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KnoWhy #317

¿Por qué la humanidad “inevitablemente debe perecer” sin la expiación de Jesucristo?

febrero 21, 2018
KnoWhy #317
Imagen por Book of Mormon Central
Imagen por Book of Mormon Central
“[T]odo el género humano inevitablemente debe perecer; sí, todos se han endurecido; sí, todos han caído y están perdidos, y, de no ser por la expiación que… debe ser un sacrificio infinito y eterno”
Alma 34:9–10

Contexto y Contenido

Las enseñanzas de Amulek acerca de la expiación del Salvador en Alma 34 vinieron inmediatamente después y están significativamente relacionadas con el discurso memorable de Alma sobre la fe en Alma 32-33. Alma había invitado a los zoramitas a “[comparar]… la palabra a una semilla” (Alma 32:28). Luego Amulek les ayudó a comprender que esta semilla, la palabra de Dios, está necesariamente centrada en la expiación de Jesucristo. El sacrificio expiatorio de Cristo fue el mensaje central o palabra de los profetas como Zenós, Zenoc y Moisés (véase Alma 34:6-7). Como compañero y segundo testigo de Alma, Amulek testificó, clarificó y expandió sobre la naturaleza de la semilla que Alma invitó a sus oyentes a plantar fielmente en sus corazones (véase Alma 32:28).

Para los pobres y humildes entre los zoramitas, Amulek enseñó que sin la expiación de Cristo “todos se han endurecido; sí, todos han caído y están perdidos” (Alma 34:9).  Estas palabras habrían sido especialmente significativas para los zoramitas quienes habían sido “echados de las sinagogas a causa de la pobreza de sus ropas” (Alma 32:2). En su condición de pobreza, y sin un lugar formal para adorar, ellos seguramente se habrían sentido perdidos, caídos y quizás endurecidos contra el Señor y aquellos que los habían expulsado (véase Alma 34:31).

El mismo Amulek pudo haber sido muy consciente de la condición depravada de la humanidad, ya que recientemente había experimentado su propia conversión (véase Alma 10:5-6).1 El hecho de que colocó la naturaleza caída universal de la humanidad en la parte central del quiasmo respalda cuán importante era este punto en su mensaje:

A Porque es necesario que se realice una expiación
B pues según el gran plan del Dios Eterno, debe efectuarse una expiación,
C o de lo contrario, todo el género humano inevitablemente debe perecer
D sí, todos se han endurecido;
D todos han caído y están perdidos;
C [deben perecer], (tal como lo dice en inglés)
B de no ser por la expiación
A que es necesario que se haga2

 

El énfasis de Amulek sobre los resultados de la caída ayudó a demostrar el por qué la adoración se centra necesariamente en la expiación de Cristo, y el por qué la “fe para arrepentimiento”—no la riqueza y la posición social— es lo que produce la verdadera justicia (Alma 34:15-16). Su mensaje también aclaró que todos se han endurecido, caído y perdido, y, por lo tanto, todos necesitan la expiación de Cristo. A pesar de su pobreza, los zoramitas tenían acceso y necesidad del poder redentor de Cristo igual que aquellos que presumieron sus “suntuosos vestidos” en el Rameúmptom (Alma 31:28).3

Alma llegó incluso a declarar que “está bien que seáis echados de vuestras sinagogas, para que seáis humildes y aprendáis sabiduría” (Alma 32:12). Al igual que Adán y Eva, quienes fueron “echado[s] del Jardín de Edén” (DyC 29:41), los zoramitas pudieron obtener verdadera sabiduría y conocimiento en reconocer su propio estado perdido y caído.

Dominio de la Doctrina Alma 34:9-10. Infografía por Book of Mormon Central

Dominio de la Doctrina Alma 34:9-10. Infografía por Book of Mormon Central

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Doctrinas y Principios

Cuando se unen, las enseñanzas de Alma y Amulek demuestran magistralmente cómo la historia de Edén se desarrolla continuamente en las vidas de todos los hijos de Dios. La metáfora de Alma de la semilla sugiere que el árbol de la vida, como se encontró originalmente en el jardín de Edén, metafóricamente reside en el corazón de cada persona. Las enseñanzas de Amulek entonces establecieron que la semilla (la palabra de Dios) se centra necesariamente en la expiación de Jesucristo. Si se planta pacientemente y se nutre diligentemente, la semilla o la doctrina de la expiación de Cristo puede crecer dentro del corazón hasta que se desarrolle simbólicamente en un árbol de la vida completamente maduro (véase Alma 32:40-43).4 Al igual que el árbol de la vida en el jardín de Edén, la expiación del Salvador puede superar por completo las consecuencias de la caída para cada individuo.5

Así como la transgresión y expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén se llevó a cabo “en la sabiduría del que conoce todas las cosas” (2 Nefi 2:24),6 también las dificultades y debilidades de toda la vida mortal son una parte esencial del “gran plan del Dios Eterno” (Alma 34:9).7 Como consecuencia de la Caída, Amulek usó la palabra debe cuatro veces y las palabras necesario y preciso (en inglés se usa la misma palabra) un total de tres veces en Alma 34:9-10 para demostrar la absoluta necesidad de la expiación de Cristo para todos los hijos de Dios.8

El presidente Ezra Taft Benson explicó: “Nadie sabe de manera adecuada y precisa la razón por la que necesita a Cristo sino hasta que comprenda y acepte la doctrina de la Caída y el efecto que tiene sobre la humanidad”.9 El presidente Boyd K. Packer también enseñó: “Si no han cometido ningún error, no necesitan la Expiación. Si han cometido errores, y todos los hemos cometido, ya sean pequeños o graves, entonces tienen una gran necesidad de averiguar cómo se pueden borrar para que ustedes ya no estén en la oscuridad”.10

Debido a sus terribles circunstancias temporales, los pobres entre los zoramitas fueron más capaces de descubrir y reconocer sus terribles circunstancias espirituales. Como explicó el élder Lloyd P. George, “las pruebas son bendiciones ocultas si las aceptamos con humildad, con fe y con fortaleza”.11 El presidente Dieter F. Uchtdorf también enseñó que “el vernos claramente es esencial para nuestro crecimiento y bienestar espiritual. Si nuestras debilidades y flaquezas permanecen a oscuras entre las sombras, el poder redentor del Salvador no puede sanarlas ni convertirlas en fortalezas”.12

Al igual que Adán y Eva, los ojos de cada individuo deben abrirse a la realidad de sus propias transgresiones (véase Moisés 5:10). Los hijos de Adán y Eva, es decir, toda la familia humana, deben comprender no solo la Caída de sus primeros padres, sino también la naturaleza caída de sus propias mentes, corazones y cuerpos físicos. Porque solo aquellos que reconocen el alcance y la magnitud de la condición caída de la humanidad podrán apreciar verdaderamente el poder universal y omnímodo del “sacrificio infinito y eterno” de Cristo (Alma 34:10).13

Otras Lecturas

Presidente Dieter F. Uchtdorf, “‘¿Soy yo, Señor?’“, Liahona, Noviembre 2014, 56-59, en línea en lds.org.

Presidente Boyd K. Packer, “La Expiación”, Liahona, Noviembre 2012, 75-78, en línea en lds.org.

Élder Bruce C. Hafen, “La Expiación: Todo por todo”, Liahona, Mayo 2004, en línea en lds.org.

 

1. Para conocer más sobre la vida de Amulek, véase John W. Welch, “The Testimonies of Jesus Christ from the Book of Mormon”, en A Book of Mormon Treasury: Gospel Insights from General Authorities and Religious Educators (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2003), 332–334; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué la familia de Amulek es significativa? (Alma 10:7)”, KnoWhy 117 (Mayo 24, 2017).
2. El formato sigue a Donald W. Parry, ed., Poetic Parallelisms in the Book of Mormon: The Complete Text Reformatted (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2007), 314–315.
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Mormón enfatizó la costosa ropa de los zoramitas? (Alma 31:28)”, KnoWhy 283 (Enero 3, 2018).
4. Véase John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013), 465–466 para el simbolismo de árboles que crecen de los corazones en el pensamiento religioso de la antigua América.
5. Para una comparación de árboles simbólicos en el Libro de Mormón, véase John W. Welch y J. Gregory Welch, Charting the Book of Mormon: Visual Aids for Personal Study (Provo, UT: FARMS, 1999), tabla 95. Para obtener más información del Árbol de la Vida, véase John W. Welch y Donald W. Parry, eds., The Tree of Life: From Eden to Eternity (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2011).
6. Véase Book of Mormon Central, “¿Por qué Lehi enseñó que la Caída era necesaria? (2 Nefi 2:22–25)”, KnoWhy 269 (Diciembre 13, 2017).
7. Para obtener más información sobre el papel central de la Expiación en el Plan de Salvación, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Dónde es el mejor lugar para aprender sobre el plan de salvación de Dios? (Alma 24:14)”, KnoWhy 272 (Diciembre 18, 2017).
8. En inglés, la palabra que se traduce como necesario y preciso es expedient. Muchas personas atribuyen connotaciones morales o políticas negativas este término en inglés. Sin embargo, Noah Webster, American Dictionary of the English Language (1828) define expedient en una luz mas positiva: “(1) Literalmente, apresurar; insistir hacia adelante. Por lo tanto, tendiendo a promover el objeto propuesto; adaptado o adecuado para el propósito; apropiado bajo las circunstancias. (2) Útil; rentable.” Desde este punto de vista, el uso de Amulek de expedient (necesario o preciso) puede verse como un llamado a los zoramitas a ser pacientes y fieles, porque la expiación de Cristo sería adecuada para los propósitos eternos del Padre, apropiada bajo las circunstancias, y apresurada según el tiempo del Señor. Dios no puede obligar a las personas a ser justas y no puede proteger a todos de los duros tratos injustos de los demás, pero ha provisto un medio útil, apropiado y provechoso de purificación, reconciliación y reunión con Dios.
9. Presidente Ezra Taft Benson, “El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios”, Liahona, Enero 2005, en línea en lds.org.
10. Presidente Boyd K. Packer, “La Expiación”, Liahona, Noviembre 2012, 77, en línea en lds.org.
11. Élder Lloyd P. George, “La Gratitud”, Liahona, Mayo 1994, en línea en lds.org.
12. Presidente Dieter F. Uchtdorf, “‘¿Soy yo, Señor?’“, Liahona, Noviembre 2014, 58, en línea en lds.org.
13. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué debe haber un sacrificio infinito y eterno? (Alma 34:12)”, KnoWhy 142 (Junio 22, 2017); Rodney Turner, “The Infinite Atonement of God”, en Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni, Studies in Scripture: Volume 8 (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 28–40. Tad R. Callister, The Infinite Atonement (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2000).

Traducido por Central del Libro de Mormón