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KnoWhy #260

Adquirir conocimiento espiritual: actuar con fe

noviembre 30, 2017
KnoWhy #260
Liahona por Arnold Friberg vía lds.org
“[Y]o, Nefi, siendo muy joven todavía, aunque grande de estatura, y teniendo grandes deseos de conocer los misterios de Dios, clamé por tanto al Señor; y he aquí que él me visitó”
1 Nefi 2:16

Principio

Los recursos para el dominio de la doctrina SUD ofrece un marco claro para ayudar a las personas a aprender y aplicar los principios divinos para adquirir conocimiento espiritual. Los principios detrás de este proceso son en sí mismos principios revelados. Incluyen “actuar con fe, analizar los conceptos y las preguntas con una perspectiva eterna, y procurar una mayor comprensión mediante las fuentes divinamente señaladas”.1

No se puede encontrar un compañero mejor para comprender el proceso de adquirir conocimiento espiritual que el Libro de Mormón, otro testamento de Jesucristo. Numerosas promesas proféticas, declaraciones sabias e historias inspiradoras en casi cada página de este libro revelado marcan el camino y modelan la manera que dirige al crecimiento espiritual a través del Señor Jesucristo. El primer principio que se destaca en este sagrado registro es el de “actuar con fe”.

El proceso de pedir sinceramente y recibir voluntariamente conocimiento espiritual se desarrolla en numerosas narrativas del Libro de Mormón y es el tema de varios discursos doctrinales. Estas narrativas a menudo contrastan con aquellos que buscaron y obtuvieron con éxito la guía espiritual con individuos que dependían principalmente de su propia sabiduría y comprensión. Otras historias muestran cómo las personas se transformaron de escépticos endurecidos en buscadores de la verdad.2

Nefi, por ejemplo, descubrió cuando todavía era “muy joven” que el Señor se comunicaría personalmente con él (1 Nefi 2:16). En contraste con las murmuraciones de Lamán y Lemuel, Nefi “clam[ó]… al Señor” porque tenía “grandes deseos de conocer los misterios de Dios” (v. 16). En respuesta por preguntar con fe, Nefi dijo que el Señor “me visitó y enterneció mi corazón, de modo que creí todas las palabras que mi padre había hablado” (v. 16). De manera importante, la temprana inclinación de Nefi a acudir al Señor para confirmar verdades sagradas, le ayudó a “no  [revelarse] en contra de [su padre] como lo habían hecho [sus] hermanos” (v. 16).

Un contraste similar se puede ver entre Alma y Amulek y su oponente Zeezrom, quien era un abogado entrenado “en todos los artificios y astucia del pueblo” (Alma 10:15).3 Zeezrom intentó “interrogar a Amulek” para “hacer que se contradijera en sus palabras, o impugnar las palabras que hablara” (v. 16). Sin embargo, incluso con todo el aprendizaje y entrenamiento de su pueblo, Zeezrom fue confundido por los profetas de Dios, quienes milagrosamente “conocían los pensamientos e intenciones de su corazón” (Alma 12:7).

Al reconocer la futilidad de su sabiduría y aprendizaje humano, Zeezrom eventualmente comenzó a ablandar su corazón, y al igual que Nefi, “empezó a interrogarlos solícitamente a fin de saber más concerniente al reino de Dios” (Alma 12:8). Al ver esta transformación milagrosa, Alma explicó que si un hombre no endurece su corazón, “le es dada la mayor parte de la palabra, hasta que le es concedido conocer los misterios de Dios al grado de conocerlos por completo” (v. 10).

Este principio está bien ilustrado en el ejemplo del padre de Lamoni, quien, como Zeezrom, comenzó a contender contra un mensajero profético. Incluso trató de matar a Ammón por su prejuicio contra los nefitas (véase Alma 20:10-20). Pero después de descubrir  “el gran amor [que Ammón] tenía por su hijo Lamoni” (v. 26), “estaba deseoso de [aprender]” las verdades espirituales que Ammón le había enseñado a su hijo (v. 27).

En esta condición humilde y con un corazón creyente (véase Alma 22:11), el padre de Lamoni le preguntó a Aaron qué podía hacer para “tener esta vida eterna de la que has hablado” (v. 15). Tan decidida era su súplica por la verdad que dijo que “abandonaría todo lo que poseo, sí, abandonaré mi reino, para recibir este gran gozo” (v. 15).4 Debido a su gran deseo, su disposición al sacrificio y su sincera humildad, el padre de Lamoni pudo orar con fe y, como el mismo Lamoni, recibió una confirmación milagrosa de las verdades espirituales.5

Estas y otras historias del Libro de Mormón demuestran acertadamente los principios fundamentales para recibir revelación.6 El Señor no sólo exige que los indagadores pregunten, busquen y llamen (3 Nefi 14:7), sino que deben pedir sinceramente con fe, buscar voluntariamente con humildad y genuinamente llamar con verdadera intención.7 Sólo en esta condición —con un corazón ablandado- puede la revelación fluir en las mentes y corazones de quienes la buscan.

Aplicación

Estos registros preciosos en el Libro de Mormón revelan cómo funciona el proceso de adquirir el conocimiento espiritual. Demuestran cuán crucial es no endurecerse ni ser escéptico hacia la revelación. Aquellos que nunca ablandan sus corazones en primer lugar no obtendrán el testimonio fundamental necesario para guiarlos a la vida eterna.8 Y aquellos que, después de recibir un testimonio, comienzan a tratar el proceso de adquirir verdades espirituales con ligereza o sin fe, pronto descubrirán que “el Evangelio no funciona tan bien” para ellos.9

La realidad de esta verdad está simbolizada en muchos lugares en el Libro de Mormón, como en la historia de la Liahona. Esta milagrosa brújula fue entregada a Lehi y su familia para ayudarlos a atravesar el desierto y cruzar el océano hacia la tierra prometida. Como el Espíritu Santo, el propósito principal de la Liahona era simplemente “[indicar] el camino que debían seguir” (Alma 37:40). No les dijo todo sobre lo que estaba por delante o cómo seguiría su viaje, sino que los impulsó a actuar con fe con solo una cantidad limitada de información.

Sin embargo, como informó Alma, debido a que ese milagro tuvo lugar “por medios pequeños”, los miembros de la familia de Lehi algunas veces se volvieron “perezosos y se olvidaron de ejercer su fe y diligencia” (Alma 37:41). Cuando esto sucedió, las “obras maravillosas cesaron, y no progresaron en su viaje”, y “fueron afligidos con hambre y sed por causa de sus transgresiones” (vv. 41-42).10 Estas dificultades demuestran los efectos negativos de olvidar o desatender el poder revelador del Espíritu Santo.

Las buenas nuevas del evangelio es que tan seguido como los seguidores de Cristo continuen guardando sus convenios y actuando por fe, ellos recibirán dirección espiritual consistente. De vez en cuando, esta dirección tomará la forma de una revelación más directa y clara, como las palabras escritas en los consejos de la Liahona (1 Nefi 16:29). Con mucha frecuencia, sin embargo, esta guía vendrá a través de sugerencias sutiles e impresiones, más análogas a las indicaciones de la Liahona que dirigían el grupo de Lehi “diariamente” mientras fueran fieles (Alma 37:40).11

Ya sea guiado por una revelación milagrosa o por una sutil inspiración, el élder Richard G. Scott testificó que al seguir las “corrientes de influencia divina… siempre sabrás qué hacer”.12 A medida que las personas busquen fiel y obedientemente guía y dirección espiritual, el Espíritu Santo y el mismo Libro de Mormón pueden actuar como una Liahona personal para guiarlos paso a paso, línea por línea, en mantener sus propias vidas en el camino que conduce a la vida eterna y a la felicidad.13

Otras Lecturas

Élder Dallin H. Oaks, ” En Su propio tiempo y a Su propia manera“, Liahona, agosto de 2013, en línea en lds.org.

Élder Richard G. Scott, “Cómo obtener revelación e inspiración en tu propia vida”, Liahona, Mayo 2012, en línea en lds.org.

Élder Richard G. Scott, “Cómo obtener guía espiritual“, Liahona, octubre 2009, en línea en lds.org.

 

1. Véase “Adquirir conocimiento espiritual,” en Doctrinal Mastery: Core Document (Salt Lake City, UT: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 2016), en línea en lds.org.
2. Para más conocimiento sobre los objetivos narrativos de Mormón, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cuál fue el propósito de Mormón en escribir el Libro de Mormón? (Mormón 5:14)”, KnoWhy 230 (Octubre 19, 2017).
3. Para más información con respecto al enfoque equivocado de Zeezrom sobre la verdad antes de su conversión, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué intentaría Zeezrom sobornar a Amulek? (Alma 11:22)“, KnoWhy 118 (Mayo 25, 2017).
4. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué significa ser “rey de toda la tierra”? (Alma 20: 8)“, KnoWhy 128 (junio 6, 2017) para obtener más información sobre el padre de Lamoni y este altercado fundamental.
5. See Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué el Señor le habla a los hombres “de acuerdo con el idioma de ellos”? (2 Nefi 31:3),” KnoWhy 258 (Noviembre 28, 2017).
6. Para obtener más ejemplos, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué la prueba de fe debe preceder al testimonio de la verdad? (Éter 12:6)“, KnoWhy 246 (Noviembre 10, 2017). Para obtener más información sobre el mensaje revelador del Libro de Mormón, véase Terryl L. Givens, “The Book of Mormon and Dialogic Revelation,” Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 2 (2001): 16–27, 69–70; Elder Jeffrey R. Holland, “Conclusion and Charge,” en The Book of Mormon: First Nephi, The Doctrinal Foundation, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1988), 315–323.
7. Veáse Book of Mormon Central en Español, “¿Cómo Dios manifestará la verdad del Libro de Mormón? (Moroni 10:4)“, KnoWhy 254 (Noviembre 22, 2017).
8. Alma describió esta potencialidad al dar su famoso sermón sobre la fe. Explicó que la semilla (la palabra de Dios) solo comenzaría a crecer dentro del corazón si “no la echáis fuera por vuestra incredulidad, resistiendo al Espíritu del Señor” (Alma 32:28). Jesús también advirtió sobre esta posibilidad en la parábola del sembrador (véase Mateo 13:19).
9. Presidente Dieter F. Uchtdorf, “¡Funciona de maravilla!Liahona , octubre 2015, 20, en línea en lds.org.
10. Véase Joseph Fielding McConkie y Robert L. Millet, Doctrinal Commentary on the Book of Mormon, 4 vols. (Salt Lake City, UT: Bookcraft, 1991), 3:282: “Así, la Liahona era un símbolo de su fidelidad, una evidencia visible de su posición ante Dios”. Del mismo modo, la compañía del Espíritu Santo—o la falta de esta—puede ser una indicación significativa de la posición de uno ante el Señor.
11. Para una explicación de cómo el Espíritu Santo generalmente guía a través de la voz todavía pequeña (susurros e impresiones), véase Élder Dallin H. Oaks, “En Su propio tiempo y a Su propia manera”, Liahona, Agosto 2013, 24–29, en línea en lds.org. Con respecto a la distinción entre revelación e inspiración, véase élder Richard G. Scott, “Cómo obtener revelación e inspiración en tu propia vida“, Liahona, mayo de 2012, 45, en línea en lds.org: “El Espíritu Santo comunica la información importante que necesitamos para guiarnos durante nuestra jornada terrenal. Cuando es nítida, clara y esencial, merece el título de revelación; y cuando constituye una serie de impresiones que tenemos con frecuencia para guiarnos paso a paso hacia un objetivo digno, para los fines de este mensaje, es inspiración”.
12. Élder Richard G. Scott, “¡Él vive!“, Liahona, octubre 1999, en línea en lds.org.
13. Véase Neal Elwood Lambert, “Liahona,” en Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 520: “Para los fieles, el mismo Libro de Mormón es un tipo de Liahona porque contiene ‘la palabra de Cristo, que te indicará un curso directo a la felicidad eterna’”.

Traducido por Central del Libro de Mormón