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KnoWhy #381

¿Cómo podemos detener el ciclo de la venganza?

junio 20, 2018
KnoWhy #381
Foto por David Kovalenko en Unsplash
Foto por David Kovalenko en Unsplash
“Y aconteció que sus continuos llantos provocaron al resto del pueblo de Limhi a la ira contra los lamanitas; y salieron a la batalla otra vez; pero se vieron nuevamente rechazados, sufriendo muchas pérdidas”.
Mosíah 21:11

El conocimiento

En todo el Libro de Mormón, se pueden encontrar muchos ejemplos de personas que están de luto por la muerte. Las hijas de Ismael lamentaron la muerte de su padre (1 Nefi 16:35). El pueblo de Limhi se lamentó por aquellos que murieron en la batalla (Mosíah 21:9-11), tal como lo hizo el pueblo de Nefi (Alma 30:1-2). El mostrar amor y tristeza por la muerte de un ser amado es natural y bueno,1 pero el luto en las culturas antiguas no siempre era del todo bueno. Tanto en el antiguo Cercano Oriente como en el Libro de Mormón, el duelo en ocasiones llevaba a la violencia. Ver ocasiones en que este ciclo de lamentación y violencia se repite en el mundo antiguo nos recuerda lo importante que es detener el ciclo de la violencia y la venganza que aún es muy común en el mundo de hoy.

Un ejemplo de esta tendencia antigua de luto que se convirtió en un llamado a la venganza se encuentra en todo el Antiguo Testamento cuando los profetas pronunciaron “ayes” en contra de otras naciones. El erudito bíblico Jason Radine ha señalado que, en algunos textos del antiguo Cercano Oriente, estos “ayes” parecen haber estado conectados con las lamentaciones.2 Él había hecho el intento de “cerrar la brecha entre el luto funerario y las denuncias condenatorias al sugerir que los lamentos de ayes pasaban de lamentaciones a un llamado a vengarse”.3 Él se refiere a este ciclo como el “patrón de luto-venganza”, en donde las lamentaciones se convertían en llamadas de venganza en contra de aquellos que fueron responsables por las muertes que se lloraron.4

En ocasiones también se pueden ver ejemplos de este “patrón de luto-venganza” en el Libro de Mormón. Cuando Ismael murió, los miembros de su familia lamentaron su pérdida.5 Sin embargo, esta lamentación rápidamente llevó a murmurar en contra de Lehi (1 Nefi 16:35–36). Ellos, junto con Lamán y Lemuel, empezaron a hacer planes para matar a Lehi y Nefi (v. 37).

Ishmael and Nahom (Ismael y Nahom) por Jody Livingston
Ishmael and Nahom (Ismael y Nahom) por Jody Livingston

Al tener presente el patrón de luto-venganza, esta escena tiene más sentido. Mientras lamentaban la muerte de su padre, las hijas de Ismael empezaron a pensar en todas “sus aflicciones en el desierto” (1 Nefi 16:35). Esto las impulsó a murmurar en contra de Lehi “por haberlas sacado de la tierra de Jerusalén, diciendo: Nuestro padre ha muerto; sí, y nosotras hemos andado errantes por el desierto, y hemos padecido mucha aflicción” (v. 35). Su lamentación por la muerte de Ismael parece que les llevó a maldecir a Lehi por sus aflicciones en el desierto que pudieron haber llevado a la muerte de Ismael.6 Esto, a su vez, parece llevar a la intención de matar a Lehi y a Nefi para vengar la sangre de Ismael.7

Muchos años después, entre el pueblo de Limhi, también se puede encontrar una ocasión cuando las lamentaciones parecen llevar a la venganza: “Y hubo gran llanto y lamentación entre los del pueblo de Limhi… Ahora bien, había muchas viudas en la tierra, y lloraban con todas sus fuerzas día tras día… [y] sus continuos llantos provocaron al resto del pueblo de Limhi a la ira contra los lamanitas; y salieron a la batalla” (Mosíah 21:9-11). Tal como en el antiguo Cercano Oriente, las lamentaciones los llevaron a vengarse en contra de quienes los habían matado.8

Más tarde, entre los nefitas, uno espera que ocurra lo mismo, pero no es así. Después de una larga batalla, “después que hubieron sepultado a sus muertos, y también después de los días de ayuno, de llanto y de oración” (Alma 30:2) uno podría esperar que seguiría una descripción de venganza. Sin embargo, ocurrió exactamente lo contrario ya que “empezó a haber continua paz por toda la tierra” (v. 2). El texto entonces inmediatamente declara que el pueblo estaba guardando la ley de Moisés.9 Debido a que la ley de Moisés prohibía la venganza (Levítico 19:18), su observancia de la ley pudo haberlos impedido buscar venganza en contra de los lamanitas. Solo el Señor está autorizado a exigir venganza cuando el llanto de quienes se lamentan llegan a Él en oración (Mormón 8:20, 40-41).

