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KnoWhy #454

¿Qué revelan las planchas de Kinderhook acerca del don de traducción de José Smith?

noviembre 6, 2018
KnoWhy #454
Ilustración de las planchas de Kinderhook y el costado de la vecindad de Nauvoo. Imagen a través de Book of Mormon Central
Ilustración de las planchas de Kinderhook y el costado de la vecindad de Nauvoo. Imagen a través de Book of Mormon Central
“¿Sabes tú de alguien que pueda traducir? Porque deseo que estos anales sean traducidos a nuestro idioma; pues quizá nos darán conocimiento de un resto del pueblo que ha sido destruido… Luego Ammón le dijo: Puedo de seguro decirte, oh rey, de un hombre que puede traducir los anales; pues él tiene algo con lo que puede mirar y traducir todos los anales que son de fecha antigua; y es un don de Dios”
Mosíah 8:12–13

El conocimiento

En la primera semana de mayo de 1843, seis planchas de bronce con forma de campana y grabados en ambos lados fueron llevadas a Nauvoo por personas que esperaban ver si José podría traducirlas. Estas planchas extrañas habían sido desenterradas una semana antes en Kinderhook, Illinois, alrededor de 96.5 kilómetros al sur.1 Las noticias locales se difundieron rápidamente a su llegada, junto con una gran anticipación, por la presunta traducción que haría José. El Times and Seasons, en ese tiempo bajo la dirección de John Taylor, proclamó de manera confidencial: “Sin embargo, no tenemos duda, el Sr. Smith podrá traducir”.2

Charlotte Haven, quien no era miembro de la iglesia en ese tiempo, afirmó haber escuchado de un amigo no identificado que José “dijo que las figuras o los escritos sobre estas eran similares a las que fueron escritas en el Libro de Mormón” y “pensó que con la ayuda de la revelación podría traducirlas. Por lo tanto, se podría esperar una secuela de este libro sagrado”.3

En una carta a John Van Cott, Parley P. Pratt dio un breve reporte de las planchas y de manera ambigua dijo que “escucharán más sobre este tema”.4 Otra persona que no era miembro de la iglesia, que estaba allí cuando José Smith miró las seis planchas, tuvo la impresión de que José creía que “podría descifrarlas” y fue a decirle al editor del New York Herald: “Pueden esperar algo asombroso muy pronto”.5

Décadas después, sin embargo, uno de los hombres involucrados en obtenerlas confesó que las planchas eran falsas, perpetradas con la intención de engañar a José Smith.6 Una prueba científica moderna sobre una de las planchas que aún existe confirma que fueron creadas utilizando métodos del siglo XIX.7 ¿Entonces José cayó en el engaño? Para nada. Él brevemente dio a estos artefactos la debida consideración, pero no intentó obtenerlos, retenerlos o finalmente encontrarles algún valor.

A pesar de toda la anticipación por una “secuela” del Libro de Mormón, nunca pasó nada.8 Ninguna traducción fue producida o publicada. Ningún manuscrito de una supuesta traducción llegó a aparecer.9 Tanto William Clayton como Parley P. Pratt mencionaron lo que parecía ser alguna interpretación preliminar de una “porción” de las planchas, la cual atribuyeron a José,10 pero el mismo José nunca proveyó algún tipo de traducción, completa o en parte.

Cuando las planchas fueron presentadas por primera vez a José para traducirlas, en lugar de utilizar cualquier medio de revelación, como una oración o piedra vidente, José pidió que le trajeran su Biblia en hebreo y su diccionario del hebreo.11 Un testigo lo recuerda comparando los caracteres de las planchas con su “alfabeto egipcio”,12 y Pratt dijo que estuvieron comparándolas con los papiros egipcios que poseía  José.13

Imagen de la gramática y alfabeto de lectura egipcia. Imagen a través de Joseph Smith Papers
Imagen de la gramática y alfabeto de lectura egipcia. Imagen a través de Joseph Smith Papers

En otras palabras, José dio pasos preliminares hacia una traducción ordinaria al comparar los garabatos sobre estas planchas con otros escritos antiguos con los que estaba familiarizado. Esto aparentemente no produjo ningún hallazgo de importancia. Si buscó alguna traducción reveladora, él evidentemente nunca la recibió o afirmó haber recibido una.14

La evidencia del diario de José Smith a principios de mayo de 1843 indica que “lo que JS haya pensado inicialmente acerca de estas planchas, él pronto perdió interés en ellas”.15 Las varias anotaciones en el diario de José indican que estaba ocupado entreteniendo a varios invitados, celebrado audiencias, atendiendo negocios y reuniones religiosas, supervisando transacciones económicas y mucho más, pero solo hace una breve mención de las planchas de Kinderhook.16 Alguna evidencia sugiere que José quiso examinarlas por medio del Antiquarian Society of Philadelphia,17 por lo que tal vez José sospechó del fraude o había concluido que no tenían un significado religioso.

El porqué

En el Libro de Mormón, cuando Limhi deseó conocer el contenido de las antiguas planchas jareditas, preguntó a Ammón: “¿Sabes tú de alguien que pueda traducir?” Ammón respondió diciendo que el rey Mosíah podía utilizar su don divino de vidente para “mirar y traducir todos los anales que son de fecha antigua” (Mosíah 8:12-13).

De la misma manera, algunas de las personas que llevaron las planchas de Kinderhook a José Smith, esperaban sinceramente que usara su don de vidente para ver en su piedra vidente y traducir las planchas.18 La historia de Kinderhook nos recuerda que los dones del Espíritu no deben ser utilizados para satisfacer la curiosidad ociosa del hombre. En su lugar, José abordó estos artefactos utilizando el lenguaje ordinario de los métodos de traducción y al final ni siquiera produjo ni propuso una traducción.

De hecho, la evidencia sugiere que sus esfuerzos de examinación secular no fueron muy lejos. Los análisis de los historiadores Mark Ashurst-McGee y Don Bradley indican que la “porción” traducida mencionada por William Clayton y Parley P. Pratt viene de un solo carácter en “forma de barco” en el alfabeto egipcio (un carácter similar aparece vagamente en uno de los facsímiles de las planchas de Kinderhook).19 Si él hizo algún esfuerzo por adquirir una traducción reveladora, eso tampoco tuvo éxito. Ahora en día podemos ver el porqué: las planchas de Kinderhook no eran legítimas. No eran de “fecha antigua”, por lo que el don de traducción no se pudo llevar a cabo.

Ilustración de un carácter en "forma de barco" en las planchas de Kinderhook y la gramática y alfabeto del idioma egipcio. Imagen a través de Book of Mormon Central
Ilustración de un carácter en “forma de barco” en las planchas de Kinderhook y la gramática y alfabeto del idioma egipcio. Imagen a través de Book of Mormon Central

Mientras que algunos críticos tratan de utilizar esta historia como una evidencia de que todo acerca de José Smith era un fraude, la evidencia histórica sugiere que José finalmente no cayó en la trampa, él nunca intentó comprar las planchas, contratar escribas y entrar en modo traducción, como lo hizo con los antiguos papiros egipcios que compró en Ohio. Él nunca produjo un “Libro de Kinderhook”.20 Lo que José Smith haya pensado de las planchas de Kinderhook, el Señor no podía ser engañado. Dios no reveló y no revelará una traducción de estos artefactos falsos.

El mensaje más universal del incidente de Kinderhook es que la habilidad de José para traducir, como en el caso de Mosíah en el Libro de Mormón, fue un don de Dios y solo funciona cuando Dios lo habilita para que hagan su voluntad. El don de “interpretar idiomas”, como un don espiritual, “viene por el Espíritu de Cristo; y viene a todo hombre, respectivamente, de acuerdo con [la] voluntad de [Cristo]” (Moroni 10:16-17). Como José y Mosíah, todos tenemos dones del Señor, los cuales solamente se pueden utilizar apropiadamente para edificar el reino de Dios. Si intentamos utilizar estos dones del Señor con propósitos inapropiados e irrelevantes, podemos esperar resultados decepcionantes, como aquellos en el caso de las planchas de Kinderhook.

Otras lecturas

Don Bradley y Mark Ashurst-McGee, “Joseph Smith and the Kinderhook Plates”, en A Reason for Faith: Navigating LDS Doctrine and Church History, ed. Laura Harris Hales (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2016), 93–115.

