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KnoWhy #458

¿Cómo se relaciona el nombre Zoram con el orgullo?

noviembre 14, 2018
KnoWhy #458
"The Zoramites and the Rameumpton" (Los zoramitas y el Rameúmptom) a través de LDS Media Library
"The Zoramites and the Rameumpton" (Los zoramitas y el Rameúmptom) a través de LDS Media Library
“Sí, y también vio que por motivo de su orgullo sus corazones se ensalzaban con gran jactancia”
Alma 31:25

El conocimiento

Para los lectores del Libro de Mormón, uno de los primeros nombres que encuentran es Zoram (véase 1 Nefi 4:35). Zoram era un siervo importante para Labán, el guardia oficial del tesoro donde los registros sagrados se guardaban. Pero él escogió ser un hombre libre al unirse a la familia de Lehi y viajar con ellos a la tierra prometida.

No se revela mucho acerca de Zoram, excepto que él era un “amigo fiel” de Nefi1 y que, a pesar de haber sido un forastero del grupo de Lehi, llegó a ser una de las siete tribus principales del pueblo de Lehi.2 Aunque Zoram aparentemente era un hombre justo, algunos de sus descendientes causaron problemas a los nefitas,3 y parece que Mormón pudo haber usado un juego de palabras en el nombre de Zoram para enfatizar este punto.

Después de analizar el nombre Zoram de acuerdo con el idioma semítico antiguo, Matthew L. Bowen sugirió que “podría… indicar plausiblemente ‘uno que se pone en alto o exaltado’ o ‘el del Exaltado’”.4 Aunque Zoram probablemente significaba un nombre elogiable, los autores nefitas en su lugar lo asociaron con el orgullo y la vanidad. La evidencia para esta conexión se puede encontrar en varios pasajes del Libro de Mormón pero tal vez es más aparente en la historia de la misión de Alma a los zoramitas.

Cuando Alma y sus misioneros llegaron a la tierra de Antiónum, encontraron que los zoramitas habían pervertido las tradiciones correctas de los nefitas. Esto incluía el ofrecimiento de oraciones vanas sobre una plataforma llamada Rameúmptom (Alma 31:21). Desde esta plataforma, la cual llegaba “más alto que la cabeza” (v. 13), los zoramitas con vestidos suntuosos se jactaban de su estado supuestamente santo y elegido. Notablemente, el término ram al principio de “Rameúmptom” es probablemente el mismo elemento básico en “Zoram” que significa “alto” o “exaltado” en hebreo.5 La presencia dual de ram en este contexto hace la posibilidad de que sea un juego de palabras intencionado.

Una línea adicional de evidencia se puede ver en el hecho que Alma, en dos ocasiones diferentes, contrastó el orgullo de los zoramitas con los temas de la rectitud de ser “elevados”. En primer lugar, Alma comparó los corazones de los zoramitas los cuales “por motivo de su orgullo… se ensalzaban con gran jactancia”, con su propia oración justa, en donde él “elevó su voz al cielo” (Alma 31:25-26). En el segundo ejemplo, Alma aconsejó a su hijo Shiblón “no ensalzar[se] en el orgullo” y le aconsejó diciendo “[n]o ores como lo hacen los zoramitas” (Alma 38:11,13). Él contrastó esto con la promesa de que Shiblón sería “enaltecido en el postrer día” si recordaba poner su “confianza en Dios” (v. 5).6

Sin embargo, hay más evidencia para un juego de palabras intencionado que viene de la manera en que los nombres Cezóram y Seezóram (cada uno es una variante de Zoram) están asociados con ser orgullosos y enaltecidos. Fue en el contexto del asesinato del juez superior llamado Cezóram que el pueblo buscó “la manera de obtener el lucro a fin de elevarse unos sobre otros” (Helamán 6:15-17). De la misma manera, fue durante el reinado de Seezóram que los nefitas se “ensalza[ron] más de lo que es bueno, por motivo de [sus] grandes riquezas” (Helamán 7:26). Por lo tanto, durante el mandato de estos líderes—cada uno con los nombres asociados a Zoram—los nefitas comenzaron a elevarse en la iniquidad tal como los zoramitas orgullosos.7

El porqué

A la luz de estas y otras evidencias textuales, parece aparente que los zoramitas llegaron a ser asociados con las connotaciones de “alto” y “exaltado” en su propio nombre. Sin embargo, en lugar de ser elevados o santos de una manera positiva, ellos fueron “enaltecidos” hacia el orgullo y la vanidad. En particular, los zoramitas llegaron a ser un símbolo del tipo de orgullo que se deriva de la codicia, el materialismo, el mundo exitoso y un falso sentido de rectitud personal o colectiva.

Lamentablemente, el mismo orgullo que los llevó a los zoramitas a caer, finalmente infectó a la nación nefita en forma general. En una carta a Moroni, Mormón declaró: “He aquí, el orgullo de esta nación, o sea, el pueblo de los nefitas, ha sido la causa de su destrucción a menos que se arrepientan” (Moroni 8:27).8 Los miembros de la iglesia que leen, deben estar especialmente preocupados acerca de este tipo de orgullo porque también es algo desenfrenado en nuestro propios días. Para los lectores modernos, Moroni escribió:

He aquí, os hablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero he aquí, Jesucristo me os ha mostrado, y conozco vuestras obras. Y sé que andáis según el orgullo de vuestros corazones; y no hay sino unos pocos que no se envanecen por el orgullo de sus corazones, al grado de vestir ropas suntuosas, y de llegar a la envidia, las contiendas, la malicia y las persecuciones, y toda clase de iniquidades; y vuestras iglesias, sí, sin excepción, se han contaminado a causa del orgullo de vuestros corazones. (Mormón 8:35–36)

Se debe entender que los autores hebreos antiguos no solo utilizaron juegos de palabras para divertirse. En cambio, el uso de juegos de palabras a menudo estaba destinado a ayudar a establecer y reforzar los temas narrativos importantes. En este caso, la historia de los zoramitas, incluyendo el inteligente juego de palabras con el nombre de Zoram, nos ayuda a recordar los peligros de jactarnos de nuestra propia fuerza o ser elevados en el orgullo de nuestros corazones. Fue este tipo de orgullo que llevó a los zoramitas y a los nefitas a la destrucción.9 Y si no somos cuidadosos, el mismo orgullo llevará a las sociedades de nuestro propio tiempo al mismo destino deprimente.

El presidente Dieter F. Uchtdorf enseñó: “El orgullo es el gran pecado de elevarse a uno mismo. Para muchas personas es un Rameúmptom personal, un púlpito santo que justifica la envidia, la codicia y la vanidad”.10 ¿Cómo podemos asegurarnos de no caer en la misma condición de orgullo como los zoramitas y nefitas? Una forma es desviar la alabanza y la gloria lejos de nosotros mismos y dirigirla hacia Dios. Por ejemplo, cuando un individuo llamó a Jesús “maestro bueno”, Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, a saber, Dios” (Mateo 19:17). De la misma manera se le advirtió a Ammón, el misionero nefita, de haber estado jactándose de sí mismo, sin embargo, Ammón explicó que lo que estaba haciendo era dirigir todas sus alabanzas al “Más Alto Dios” (Alma 26:14).

Cuando mantenemos nuestro enfoque en la bondad del Señor y lejos de nuestros propios logros, el Señor nos ayudará a ver nuestro verdadero valor eterno y el valor de Sus hijos. En esta condición, no sentiremos que necesitamos elevarnos con orgullo. Esto es porque, al igual que Shiblón, podemos confiar en que el Señor nos ayudará a elevarnos—lo que significa que Él gentilmente nos elevará a la vida eterna—si guardamos los mandamientos y fielmente ponemos nuestra “confianza en Dios” (Alma 38:5).

Otras lecturas

Matthew L. Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’: The Name Zoram and Its Paronomastic Pejoration“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 19 (2016): 109–143.

Parrish Brady y Shon Hopkin, “The Zoramites and Costly Apparel: Symbolism and Irony“, Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 40–53.

Sherrie Mills Johnson, “The Zoramite Separation: A Sociological Perspective“, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 74–85, 129–30.

 

1. Esta descripción de Zoram viene de Lehi, quien también declaró: “Por lo tanto, porque has sido fiel, tu posteridad será bendecida con su posteridad” (2 Nefi 1:30–31). En cierto nivel, parece que Lehi pudo haber comparado a Zoram con Jonatán del Antiguo Testamento quien “amaba [a David] como a sí mismo” (1 Samuel 18:3) y además dijo a David: “[H]emos jurado en el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre mi descendencia y tu descendencia, para siempre” (1 Samuel 20:42). Para conocer una comparación más extendida entre Nefi y David, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué era tan importante la espada de Labán para los líderes nefitas? (Pal. de Mormón 1:13)“, KnoWhy 411, (20 de agosto de 2018).
2. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué hay siete tribus de Lehi? (Jacob 1:13)“, KnoWhy 319, (26 de febrero de 2018). Estas siete tribus siempre se mencionan en el mismo orden, con los zoramitas siendo colocados en medio del grupo, afiliados con los nefitas y lamanitas: “nefitas, jacobitas, josefitas, zoramitas, lamanitas, lemuelitas e ismaelitas” (Jacob 1:13). Esta ubicación intermedia tal vez sea un símbolo del estatus foráneo de Zoram, así como también el hecho de que los descendientes de Zoram no estuvieron completamente comprometidos con los nefitas o lamanitas a lo largo de la historia de sus conflictos.
3. Estos descendientes por lo menos incluían a los disidentes Amalickíah y Ammorón (Alma 54:23), y probablemente a los zoramitas apostatas cuyo nombre fue tomado de un hombre llamado Zoram (Alma 30:59), quien presumió ser descendiente de Zoram quien acompañó a Lehi en su viaje al nuevo mundo. Véase también, Sherrie Mills Johnson, “The Zoramite Separation: A Sociological Perspective“, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 76. Debe señalarse, sin embargo, que no todos los zoramitas a lo largo de la historia del Libro de Mormón fueron inicuos (véase 4 Nefi 1:36-37).
4. Matthew L. Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’: The Name Zoram and Its Paronomastic Pejoration“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 19 (2016): 114.
5. Véase Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’“, 125–127.
6. Véase Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’“, 128–131.
7. Véase Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’“, 132–135.
8. Véase Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’,” 135–137.
9. Para conocer un ejemplo de cómo el orgullo de los zoramitas los llevó irónicamente a ser derrotados en la batalla, véase Parrish Brady y Shon Hopkin, “The Zoramites and Costly Apparel: Symbolism and Irony“, Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 40–53.
10. Dieter F. Uchtdorf, “El orgullo y el sacerdocio“, Liahona, noviembre de 2010, 56, en línea en lds.org.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón