehová (Números 21:7-9). Algunos antiguos comentaristas judíos, así como los lectores alegóricos cristianos, entendieron esto y razonaron que la serpiente de bronce se alzaba en un asta como una invitación a mirar hacia lo alto, hacia Dios: “Siempre que Israel miraba a lo alto y sometía su corazón a su Padre celestial quedaba curado”13.

Asimismo, el Libro de Mormón invita a todos a “acudir a Dios para [vivir]” (Alma 37:47) y ofrece explicaciones que ayudan a comprender las implicaciones que subyacen al antiguo relato que se encuentra en Números 21:4-9. Es solo mirando a Jesucristo con fe firme y compromiso de vivir Su evangelio que todos, a través de Sus divinos poderes purificadores, “vivirán […] esa vida que es eterna” (Helamán 8:15). Como el mismo Señor Resucitado enseñó: “Mirad hacia mí, y perseverad hasta el fin, y viviréis; porque al que persevere hasta el fin, le daré vida eterna” (3 Nefi 15:9).

Otras lecturas

Scott Stenson, “‘Wherefore, for This Cause’: The Book of Mormon as Anti-type of the Brass Serpent”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 43 (2021): 291–318.

Krystal V. L. Pierce, “The Brazen Serpent as a Symbol of Jesus Christ: A Dichotomy of Benevolence and Admonition”, en I Glory in My Jesus: Understanding Christ in the Book of Mormon, ed. John Hilton III, Nicholas J. Frederick, Mark D. Ogletree y Krystal V. L. Pierce (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2023), 87–105.

Neal Rappleye, “Serpents of Fire and Brass: A Contextual Study of the Brazen Serpent Tradition in the Book of Mormon”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scripture 50 (2022): 217–298.

Andrew C. Skinner, “Serpent Symbols and Salvation in the Ancient Near East and the Book of Mormon”, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 2 (2001): 42–55, 70–71.

1. Compare 1 Nefi 10:4; 19:8. Véase también Central de las Escrituras, “¿Por qué dijo Nefi que un ángel había revelado el nombre de Jesucristo? (2 Nefi 25:19)”, KnoWhy 304 (febrero 2, 2018).2. S. Kent Brown, “Brazen Serpent”, en Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 172.
3. Scott Stenson, “‘Wherefore, for This Cause’: The Book of Mormon as Anti-type of the Brass Serpent”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 43 (2021): 309–311, citado en la pág. 309.
4. Louis Ginzberg, Legends of the Jews, 2 vols. (Philadelphia, PA: Jewish Publication Society, 2003), 1:748.
5. LeGrande Davies, “Serpent Imagery in Ancient Israel: The Relationship between the Literature and the Physical Remains” (PhD diss., University of Utah, 1986), 82–105, citado en la pág. 83.
6. Central de las Escrituras, “¿Por qué Isaías se refirió a las Huestes Celestiales como ‘Serafines’? (2 Nefi 16:1–2; Isaías 6:1–2)”, KnoWhy 645 (septiembre 19, 2022).
Véase también Neal Rappleye, “Serpents of Fire and Brass: A Contextual Study of the Brazen Serpent Tradition in the Book of Mormon”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scripture 50 (2022): 234–235.
7. Krystal V. L. Pierce, “The Brazen Serpent as a Symbol of Jesus Christ: A Dichotomy of Benevolence and Admonition”, en I Glory in My Jesus: Understanding Christ in the Book of Mormon, ed. John Hilton III, Nicholas J. Frederick, Mark D. Ogletree y Krystal V. L. Pierce (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2023), 91.
8. Andrew C. Skinner, “Serpent Symbols and Salvation in the Ancient Near East and the Book of Mormon”, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 2 (2001): 48.
9. Victor Avigdor Hurowitz, “Healing and Hissing Snakes: Listening to Numbers 21:4–9”, Scriptura 87 (2004): 284.
10. Rappleye, “Serpents of Fire and Brass”, 233–234.
11. Sobre cómo esta historia alude a la serpiente de bronce, véase Terrence L. Szink, “Nephi and the Exodus”, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 1991), 43–44; Kristian S. Heal, “‘Look to God and Live’”, Insights 26, no. 2 (2006): 2–3, 6.
12. Pierce, “The Brazen Serpent”, 102.
13. M. Rosh Hashanah 3:8, como se cita en Douglas W. Ullmann, “Moses’s Bronze Serpent (Numbers 21:4–9) in Early Jewish and Christian Exegesis” (PhD diss., Dallas Theological Seminary, 1995), 52; Compárense las págs. 55-56, 84, para conocer otras fuentes que utilizan un lenguaje similar para expresar un concepto parecido. Véase también Nili S. Fox, “Numbers: Introduction and Annotations”, en The Jewish Study Bible, 2da. ed., ed. Adele Berlin y Marc Zvi Brettler (New York, NY: Oxford University Press, 2014), 310, nota en 21.9. Entre las representaciones cristianas de la tipología de Cristo en la cruz y la serpiente ardiente colocada sobre un asta se encuentran las de la catedral de San Pedro de Salzburgo (Austria).Otras representaciones aparecen en iglesias y museos de todo el mundo.

Traducido por Central del Libro de Mormón