Mark Alan Wright, “Joseph Smith and Native American Artifacts”, en Approaching Antiquity: Joseph Smith and the Ancient World, ed. Lincoln H. Blumell, Matthew J. Grey y Andrew H. Hedges (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2015), 131–133.

Brian M. Hauglid, “Did Joseph Smith Translate the Kinderhook Plates?” en No Weapon Shall Prosper: New Light on Sensitive Issues, ed. Robert L. Millet (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2011), 93–103.

Stanley B. Kimball, “Kinderhook Plates Brought to Joseph Smith Appear to Be a Nineteenth Century Hoax“, Ensign, August 1981, en línea en lds.org.

 

1. W. P. Harris, Letter to the Editor, Times and Seasons 4, no. 12, 1 de mayo de 1843, 186.
2. “Ancient Records”, Times and Seasons 4, no. 12, 1 de mayo de 1843, 186. Sin embargo, el editor tuvo que confesar que en ese tiempo, no conocía la opinión de José sobre las planchas: “El Sr. Smith había tenido esas planchas, cuál es su opinión con respecto a estas, no lo hemos determinado”.
3. Charlotte Haven, “A Girl’s Letters from Nauvoo”, Overland Monthly 16, no. 96, diciembre de 1890, 630; carta escrita el 2 de mayo de 1843.
4. Parley P. Pratt y Orson Pratt a John Van Cott, 7 de mayo de 1843; en Brian M. Hauglid, “‘Come & Help Build the Temple & City’: Parley P. and Orson Pratt’s Letter to John Van Cott“, Mormon Historical Studies 11, no. 1 (Spring 2011): 155.
5. “A Gentile”, letter to James Gordon Bennett, 7 de mayo de 1843, en “Late and Interesting from the Mormon Empire on the Upper Mississippi”, New York Herald, May 30, 1843. El editor del Quincy Whig avivó el fuego: “Algunos pretenden decir, que Smith el líder mormón, tenía la habilidad de leerlas. … si Smith puede descifrar los jeroglíficos sobre las planchas, él hará más para arrojar luz sobre la historia temprana de este continente, que cualquier hombre viviendo ahora”. “Singular Discovery—Material for Another Mormon Book”, Times and Seasons 4, no. 12, 12 de mayo de 1843, 186–187; publicado originalmente en Quincy Whig 6, no. 2, 3 de mayo de 1843.
6. Wilbur Fugate a James T. Cobb, 30 de junio de 1879, en Wilhelm Wyl (Wymetal), Mormon Portraits (Salt Lake City, 1888), 207–208. Ese no fue el único tiempo en que personas vinieron a Nauvoo con la intención de exponer a José como un impostor. Un año antes, en abril de 1842, Henry Caswell visitó Nauvoo y más tarde dijo que mostró a José una copia de un manuscrito medieval griego. José supuestamente identificó el manuscrito como egipcio, lo cual tomó como evidencia de la ignorancia de José en idiomas antiguos. Para una evaluación razonable de este incidente, véase John W. Welch, “Joseph Smith’s Awareness of Latin and Greek“, en Approaching Antiquity: Joseph Smith and the Ancient World, ed. Lincoln H. Blumell, Matthew J. Grey y Andrew H. Hedges (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2015), 311–314.
7. Véase Stanley B. Kimball, “Kinderhook Plates Brought to Joseph Smith Appear to Be a Nineteenth Century Hoax“, Ensign, August 1981, en línea en lds.org.
8. A finales de junio, se publicó una hoja de propaganda por John Taylor y Wilford Woodruff, aún prometía, “El contenido de las planchas, junto con un mismo facsímile, será publicado en ‘Times & Season’, tan pronto como la traducción esté completa”. Véase “A Brief Account of the Discovery of the Brass Plates Recently Taken from a Mound near Kinderhook, Pike County, Illinois”, (Taylor & Woodruff, 24 de junio de 1843).
9. Andrew H. Hedges, Alex D. Smith y Brent M. Rodgers, eds., Journals, Volume 3 de mayo de 1843-junio de 1844, The Joseph Smith Papers (Salt Lake City, UT: Church Historians Press, 2015), 13 n.28: “…ninguna traducción respaldada por JS ha sido localizada, sugiriendo que cualquier pensamiento inicial de JS acerca de las planchas, pronto perdió el interés en ellas”.
