/ KnoWhys

KnoWhy #226

¿Qué sabemos sobre la educación de Mormón?

octubre 13, 2017
KnoWhy #226
Ammarón y Mormón por Jorge Cocco
“Veo que eres un niño sensato, y presto para observar”
Mormón 1:2

El Conocimiento

Con respecto al registro de su propia vida y ministerio, Grant Hardy comentó: “Por fin, después de trescientas páginas con Mormón como nuestro guía, llegamos a conocer al hombre mismo”.1 Aunque limitado en detalles, la descripción de años de formación de Mormón proporciona importantes pistas sobre su personalidad y carácter. Esta información es particularmente valiosa porque ningún otro escritor ha influenciado en el contenido del Libro de Mormón más que el propio Mormón,2 el profeta-historiador que compendió el registro en su forma actual.3

Mormón declaró que era “descendiente de Nefi” y que el “nombre de [su] padre era Mormón” (Mormón 1:5). John L. Sorenson propuso que probablemente Mormón “habría sido el miembro de su generación en un linaje o ‘familia’ superior del grupo nefita”.4 La declaración del linaje de Mormón, por lo tanto, ayuda a establecerlo como heredero legítimo y digno guardián de los registros.5

Ammarón, el protector anterior de las planchas, debió haber tenido suficiente interacción con Mormón como para considerar que (a los diez años de edad) era un “niño sensato”6, quien era “presto para observar”7 (v. 2). A causa de las cualidades favorables de Mormón, Ammarón comisionó a Mormón a que recuperara los registros nefitas cuando cumpliera los “veinticuatro años de edad” (v. 3) y “sobre las planchas de Nefi grabarás todas las cosas que hayas observado concernientes a este pueblo” (v. 4).8

Aunque Mormón no lo expresó directamente, los lectores pueden asumir que recibir una responsabilidad tan elevada en tan temprana edad lo debió haber influenciado profundamente en su juventud. De hecho, a la edad de quince años, Mormón fue visitado por el Señor, “y probé y conocí la bondad de Jesús” (Mormón 1:15).9 A la edad de dieciséis años, Mormón fue nombrado como caudillo de los ejércitos nefitas (Mormón 2:1-2). Al parecer, Ammarón, el Señor y el pueblo de Mormón vieron algo extraordinario en su capacidad y carácter de joven.

En cuanto al aprendizaje secular, Mormón relató que cuando tenía unos diez años de edad, “empezaba a adquirir alguna instrucción en la ciencia de mi pueblo” (Mormón 1:2).10 El hecho de que esta declaración estuviera en contexto bajo la comisión de Ammarón para que Mormón se convirtiera en el próximo guardián de registros nefitas sugiere que al menos parte del aprendizaje de Mormón era de naturaleza literaria. A la edad de once años, Mormón fue llevado por su padre “a la tierra del sur, sí, hasta la tierra de Zarahemla” (v. 6).11 Y durante su carrera militar, Mormón viajó entre las tierras de su pueblo para defenderlos de los ataques de los lamanitas.12

Este tipo de detalles sugieren que desde una edad temprana, Mormón obtuvo la educación militar, geográfica y literaria – todas las disciplinas cruciales de conocimiento para un profeta- historiador en entrenamiento. Como sugirió Richard Holzapfel, “Mormón tenía la mejor educación que su cultura podía ofrecer”.13 Sorenson dedujo de manera similar: “El joven Mormón llegó a la madurez en medio de una sociedad que estaba revolucionando. Debido a sus elevadas relaciones sacerdotales, a su noble linaje y por consiguiente al alto grado de alfabetización que debió haber llevado, se vió obligado a desempeñar un papel de liderazgo al que nunca se le habría confiado a un joven promedio de dieciséis años”.14

Un análisis cuidadoso de la infancia de Mormón demuestra que la educación, los viajes, el liderazgo militar, madurez emocional, las profundas experiencias espirituales, y la rectitud inquebrantable en medio de la adversidad condujo a dar forma al profeta cuyo registro con el tiempo “inundaría la tierra como con un diluvio” (Moisés 7:62).15

El Porqué

Los lectores modernos—especialmente los jóvenes—pueden aprender mucho del ejemplo valiente de Mormón. Marilyn Arnold dijo: “No fue nada menos que un milagro que un niño nacido y criado en una sociedad saturada de iniquidad pudiera permanecer espiritual, amoroso y compasivo”.16 El élder Jeffrey R. Holland también dedujo: “Su fe, su esperanza y su caridad eran irreprimibles”.17 Así, la vida de Mormón ciertamente ejemplifica la enseñanza del presidente Thomas S. Monson de que los justos a veces se atreven a estar en lo correcto.18

Por ejemplo, justo después de mencionar que tenía “quince años de edad”, Mormón registró que “intent[ó] predicar a este pueblo” (Mormón 1:15-16). Entonces, en lo que debió haber sido bastante desalentador, a Mormón se le “prohibió que le predicara” a las personas porque “se habían rebelado intencionalmente contra su Dios” (v. 16).  Como muchos jóvenes justos, Mormón deseaba servir una misión con todo su corazón, pero las circunstancias —principalmente las decisiones de otros, sobre las cuales no tenía control— le negaban la oportunidad.

Ser uno de los pocos miembros fieles de su comunidad y también estar privado de compartir formalmente sus valores más profundamente arraigados debe haber sido terriblemente solitario. Cuando finalmente pudo predicar al pueblo, Mormón registró que “fue en vano” porque “endurecieron sus corazones contra el Señor su Dios” (Mormón 3:3). Mormón experimentó personalmente el rechazo, y sabía lo que se sentía estar solo en defensa de la verdad.

La forma en que la educación evidente de Mormón y la alfabetización avanzada lo prepararon para su vocación profética también es instructiva. El Presidente Gordon B. Hinckley enseñó a los jóvenes: “No interrumpan su educación”.19 El élder Russell M. Nelson también declaró: “Por el carácter sagrado que tiene para nosotros el intelecto humano, consideramos que el obtener una educación es una responsabilidad religiosa”.20 Así como Mormón, cada hijo de Dios debería educarse y prepararse para hacer cosas grandes, incluso aparentemente imposibles durante la mortalidad.21 Como dijo el élder Richard G. Scott: “Nuestro Padre Celestial no nos puso en la tierra para que fracasemos, sino para que triunfemos gloriosamente”.22

Pudo haber sido tentador para aquellos que rechazaron el mensaje de Mormón verlo como un fracaso. De hecho, el mismo Mormón a veces parecía estar profundamente desalentado, incluso declarando en cierto momento que “fue en vano este gozo mío”, porque el pueblo no se arrepentía (Mormón 2:13). Sin embargo, los lectores del Libro de Mormón reconocen hoy que la misión de Mormón fue uno de los mayores y más milagrosos logros de la historia del mundo. El élder Neil L. Andersen enseñó: “Con nuestros ojos mortales no podemos juzgar el efecto de nuestros esfuerzos, ni podemos establecer un calendario. Cuando comparten el amor del Salvador con alguien, su calificación siempre es sobresaliente”.23

Aunque ciertamente abrumador en el momento, las experiencias de vida de Mormón le dieron una capacidad única para compilar los registros de su pueblo y para interpretarlos de manera que resonara con los lectores modernos.24 Como lo describió Thomas W. Mackay, “La humanidad de Mormón, su angustia y su individualidad resuenan desde las páginas del libro”.25 Grant Hardy describió de manera similar la voz de Mormón como “triste, humana, moralista y precisa”.26 Esta es una voz informada y compasiva—preparada, refinada y purificada por el Señor—la cual sigue guiando a los lectores del Libro de Mormón por todo el mundo.

Otras Lecturas

Matthew L. Bowen, “‘O Ye Fair Ones’ — Revisited,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 20 (2016): 315–344.

Thomas S. Monson, “Atrévete a lo correcto aunque solo estés“, Liahona, octubre 2011, en línea en lds.org.

Richard Neitzel Holzapfel, “Mormon, the Man and the Message,” en The Book of Mormon: Fourth Nephi, From Zion to Destruction, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1995), 117–131.

 

1. Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader’s Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 93. El registro personal de Mormón no es técnicamente la primera vez que se presentó en el libro, pero es la primera vez que habla de su personalidad, crianza y experiencias de vida en todos los aspectos. Para un análisis de sus otras apariciones, vea Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se presentó Mormón en 3 Nefi 5? (3 Nefi 5:12)”, KnoWhy 194 (30 de Agosto 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué están las ‘Palabras de Mormón’ al final de las planchas menores? (Palabras de Mormón 1:3)”, KnoWhy 78 (8 de Abril 2017).
2. Véase Hardy, Understanding the Book of Mormon, 90: “La aparición algo tardía de una nueva voz importante—un editor trabajando en el fin de la civilización nefita—significa que todo lo que le sigue tiene que ser interpretado desde la perspectiva de Mormón. Los lectores minuciosos han de preguntarse constantemente, ‘¿Por qué Mormón elegiría incluir esto? ¿Qué podría haber omitido? ¿Existe algún significado en el modo en que organiza los sucesos o relata historias especificas? ¿Y en todo caso quién es Mormón?’”.
3. Para ver el comentario que aclara el papel de Mormón como historiador, véase Brant A. Gardner, “Mormon’s Editorial Meta-Message,” presentación de video de FairMormon (segmento: 3:55–5:24), en línea en youtube.com.
4. John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013), 684. Como alternativa al punto de vista de Sorenson, Brant A. Gardner ha señalado: “La práctica Maya sugiere que los alfabetizados eran en su mayoría nobles comúnmente fuera de las líneas directas de herencia. Esto es, por supuesto, exactamente donde mi especulación pondría a Mormón”. Véase Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 6:49.
5. Para un análisis adicional del nombre, la herencia y las cualidades de Mormón como guardián de registros, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se presentó Mormón en 3 Nefi 5? (3 Nefi 5:12)”, KnoWhy 194 (30 de Agosto, 2017). Véase también Gardner, Second Witness, 5:272-275.
6. La autoevaluación de Mormón estuvo de acuerdo con el cumplido de Ammarón: “Y habiendo llegado yo a la edad de quince años, y siendo de carácter algo serio” (Mormón 1:15). Véase también D. Kelly Ogden and Andrew C. Skinner, Verse by Verse: The Book of Mormon , 2 vols. (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2011), 2: 234: “Sensato normalmente significa poseer un carácter serio, templado, moderado y sin mostrar cualidades extremas de extravagancia, emoción o prejuicio”
7. Véase Gardner, Second Witness, 6:49: “La descripción de Ammarón sobre Mormón que era ‘presto para observar’ puede significar que aprendía rápidamente o era un estudiante brillante.En este caso, Ammarón habría querido mencionar la habilidad de Mormón para leer y escribir, rasgos requeridos para un registrador”. Para un uso doctrinal de la frase “prestos para observar”, véase David A. Bednar, “Prestos para observar“, Liahona , Diciembre 2006, en línea en lds.org.
8. Para una comparativa de la relación entre Ammarón y Mormón, véase Gardner, Second Witness, 6:48.
9. El uso que Mormón dio a los términos “visitó “, “probé” y “conocí” sugiere que su experiencia con Jesucristo fue probablemente muy personal y reveladora. Véase M. Catherine Thomas, “The Brother of Jared at the Veil“, en Temples of the Ancient World: Ritual and Symbolism, ed. Donald W. Parry (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1994), 394–397; David A. Bednar, “‘Si me conocierais’Liahona, octubre 2016, en línea en lds.org.
10. Curiosamente, la introducción de Mormón refleja la auto-presentación de Nefi: “Yo, Nefi, nací de buenos padres y recibí, por tanto, alguna instrucción en toda la ciencia de mi padre” (1 Nefi 1:1). Como referencia de cómo los escritos de Nefi pudieron haber influido en la autobiografía de Mormón, véase Matthew L. Bowen, “‘O Ye Fair Ones’ — Revisited,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 20 (2016): 333–334. Para una comparación más amplia de los estilos editoriales de Nefi y Mormón, véase Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader’s Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 91-92; Richard Neitzel Holzapfel, “Mormon, the Man and the Message“, en The Book of Mormon: Fourth Nephi, From Zion to Destruction , ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1995), 128–129.
11. Teniendo en cuenta que la mayoría de los niños de once años son capaces de caminar largas distancias, la descripción de que Mormón fue “llevado” por su padre puede sonar un poco extraño. Una explicación posible de esta declaración es que en la antigua Mesoamérica, la élite social se llevaba a menudo en camillas o sillas de mano cuando viajaban en viajes especiales. La educación de la infancia de Mormón, la alfabetización de los escribas y los logros militares precoces sugieren que su padre pudo haber sido una figura social prominente. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cuál es la naturaleza y el uso de los carros en el Libro de Mormón? (Alma 18:9)”, KnoWhy 126 (3 de Junio 2017).
12. Para ejemplos de los viajes militares de Mormón, véase Mormón 2:3-6, 16-17, 20-21; 4:2-3, 19-20; 5:3-7; 6:4.
13. Holzapfel, “Mormon, the Man and the Message,” 129.
14. John L. Sorensen, An Ancient American Setting for the Book of Mormon (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1985), 336.
15. Véase Ezra Taft Benson, “Flooding the Earth with the Book of Mormon,” Ensign, October 1988, en línea en lds.org.
16. Marilyn Arnold, “Mormon2,” en Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 547.
17. Jeffrey R. Holland, “Mormon: The Man and the Book, Part 1,” Ensign, Marzo 1978, en línea en lds.org. Véase también, Jeffrey R. Holland, “Mormon: The Man and the Book, Part 2,” Ensign, Abril 1978, en línea en lds.org.
18. Thomas S. Monson, “Atrévete a lo correcto aunque solo estés“, Liahona, octubre 2011, 60–67, en línea en lds.org.
19. Gordon B. Hinckley, “Four B’s for Boys,” Ensign, November 1981, en linea en lds.org.
20. Russell M. Nelson, “¿Dónde se halla la sabiduría?Liahona, octubre 1992, en línea en lds.org.
21. Véase Russell M. Nelson, “Cómo llegar a ser una verdadera generación del milenio,” Devocional mundial para los Jóvenes Adultos, 10 de enero de 2016, en línea en lds.org.
22. Richard G. Scott, “Cómo obtener revelación e inspiración en tu propia vida“, Liahona, abril 2012, 45, en línea en lds.org. También citado en Richard G. Scott, “Learning to Recognize Answers to Prayer,” Ensign, octubre 1989, en línea en lds.org.
23. Neil L. Andersen, “Un testigo de Dios,” Liahona, octubre 2016, en línea en lds.org.
24. Por ejemplo, Mormón parecía seleccionar textos de lo que Phyllis Round llamó una “verdadera biblioteca de documentos grabados” para proporcionar un testimonio de apoyo a la Biblia, un libro con el que él sabía que los lectores modernos estarían familiarizados (véase Mormón 9:7).  Véase Phyllis Ann Roundy, “Mormon,” Encyclopedia of Mormonism, 4 vols., ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 2:933.
25. Thomas W. Mackay, “Mormon and the Destruction of Nephite Civilization,” en The Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni, ed. Kent P. Jackson, Studies in Scripture: Volume 8 (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 321.
26. Hardy, Understanding the Book of Mormon, 97.

Traducido por Central del Libro de Mormón