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KnoWhy #685

¿Qué enseñó Pablo sobre el matrimonio?

agosto 29, 2023
KnoWhy #685
Pablo enseña a un grupo de hombres y mujeres
Pablo se sienta y enseña a un grupo de hombres y mujeres. Imagen de Videos de la Biblia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“[C]ada uno tenga su esposa, y cada una tenga su marido”.
1 Corintios 7:2

El conocimiento

Una de las enseñanzas de Pablo más incomprendidas y citadas erróneamente se refiere al matrimonio. Su discurso más extenso sobre este tema se encuentra en la primera epístola a los Corintios, en respuesta a la creencia de que “bueno es para el hombre no tocar mujer” (1 Corintios 7:1)1. Dirigiéndose a varios grupos, Pablo defendió el matrimonio como una relación de alianza.

En primer lugar, Pablo se dirigió a los que estaban casados. Respondiendo directamente a su preocupación, Pablo declaró: “Pero por causa de las fornicaciones, cada uno tenga su esposa, y cada una tenga su marido” (1 Corintios 7:2). En otras palabras, la intimidad marital está aprobada y ayuda a evitar el pecado. Aunque esto no queda claro en la versión Reina Valera, según una traducción más reciente del texto, Pablo reforzó esta idea de la siguiente manera: “Que el marido cumpla derechos conyugales a su esposa, y asimismo la esposa cumpla derechos conyugales a su marido. La esposa no tiene potestad exclusiva sobre su propio cuerpo: su marido también tiene derechos; ni el marido tiene derechos exclusivos sobre su propio cuerpo: la mujer también tiene derechos. No os privéis mutuamente de las relaciones íntimas” (1 Corintios 7:3-5 BYU New Rendition).

Pablo solo otorga una concesión a esta regla, a saber, si tanto el marido como la esposa deciden interrumpir temporalmente las relaciones sexuales para poder dedicar el tiempo a la oración (1 Corintios 7:5-6 BYU New Rendition). Aunque Pablo “normalmente no estaría de acuerdo en que se suspendieran las relaciones sexuales incluso durante largos períodos de oración”, como se señala en 1 Corintios 7:5, “según la disposición de la pareja, estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con ellos”2.

Además, Pablo aconsejó a los que estaban casados que evitaran el divorcio, afirmando que el matrimonio era un mandamiento del Señor (véase 1 Corintios 7:10). Incluso extendió este consejo a los matrimonios en los que uno de los cónyuges no era miembro. Pablo les aconsejaba evitar el divorcio con la esperanza de que el cónyuge pudiera llevar el evangelio a su hogar, santificando a su cónyuge y a sus hijos (véase 1 Corintios 7:14; véase también 1 Pedro 3:1-2). Pablo creía que los esposos y esposas con testimonios de Cristo podían ser decisivos en la conversión y futura salvación de los cónyuges incrédulos3. Como señalan Richard D. Draper y Michael D. Rhodes, mientras que el mundo grecorromano en general se divorciaba “a cada capricho”, el Señor consideraba el matrimonio como un convenio sagrado que solo debía abandonarse en contadas circunstancias4.

A continuación, Pablo se dirigió a “los viudos y las viudas”5. Para este grupo, Pablo expresó su opinión de que “bueno les fuera quedarse como yo” (1 Corintios 7:8), posiblemente refiriéndose a permanecer soltero tras la muerte de un cónyuge6. En general, Pablo opinaba que las viudas y los viudos no debían volver a casarse a menos que no pudieran controlar sus pasiones (véase 1 Corintios 7:9). Aunque esto podría verse como una visión negativa del matrimonio, según Rhodes y Draper, lo que Pablo quería decir “era que aquellos cuyas pasiones sexuales les impedían una devoción total al evangelio debían casarse o perderían sus almas”7.

Parte de la renuencia de Pablo a promover las segundas nupcias podría explicarse por sus comentarios posteriores a los que nunca se habían casado. Pablo habló de una “crisis inminente” que le llevó a creer que “lo mejor para una persona es permanecer como está” durante la próxima temporada (1 Corintios 7:26 BYU New Rendition). Es decir, los novios deberían seguir adelante con su matrimonio, mientras que los que no estaban cortejando a nadie deberían ser cautelosos a la hora de optar por una relación en ese momento. Así pues, su consejo en ese momento parece basarse en alguna situación inmediata a la que se enfrentaba la iglesia de Corinto.

Al parecer, Pablo quería evitar a los santos de Corinto el dolor adicional causado por este inminente e indefinido tiempo de angustia (véase 1 Corintios 7:27-28). Esto hace eco de la instrucción del Señor de no casarse que se le dio al profeta Jeremías a la luz de la inminente invasión babilónica (véase Jeremías 16:2-4). Aunque no estamos seguros de cuál era la crisis en la época de Pablo, es posible que tuviera que ver con el desarrollo de pasos hacia la herejía y la apostasía y la necesidad de prepararse espiritualmente contra la persecución y el conflicto8.

El último grupo al que se dirigió Pablo fue el de los que servían en el ministerio. Aunque este contexto está en gran medida ausente de los manuscritos griegos, el versículo 35 aclara que las palabras de Pablo tenían la intención de “promover el buen orden y el servicio sin distracciones al Señor” (BYU New Rendition). Además, la Traducción de José Smith de la Biblia aclara que el consejo dado en 1 Corintios 7:29-35 se limita en su alcance a aquellos que estaban sirviendo actualmente como misioneros. En última instancia, Pablo amonestó a estas personas que, debido a que “el tiempo es corto”, debían centrarse en su ministerio ante todo (1 Corintios 7:29).

Sin embargo, Pablo sabía que este consejo no podía aplicarse a todos los que habían sido llamados al ministerio, por lo que ofreció más consejos en los versículos 36-38. En concreto, Pablo les dijo que si ya estaban comprometidos, existían razones válidas para que estos misioneros se casaran en lugar de (o además de) su servicio misional. Sin embargo, era preferible cumplir primero la misión. Por ello, Pablo escribió: “Así que el que se casa con su prometida hace bien, pero el que no se casa hace mejor”, habiendo terminado primero su llamamiento temporal del Señor (1 Corintios 7:38 BYU Nueva Rendición).

El porqué

Al estudiar las epístolas de Pablo, queda claro que tenía en gran respeto el matrimonio9. En una carta posterior, Pablo llegó a describir el matrimonio como un “misterio” (Efesios 5:31-32). Esta palabra—transferida al español de la palabra griega mysterion —se entendía originalmente para “describir los ritos sagrados asociados con algunos tipos de culto en el templo”10. Así pues, en todos los escritos de Pablo, el matrimonio debe considerarse un convenio sagrado vinculado a una ordenanza del templo.

Para evitar malentendidos o interpretaciones erróneas de los consejos de Pablo sobre el matrimonio en 1 Corintios 7, hay que situar estos pasajes en su contexto adecuado. Tanto el servicio misional como el matrimonio eran considerados de suma importancia para Pablo y eran necesarios en su propio tiempo, con recomendaciones matizadas dadas para diferentes circunstancias.

En última instancia, según Pablo, “ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón” (1 Corintios 11:11). La revelación de los Últimos Días aclara que solo cuando un hombre y una mujer son sellados en un templo por la debida autoridad del sacerdocio pueden recibir las bendiciones más completas de su Padre Celestial. El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Esta vida es el momento de prepararse para la salvación y la exaltación. En el plan eterno de Dios, la salvación es un asunto individual y la exaltación es un asunto familiar”11.

Otras lecturas

Richard D. Draper y Michael D. Rhodes, The First Epistle to the Corinthians (Provo, UT: BYU Studies, 2017), 333–403.

Kent R. Brooks, “Paul’s Inspired Teachings on Marriage”, en Go Ye into All the World: Messages of the New Testament Apostles (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2002), 75–97.

1. Si bien puede interpretarse como (1) Pablo citando la carta de los Corintios o (2) Pablo mismo haciendo esta declaración, el contexto indica claramente que está respondiendo a esta preocupación y está citando la carta de los Corintios. Esto es sostiene por la erudición moderna, así como por la Traducción de José Smith, y muchas traducciones modernas, como la New Revised Standard Version (Nueva Versión Estándar Revisada), colocan esta frase entre comillas para significar que Pablo está citando una carta. Véase, por ejemplo, Richard D. Draper y Michael D. Rhodes, The First Epistle to the Corinthians (Provo, UT: BYU Studies, 2017), 334–335.
2. Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 337.
3. Véase 1 Corintios 7:16. Aunque Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 356, señalan que el lenguaje griego es ambiguo aquí y que la declaración de Pablo podría tomarse de forma optimista o pesimista, el contexto parece indicar que Pablo estaba siendo optimista (de ahí su exhortación a permanecer con el cónyuge no creyente).4. Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 357. Para una discusión más amplia sobre el matrimonio y el divorcio en los tiempos bíblicos, véase págs. 361–371.
5. Aunque el término viudos se traduce como “solteros” en la versión King James (ya que el griego podría entenderse de cualquier manera), Pablo se dirigió a los que nunca se casaron más adelante en este capítulo. Por lo tanto, la traducción como “viudos” es probablemente más exacta a la intención original de Pablo. Véase Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 338–339.
6. Esta declaración, junto con otros pasajes de las epístolas de Pablo y el contexto de Pablo como fiel fariseo antes de su conversión, ha llevado a muchos eruditos y a los primeros cristianos a concluir que Pablo estuvo, en algún momento, casado y que quizá ahora era viudo. Para un debate detallado sobre el estado civil de Pablo, véase Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 345–349; Richard Lloyd Anderson, Understanding Paul, rev. ed. (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2007), 23. También es posible que (suponiendo que Pablo hubiera sido viudo) volviera a casarse más tarde, ya que muchos de los primeros cristianos han entendido que una afirmación de Filipenses se refiere a la esposa de Pablo, que a veces se cree que era Lidia. Véase Thomas A. Wayment y John Gee, “Did Paul Address His Wife in Philippi?”, Studies in the Bible and Antiquity 4 (2012): 80–91.
7. Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 340.
8. Véase Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 383–384.
9. Véase, por ejemplo, 1 Corintios 11:7; Colosenses 3:18; 1 Timoteo 2:15. Cuando Pablo habla de la “sumisión” de la esposa a su marido, la palabra griega es hypotassetai, que significa “estar detrás o apoyar, como en formación de batalla, con respeto, reverencia y amor”, igual que Cristo tiene amor puro por la Iglesia y está detrás de ella (Efesios 5:22-25, 33). Véase más en John W. Welch y John F. Hall, “Teachings of Peter and Paul about Marriage”, chart 15-15 in Charting the New Testament (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 2002).
10. Draper y Rhodes, First Epistle to the Corinthians, 367.
11. Russell M. Nelson, “La salvación y la exaltación”, Conferencia General, abril de 2008.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón