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KnoWhy #3

¿Hay errores en el Libro de Mormón?

diciembre 23, 2016
KnoWhy #3
“Y ahora bien, si hay una falla, es error de los hombres; por tanto, no condenéis las cosas de Dios”
Portada del Libro de Mormón, edición de 1830

El Conocimiento

La “portada” del Libro de Mormón, la cual fue traducida por José Smith1 termina con una intrigante explicación para un libro de escritura. “Y ahora bien, si hay una falla, es error de los hombres; por tanto, no condenéis las cosas de Dios, para que aparezcáis sin mancha ante el tribunal de Cristo”.2

El Libro de Mormón por sí mismo reconoce que no es un texto perfecto, algo en lo que los autores y compiladores del libro insistieron frecuentemente (1 Nefi 19:6; Mormón 8:12, 16-17; Mormón 9:31; Éter 12:23-25).

A pesar de que los principios del evangelio de Jesucristo contenidos en el Libro de Mormón siguen siendo correctos, el texto por sí mismo sufrió algunos problemas y dificultades no solamente en su registro inicial por los profetas antiguos, sino también en su transcripción, composición tipográfica y transmisión de una edición a otra en los últimos días.

Aun así, tal como Wilford Woodruff registró en 1841, “José dijo que el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios por seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro”.3

Muchos se han preguntado cómo puede ser esto, si es posible que se hayan hecho errores en la historia textual del libro. Hugh Nibley, un erudito Santo de los Últimos Días, contestó esa pregunta al distinguir entre el mensaje del Libro de Mormón y los “detalles mecánicos” de su impresión.

José Smith. . . proclamó que [el Libro de Mormón es] el libro más correcto sobre la tierra. ¿El más correcto en qué sentido? . . . ¿Qué debe entenderse por libro “correcto”? ¿Uno con sus márgenes distribuidos correctamente, encuadernación apropiada, con un índice útil y precisa paginación? Desde luego que no; esto tan solo constituye un cúmulo de simples detalles de carácter técnico, como podrían serlo también la puntuación, la ortografía e incluso la gramática—aquellos aspectos que los críticos del Libro de Mormón han abrazado en conjunto”.4

Royal Skousen con el facsímil del manuscrito original

Queda claro que el Libro de Mormón es el “libro más correcto sobre la tierra” porque al vivir y aplicar sus enseñanzas uno puede acercarse más a Dios que con las de cualquier otro libro.

En una revelación dada al profeta en 1832, el Señor explicó a los miembros de la Iglesia que “permanecerán bajo . . condenación hasta que se arrepientan y recuerden el nuevo convenio, a saber, el Libro de Mormón y los mandamientos anteriores que les he dado, no solo de hablar, sino de obrar de acuerdo con lo que he escrito” (Doctrina y Convenios 84:57).

Por lo tanto, lo “correcto” del Libro de Mormón, junto con otras escrituras sagradas, no se encuentra en ninguna supuesta perfección mecánica o verbal, sino más bien con el poder transformador que tiene en corregir y guiar las vidas de los lectores que siguen sus enseñanzas.

Dicho lo anterior, una revisión cuidadosa de los manuscritos y de las varias ediciones impresas del Libro de Mormón ayuda a los lectores a apreciar la verdadera integridad del texto. Este tipo de investigación académica del texto se llama un análisis “crítico”.

El trabajo de producir un “texto crítico” para el Libro de Mormón, o el descubrimiento de la historia textual del Libro de Mormón en inglés, ha sido particularmente provechosa de investigación académica para eruditos Santos de los Últimos Días. Los primeros trabajos realizados por los académicos abrieron camino para analizar cambios selectos dentro del Libro de Mormón en inglés durante la historia de transmisión.5

Royal Skousen, un profesor de lingüística e inglés en Brigham Young University, después de trabajar por más de 25 años, ha producido varios tomos extensos del texto crítico del Libro de Mormón.6

El trabajo de Skousen ha resultado en contribuciones tales como la publicación de las transcripciones del manuscrito original y la impresión del manuscrito del Libro de Mormón en 2001, su edición del Libro de Mormón de Yale University Press en el 2009, cuatro mil páginas de análisis de prácticamente todas las variantes textuales que no se tratan de gramática, y la publicación en el 2015 de la edición fotográfica del facsímile del manuscrito impreso del Libro de Mormón en Joseph Smith Papers.7

Con el trabajo de Skousen no solamente nos acercamos al texto original del Libro de Mormón tal como fue dictado por José Smith sino también podemos seguir, más cerca que nunca, cómo y cuándo los cambios y errores fueron hechos—de manera intencional o no—cuando el Libro de Mormón fue inicialmente copiado, compuesto tipográficamente e impreso entre 1829 y 1830.

El Por Qué

Este trabajo con el texto es útil e impresionante por muchas razones. Poder discutir todas las conclusiones del gran trabajo de Skousen va más allá del alcance de este breve tratado del tema. Sin embargo, en términos generales, además de hacer un registro de los cambios en el texto del Libro de Mormón, el trabajo de Skousen ha revelado tres descubrimientos importantes del texto del Libro de Mormón que valen la pena destacar. Skousen mismo lo explica en un artículo del año 2012:

He concluido que hay tres descubrimientos importantes como resultado del proyecto de texto crítico del Libro de Mormón. La primera es que José Smith recibió en el idioma de inglés el texto, palabra por palabra, el cual el leía a su escriba. El segundo descubrimiento es que el texto original del idioma inglés por sí mismo tenía una construcción muy precisa; donde el error textual ha ocurrido en su transmisión, la primera versión del texto suele ser el texto superior. El tercer descubrimiento es la identificación de 256 cambios en el texto que presentan una variación en el significado o en el deletreo de un nombre, cambios que saldrían en cualquier traducción del libro. Como resultado, estos descubrimientos me han permitido llegar a la conclusión de que un estudio riguroso del Libro de Mormón requiere el texto más preciso posible.8

Además de estos tres puntos, Skousen ha identificado hebraísmos no ingleses en el texto del Libro de Mormón, incluyendo hebraísmos en los primeros manuscritos del Libro de Mormón que luego fueron extirpados, aparentemente debido a la dificultad de las construcciones lingüísticas hebreas al inglés.9

Skousen y su colaborador de investigación, Stanford Carmack, también han argumentado que el lenguaje del inglés en el Libro de Mormón no se debe atribuir al inglés del siglo XIX de la época de José Smith, sino más bien usa modismos del período anterior del desarrollo del idioma inglés.10

El texto crítico que resultó del Libro de Mormón es indispensable para ayudar a los lectores a que comprendan la naturaleza del registro de los nefitas y la traducción del profeta. De los relatos históricos, José vio y metodológicamente dictó las palabras del texto a su escriba.11La evidencia línea por línea en el manuscrito, como lo muestra Skousen, confirma esta evidencia histórica y señala que se produjo una traducción del texto.12

El texto crítico ha sido de mucha ayuda no solamente a esclarecer pasajes confusos que fueron el resultado de errores de transcripción, sino también ha identificado y explicado pasajes donde los editores procuraron hacer mejoras estilísticas en el texto.

Un ejemplo de lo anterior se puede ver en las palabras de Moroni cerca del final de la portada del Libro de Mormón citado al principio de este artículo. Mientras que la edición de 1830 del Libro de Mormón decía: “si hay una falla, es error de los hombres”, la edición de 1837 del Libro de Mormón, editado por José Smith mismo, se enmendó para decir “si hay errores, son los errores de los hombres”.13Parece ser que el profeta hizo esta modificación para que el pasaje fuera más fácil de leer.14

Por último, el trabajo de Skousen muestra que el Libro de Mormón se produjo con gran cuidado y consistencia. Esto confirma lo que el Señor le dijo a Oliver Cowdery en junio de 1829, el mismo mes en que se completó la traducción del Libro de Mormón.15“He aquí, te he manifestado por mi Espíritu en varias ocasiones, que las cosas que has escrito son verdaderas; por tanto, sabes que son verdaderas. Y si sabes que son verdaderas, he aquí, te mando que confíes en las cosas que están escritas; porque en ellas se hallan escritas todas las cosas concernientes al fundamento de mi iglesia, mi evangelio y mi roca” (Doctrina y Convenios 18:2-4).

Las “cosas que [Oliver ha] escrito” mencionadas en este pasaje claramente incluyen el Libro de Mormón. Con el trabajo de Skousen, los Santos de los Ultimo Días tienen verificación junto con el testimonio del Espíritu que ellos ciertamente pueden “confiar” en el Libro de Mormón como un testigo confiable y una escritura sagrada con un fundamento sólido. “Errores se han metido en el texto”, Skousen reconoce, “pero ninguna falta interfiere significativamente con el mensaje [del Libro de Mormón] o su doctrina. Esos errores textuales nunca han impedido que los lectores del Libro de Mormón reciban su testimonio personal de su veracidad”. Como tal, “toda esta preocupación sobre el número de cambios [en el Libro de Mormón] es engañosa… La palabra de Dios todavía llega a través… del Libro de Mormón a pesar de los errores ocasionales de su transmisión”.16

Uno puede asegurarse de que la autenticidad del Libro de Mormón está apoyada tanto por el testimonio de los testigos de carne y sangre del Libro de Mormón, tales como Martin Harris y David Whitmer, así como también por el testimonio de los manuscritos de tinta y papel del Libro de Mormón.

Otras lecturas

Todo el Texto Crítico del Libro de Mormón se puede encontrar en esta página web de Book of Mormon Central y una nueva página web Book of Mormon Critical Text, como parte de BYU Studies. Véase también https://www.mormoninterpreter.com/author/royals/.

Para un resumen práctico de los descubrimientos más significativos del proyecto de texto crítico, véase Royal Skousen, “Some Textual Changes for a Scholarly Study of the Book of Mormon,”BYU Studies, 51 no. 4 (2012), 99–117.

 

 

1. JS History, 1838–1856, vol. A–1, 34, en línea en https://josephsmithpapers.org/ (accedida el 10 de septiembre de 2015). “Deseo manifestar aquí que la portada del Libro de Mormón es una traducción literal, tomada de la última hoja, del lado izquierdo de la colección o libro de planchas en las cuales se encerraba la historia que se ha traducido; que el lenguaje de toda la obra está dispuesto como todo escrito hebreo en general [es decir, de derecha a izquierda]; y que dicha portada en ningún sentido es composición moderna, ni mía ni de cualquier otro hombre que haya vivido o viva en esta generación… Pongo a continuación esa parte de la portada de la versión en inglés del Libro de Mormón, la cual constituye una traducción genuina y literal de la portada del Libro de Mormón original, tal como se grabó sobre las planchas”. JSP Histories 1: 352-354
2. Royal Skousen, ed.,The Book of Mormon: The Earliest Text (New Haven, CT: Yale University Press, 2009), 4. Las palabras en singular “falla” y “error” fueron cambiados por José Smith al plural, “fallas” y “errores”, en la segunda edición del Libro de Mormón, impresa en Kirtland en 1837. Esto concuerda parcialmente con las palabras de Moroni en Mormón 8:17: “Y si hay errores, son errores del hombre”.
3. B. H. Roberts, ed., History of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints (Salt Lake City: Deseret Book Company, 1948), 4:461. La fuente que es la base de esta anotación en History of the Church viene del diario de Wilford Woodruff del 28 de noviembre de 1841:“José dijo que el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios por seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro”. Diario de Wilford Woodruff, 28 de noviembre de 1841.
4. Hugh Nibley,Since Cumorah, The Collected Works of Hugh Nibley: Volume 7 (Provo: FARMS, 1988), 8.
5. Jeffrey R. Holland, “An Analysis of Selected Changes in Major Editions of the Book of Mormon-1830–1920” (Master’s thesis, Brigham Young University, 1966); Stanley R. Larson, “A Study of Some Textual Variations in the Book of Mormon Comparing the Original and the Printer’s Manuscripts and the 1830, the 1837 and the 1840 Editions” (Master’s thesis, Brigham Young University, 1974); Robert F. Smith, ed., Book of Mormon Critical Text: A Tool for Scholarly Reference, 3 vols. (Provo, UT: FARMS, 1984–1987). Véase Royal Skousen, “A Brief History of Critical Text Work on the Book of Mormon,”Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 8 (2014): 233-48.
6. Skousen ha publicado su trabajo en la imprenta FARMS, a través de la Foundation for Ancient Research and Mormon Studies (la Fundación para las Investigaciones Antiguas y Estudios Mormones, también de la Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship (https://publications.maxwellinstitute.byu.edu/people/royal-skousen/), y ahora, desde septiembre de 2015 a través de BYU Studies en 2015.
7. Royal Skousen, ed., The Original Manuscript of the Book of Mormon: Typographical Facsimile of the Extant Text (Provo: FARMS, 2001); The Printer’s Manuscript of the Book of Mormon: Typographical Facsimile of the Extant Text in Two Parts (Provo: FARMS, 2001); Analysis of Textual Variants of the Book of Mormon, six volumes (Provo: FARMS, 2004–2009); The Book of Mormon: The Earliest Text (New Haven: Yale University Press, 2009); Royal Skousen and Robin Scott Jensen, eds. Revelations and Translations, Volume 3, Part 1: Printer’s Manuscript of the Book of Mormon, 1 Nephi 1–Alma 35. Facsimile edition. Part 1 of vol. 3 of the Revelations and Translations series of The Joseph Smith Papers, edited by Ronald K. Esplin and Matthew J. Grow (Salt Lake City: Church Historian’s Press, 2015); Revelations and Translations, Volume 3, Part 2: Printer’s Manuscript of the Book of Mormon, Alma 36–Moroni 10. Facsimile edition. Part 2 of vol. 3 of the Revelations and Translations series of The Joseph Smith Papers, edited by Ronald K. Esplin and Matthew J. Grow (Salt Lake City: Church Historian’s Press, 2015);
8. Royal Skousen, “Some Textual Changes for a Scholarly Study of the Book of Mormon,” BYU Studies Quarterly 51, no. 4 (2012): 99–100.
9. Royal Skousen, “The Original Language of the Book of Mormon: Upstate New York Dialect, King James English, or Hebrew?” Journal of Book of Mormon Studies 3/1 (1994): 28–38; Skousen, The Book of Mormon: The Earliest Text, xxxvi–xxxvii.
10. Skousen, The Book of Mormon: The Earliest Text, xxxvii–xxxix. Véase también Royal Skousen, “The Nature of the Original Text,” en linea en https://publications.maxwellinstitute.byu.edu/video/the-nature-of-the-original-text/ (Accedida el 10 de septiembre de 2015); Stanford Carmack, “A Look at Some ‘Nonstandard’ Book of Mormon Grammar,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 11 (2014): 209–262; “What Command Syntax Tells Us About Book of Mormon Authorship,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 13 (2015): 175–217; “The Implications of Past-Tense Syntax in the Book of Mormon,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 14 (2015): 119–186; “Why the Oxford English Dictionary (and not Webster’s 1828),” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 15 (2015): 65–77; “Exploding the Myth of Unruly Book of Mormon Grammar: A Look at the Excellent Match with Early Modern English,” en linea en https://www.youtube.com/watch?v=oHJzY_9RZ4E (Accedida el 10 de septiembre de 2015).
11. Para un análisis reciente de los medios y los métodos de traducción usados por José, véase: Michael Hubbard MacKay and Gerrit J. Dirkmaat, “Firsthand Witness Accounts of the Translation Process,” in The Coming Forth of the Book of Mormon: A Marvelous Work and a Wonder, ed. Dennis L. Largey et al. (Provo: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2015), 61–79. Especialmente de los registros de Martin Harris, el proceso de traducción consistía de José colocando la piedra vidente en su sombrero, poniendo el ala del sombrero alrededor de su cara para excluir la luz ambiental del cuarto.
12. Royal Skousen, “Translating the Book of Mormon: Evidence from the Original Manuscript,” in Book of Mormon Authorship Revisited: The Evidence for Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1997), 61–93; “‘A theory! A theory! We have already got a theory, and there cannot be any more theories!’” en línea en https://www.youtube.com/watch?v=4V5TZKyrMqg (accedido accesado el 10 de septiembre, 2015); Skousen and Jensen, Revelations and Translations, Volume 3, Part 1, xvii–xxv. La exactitud de la traducción del Libro de Mormón, y todo lo que ello conlleva, está abierta para discusión.
13. The Book of Mormon: An Account Written by the Hand of Mormon, upon Plates Taken from the Plates of Nephi (Kirtland, OH: P. P. Pratt and J. Goodson; printed by O. Cowdery & Co., 1837).
14. Véase el análisis de este pasaje en Royal Skousen, Analysis of Textual Variants of the Book of Mormon: Part One: 1 Nephi 1–2 Nephi 10 (Provo: FARMS, 2004), 33. Esta serie está disponible gratis en línea en https://www.mormoninterpreter.com/announcing-the-online-edition-of-royal-skousens-analysis-of-textual-variants-of-the-book-of-mormon/ (Accessed October 22, 2015).
15. Davidson, Karen Lynn, David J. Whittaker, Mark Ashurst-McGee, and Richard L. Jensen, eds. Histories, Volume 1: Joseph Smith Histories, 1832–1844. Vol. 1 of the Histories series of The Joseph Smith Papers, edited by Dean C. Jessee, Ronald K. Esplin, and Richard Lyman Bushman (Salt Lake City: Church Historian’s Press, 2012), 353–359.
16. Royal Skousen, “Changes in The Book of Mormon,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 11 (2014): 172.

Traducido por Central del Libro de Mormón