10. Véase George D. Smith, ed., An Intimate Chronicle: The Journal of William Clayton (Salt Lake City, UT: Signature Books, 1995), 100; Pratt to Van Cott, 7 de mayo de 1843, en Hauglid, “Come & Help Build“, 155.
11. JS Journal, 7 de mayo de 1843, en Hedges, Smith, Rodgers, eds., Journals 3:13.
12. “A Gentile”, carta a Bennett, 7 de mayo de 1843. Esta fuente, equivocadamente se asocia al alfabeto egipcio con el Libro de Mormón, en lugar del Libro de Abraham, un error entendible para un extraño. El alfabeto egipcio es parte del cuerpo conocido por los historiadores como los documentos egipcios de Kirtland (KEP por sus siglas en inglés). Tiene caracteres egipcios de los papiros de José Smith con intentos de “interpretaciones” junto a estos. Actualmente, hay un desacuerdo entre los eruditos con respecto a la naturaleza y propósito del KEP y su relación al Libro de Abraham. Para conocer varias perspectivas, véase Kerry Muhlestein, “Egyptian Papyri and the Book of Abraham: A Faithful Egyptological Point of View“, en No Weapon Shall Prosper: New Light on Sensitive Issues, ed. Robert L. Millet (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2011), 228–229; Brian M. Hauglid, “The Book of Abraham and the Egyptian Project: ‘A Knowledge of Hidden Languages’“, en Approaching Antiquity: Joseph Smith and the Ancient World, editado por Lincoln H. Blumell, Matthew J. Grey y Andrew H. Hedges (Provo, UT: Religious Studies Center; Salt Lake City: Deseret Book, 2015), 474–511; John Gee, An Introduction to the Book of Abraham (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2017), 13–39.
13. Pratt to Van Cott, 7 de mayo de 1843, en Hauglid, “Come & Help Build“, 155.
14. Véase Brian M. Hauglid, “Did Joseph Smith Translate the Kinderhook Plates?” en No Weapon Shall Prosper: New Light on Sensitive Issues, ed. Robert L. Millet (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2011), 93–103.
15. Hedges, Smith, Rodgers, eds., Journals 3:13 n.28.
16. Véase Hedges, Smith, Rodgers, eds., Journals 3:8–16, también en línea en josephsmithpapers.org. Nota del editor (p. 13 n.28): “No se hace mención de las planchas hechas en el diario de JS después de esta entrada del 7 de mayo”.
17. Véase Kimball, “Kinderhook Plates“, en lds.org.
18. Años más tarde, en una carta al señor Flagg, uno de los hombres que llevaron las planchas a Nauvoo indicó que él no sabía, en el momento, que las planchas eran un fraude y que él estaba sinceramente interesado en aprender más acerca de ellas. Véase W.P. Harris to Mr. Flagg, 25 de abril de 1855, en “A Hoax: Reminiscences of an Old Kinderhook Mystery”, Journal of the Illinois State Historical Society 5 (julio de 1912): 271–273.
19. Don Bradley y Mark Ashurst-McGee, “Joseph Smith and the Kinderhook Plates”, en A Reason for Faith: Navigating LDS Doctrine and Church History, ed. Laura Harris Hales (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Religious Studies Center, 2016), 93–115.
20. Richard Lyman Bushman, Joseph Smith: Rough Stone Rolling (New York, NY: Alfred A. Knopf, 2005), 490: “Después de la primera reunión, no se hizo ninguna mención más sobre la traducción y las planchas de Kinderhook se perdieron de vista. José pudo no haber detectado el fraude, pero él no pasó a una traducción completa como lo había hecho con los rollos egipcios. La trampa no se cerró del todo, que frustró el plan original de los conspiradores. En lugar de exponer la trama inmediatamente, como probablemente intentaron hacerlo, no se dijo nada hasta 1879, cuando uno de ellos firmó una declaración jurada describiendo la fabricación”.

Traducido por Central del Libro de Mormón