El porqué

Como en el Libro de Mormón, uno a menudo también puede ver un ciclo de violencia y venganza en el mundo de hoy. Como señaló Hugh Nibley:

“Había un… corresponsal del New York Times, que inventó la frase: ‘Tú pones a uno de los nuestros en el hospital, y nosotros pondremos a 200 de los tuyos en la morgue’. Bueno, solíamos pensar que ojo por ojo era una regla bastante salvaje, ¿no es así? Pero cuando dices que, si hieres a uno de los nuestros y nosotros mataremos a 200 de los tuyos, eso no es ojo por ojo. Eso va más allá del salvajismo más salvaje”.10

The Good Samaritan (El buen Samaritano) artista desconocido
The Good Samaritan (El buen Samaritano) artista desconocido

En todo el mundo, se puede ver cómo a menudo la violencia lleva a más violencia y la venganza lleva a más venganza.11 Sin embargo, el Libro de Mormón demuestra que hay otra manera: guardando las leyes de Dios. Los nefitas en algunas ocasiones pudieron detener el ciclo de la venganza, tal vez al recordar las palabras de Jehová en la ley de Moisés: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová” (Levítico 19:18). Como Nibley lo declaró: “¿Cuáles fueron las políticas de Moroni hacia el enemigo y la oposición? ¿Era él un hombre de venganza?… Jamás. Él siempre los llamó sus hermanos”.12

La comprensión de que toda la humanidad es parte de la familia de Dios, nos recuerda que podemos detener el ciclo de violencia en el mundo. Cuando las personas recuerdan que todos son nuestros prójimos (Lucas 10:29), sin importar qué tan lejos puedan vivir, el odio desaparece. Esta comprensión hace difícil odiar a las personas por causa de su religión, cultura, color de piel o creencias y todavía es otra manera en la cual el Libro de Mormón nos demuestra una mejor manera de vivir.13 Finalmente, los actos de venganza terminarán si en todas las personas en todo lugar tuvieran confianza en la pronunciación y súplica del Señor: “Mía es la venganza y la retribución” (Deuteronomio 32:35)14

Otras lecturas

Hugh Nibley, Teachings of the Book of Mormon, 4 vols. (Provo, UT: FARMS, 1993), 4:92–94.

Alan Goff, “Mourning, Consolation, and Repentance at Nahom“, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1991), 92–99.

Terrence L. Szink, “To a Land of Promise (1 Nephi 16–18)”, en Book of Mormon, Part 1: 1 Nephi to Alma 29, Studies in Scripture, Volume 7, ed. Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1987), 64–66.

 

1. Para conocer un ejemplo de cómo el duelo puede ser bueno, véase DyC 42:45.
2. Jason Radine, The Book of Amos in Emergent Judah, Forschung zum Alten Testament 2. Reihe 45 (Tübingen: Mohr Siebeck, 2010), 156.
3. Radine, The Book of Amos, 156.
4. Radine, The Book of Amos, 156.
5. Alan Goff, “Mourning, Consolation, and Repentance at Nahom“, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1991), 92–99.
6. Joseph Fielding McConkie y Robert L. Millet, Doctrinal Commentary on the Book of Mormon, 4 vols. (Salt Lake City, UT: Bookcraft, 1987–1992), 1:127.
7. Terrence L. Szink, “To a Land of Promise (1 Nefi 16–18)”, en Book of Mormon, Part 1: 1 Nephi to Alma 29, Studies in Scripture, Volume 7, ed. Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1987), 65.
8. Fue solo después de que el pueblo de Limhi desistió de vengarse que fueron liberados de la esclavitud. Véase Clyde J. Williams, “Deliverance from Bondage” en Mosiah, Salvation Only Through Christ, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate, Jr., The Book of Mormon Symposium Series, Volume 5 (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1991), 269–270.
9. Presumiblemente, ellos lamentaron de otras formas que uno puede ver en el antiguo mundo, en lugar de dejar que esas lamentaciones se convirtieran en venganza. Véase Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 4:404.
10. Hugh Nibley, Teachings of the Book of Mormon, 4 vols. (Provo, UT: FARMS, 1993), 4:93.
11. Para conocer una evaluación más penetrante de cómo esto se demuestra por los jareditas, véase Catherine Thomas, “A More Excellent Way (Ether 9–15)”, en The Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni, Studies in Scripture, Volume 8, ed. Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1987), 279–280.
12. Nibley, Teachings, 4 vols. (Provo, UT: FARMS, 1993), 4:4.
13. Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Nefi dijo que todos son iguales ante Dios? (2 Nefi 26:33)” KnoWhy 278 (27 de diciembre de 2017).
14. Véase también Romanos 12:19, Hebreos 10:30, y Mormón 3:15; 8:20, los cuales citan el pasaje de Deuteronomio.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón