/ KnoWhys

KnoWhy #628

¿Por qué José Smith produjo una nueva traducción de la Biblia?

enero 20, 2022
KnoWhy #628
Foto de una biblia, por kiwihug a través de Unsplash.
Foto de una biblia, por kiwihug a través de Unsplash.
“Por tanto, ves tú que después que el libro ha pasado por las manos de esa grande y abominable iglesia, se han quitado muchas cosas claras y preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios”
1 Nefi 13:28

 

El conocimiento

José Smith amaba la Biblia. Una carta escrita en 1834 por José y otros líderes de la iglesia a los poseedores del sacerdocio, declara: “El que logra observar el poder de la Omnipotencia inscrito en los cielos, también puede ver la propia letra de Dios en el volumen sagrado [la Biblia]: y al que lo lea más a menudo le gustará más”1. Aunque veneraba las sagradas escrituras, José Smith también sabía por el Libro de Mormón que “se han quitado muchas cosas claras y preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios” (1 Nefi 13:28). En una ocasión en 1843, el profeta resumió sus sentimientos hacía la Biblia, declarando: “Creo en la Biblia tal como se hallaba cuando salió de la pluma de sus escritores originales, los traductores ignorantes, los escribientes descuidados y los sacerdotes intrigantes y corruptos han cometido muchos errores”2.

Incluso mientras se estaba imprimiendo el Libro de Mormón, José Smith y sus asociados iniciaron los planes para completar una traducción de la Biblia, con la intención de corregir muchos de los errores que se habían infiltrado en el texto y restaurar muchas de las verdades claras y preciosas perdidas. El 8 de octubre de 1829, Oliver Cowdery compró una Biblia King James grande de la imprenta de Grandin, la misma donde se imprimió el Libro de Mormón; el estudio intensivo de esta Biblia condujo a la creación de la Traducción de José Smith (TJS), partes de las cuales se encuentran en las Escrituras como el libro de Moisés, José Smith—Mateo, y en cientos de notas al pie de página de la TJS en las ediciones Santos de los Últimos Días de la Biblia.

El término “Traducción de José Smith” nunca se usó durante la vida del profeta. En Doctrina y Convenios el Señor se refirió a la obra como la “nueva traducción” (DyC 124:89). El nombre “Traducción de José Smith”, abreviado como TJS, se creó en la década de 1970 cuando los líderes de la iglesia se dieron cuenta de que la abreviatura NT (Nueva Traducción) sería confusa en las notas al pie de las Escrituras, ya que esa es la abreviatura común que se utiliza para el Nuevo Testamento.

La Traducción de José Smith no es una traducción en el sentido tradicional, un investigador muy bien informado describió la traducción como “reformar el texto en una nueva forma por medio de la inspiración del Espíritu Santo”3. Aunque con el paso del tiempo José Smith estudió un poco de hebreo y tenía y utilizaba un diccionario griego4, su traducción no consistió en tomar un texto hebreo antiguo o griego y traducirlo al inglés moderno, en cambio, su traducción fue el resultado de la inspiración que recibió mientras realizaba un estudio intensivo, palabra por palabra de la Biblia, sus enseñanzas, visiones, revelaciones, perspectivas, leyes, ordenanzas, personalidades y potencialidades eternas, con cambios implementados para restaurar la intención original de los escritores y hacer el texto más comprensible para los lectores modernos5.

El porqué

No entender lo que José Smith y sus asistentes estaban tratando de lograr puede llevarnos a malinterpretar lo que la Traducción de José Smith realmente es y cómo puede ayudarnos a obtener una comprensión más profunda de las escrituras. Scott Faulring, Kent Jackson y Robert J. Matthews, un trío de investigadores que han estudiado intensamente la Traducción de José Smith (TJS), colocaron los cambios hechos al texto bíblico en varias categorías.

Primero, en algunos casos la traducción fue una restauración del texto original, por ejemplo, todo el capítulo de Moisés 1, que se encuentra en la Perla de Gran Precio, no aparece en el texto del libro de Génesis. La restauración de Moisés 1 al canon de las escrituras trae verdades importantes sobre la naturaleza de Dios, la humanidad y Satanás en sus respectivas funciones dentro del plan de salvación.

En segundo lugar, la TJS a veces sirvió para restaurar lo que una vez se dijo o se hizo, pero que nunca estuvo en la Biblia. La TJS de Génesis 14:25–40 contiene una interesante descripción del ministerio de Melquisedec, el rey de Salem, no sabemos si esto aparece en el texto original de Génesis, pero aparece en el Libro de Mormón en Alma 13 y sirve como una historia de fondo importante para la función que Melquisedec tiene en la narrativa de Abraham en el Génesis6. La narración añadida nos ayuda a entender por qué el nombre de Melquisedec siempre se asoció con el “Santo Sacerdocio según el Orden del Hijo de Dios” (DyC 107:3).

Tercero, en muchas ocasiones la TJS sirvió para que la Biblia fuera más comprensible para los lectores modernos, por ejemplo, en algunos casos, se cambiaron palabras antiguas de la versión King James, como wot se cambió por know not, en Éxodo 32:1, donde “we wot not what is become of him” (no sabemos qué qué le haya acontecido) se cambió a “we wot not what is become of him” (no sabemos qué le haya acontecido, sin cambio en español). En otras partes la palabra saith se cambió por la palabra said (del verbo decir), that (que) y wich (el cual) se cambió por who (quien), y ye y thee se cambiaron por you (de “vosotros” a tu/ti). Sin embargo, estos cambios no siempre son consistentes a lo largo de los manuscritos de la TJS. En otros lugares, la TJS reemplazó los pronombres ambiguos con nombres propios, como en Génesis 14:20, donde la VKJ dice “and he gave” (y le dio), pero se aclara en la TJS para que diga “and Abram gave” (y Abram le dio).

Para realizar estos cambios, algunos investigadores han argumentado que José y sus escribas pudieron haber consultado uno de los comentarios bíblicos de su época7. José se interesó por los idiomas originales utilizados en la Biblia y estudió algo de hebreo en Kirtland, después de haber completado gran parte del trabajo de la TJS8. En ese tiempo, una vez anotó en su diario: “Mi alma se deleita al leer la palabra del Señor en la lengua original y estoy decidido a seguir el estudio de las lenguas hasta llegar a dominarlas”9. En este sentido, el trabajo del Profeta sobre la Biblia animó a la gente a seguir su ejemplo en su estudio, combinando fuentes de información y verdad tanto espirituales como académicas.

Cuarto, las modificaciones realizadas en la TJS sirven para armonizar la redacción bíblica con las verdades que se encuentran en otras partes de la Biblia o en la revelación moderna, por ejemplo, el texto VKJ de Juan 1:18 dice: “A Dios nadie le vio jamás”, una enseñanza confusa que contradice un buen número de pasajes tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, así como las experiencias del profeta José Smith en la Primera Visión y en otras ocasiones10. La revisión inspirada de este versículo dice: “Y a Dios nadie le vio jamás, excepto el que ha dado testimonio del Hijo, pues si no es por medio de él, nadie puede ser salvo”, enfatizando el papel divino de Dios Padre al dar testimonio en nombre del Hijo (TJS, Juan 1:19).

Por último, la TJS en ocasiones incluye cambios útiles para los lectores modernos que no fueron escritos por los autores originales. El élder Bruce R. McConkie, señalando las diferencias entre los primeros capítulos de Génesis y los de la TJS que cubren el mismo material, declaró: “Ambos son verdaderos”, también declaró su creencia de que la versión bíblica de Juan 1 “es verdadera”, pero que la TJS del mismo pasaje ofrece “una perspectiva totalmente diferente”, y añadió: “Estas son ilustraciones del hecho de que puede haber dos traducciones de la misma cosa y ambas pueden ser verdaderas”11.

Un ejemplo frecuentemente citado de esto se encuentra en Romanos 13, donde Pablo escribe sobre la obligación de los santos de someterse a los poderes seculares, la TJS reescribe ese pasaje para aplicarlo hacia la cooperación con las autoridades de la iglesia. Es probable que ambos pasajes sean correctos y que la revisión de la TJS sea una revelación destinada a instruir a los santos modernos (véase TJS, Romanos 13:6–7)12.

Aunque José Smith terminó los manuscritos de la TJS en 183313, nunca abandonó del todo la traducción, y el estudio intensivo de las Escrituras siguió siendo una faceta de su vida cotidiana hasta su muerte en 1844. Aunque los Santos de los Últimos Días rechazan el concepto de un canon cerrado, también se aferran al canon bíblico establecido como fundamento de su fe, en una ocasión, José Smith levantó una Biblia y declaró: “Creo en este volumen sagrado. En él se encuentra la fe ‘mormona’. No enseñamos nada más que lo que enseña la Biblia. No creemos en nada, sino en lo que se encuentra en este libro”14. Las páginas desgastadas y marcadas de su Biblia demuestran la intensa devoción del Profeta por la Biblia, sus enseñanzas y su función como conducto de la mente de Dios.

Otras lecturas

Kent P. Jackson, ed., Joseph Smith’s Translation of the Bible: The Joseph Smith Translation and the King James Translation in Parallel Columns (Provo, UT: BYU Religious Studies Center, Brigham Young University, 2022).

Kent P. Jackson, “Joseph Smith’s New Translation of the Bible“, en Joseph Smith, the Prophet and Seer, ed. Richard Neitzel Holzapfel y Kent P. Jackson (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2010), 51–76.

Kent P. Jackson, “Some Notes on Joseph Smith and Adam Clarke“, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 40 (2020): 15–60.

Robert J. Matthews, “Joseph Smith Translation of the Bible (JST)“, en Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow, 4 vols. (New York, NY: Macmillan Publishing, 1992), 763–768.

 

1.Letter to the Church, circa March 1834“, pág. 142, disponible en josephsmithpapers.org.
2.History, 1838–1856, volume E-1 [1 July 1843–30 April 1844]“, pág. 1755, disponible en josephsmithpapers.org. En aquella ocasión, José corrigió dos puntos en los que el texto bíblico podía ser malinterpretado, Génesis 6:6 y Hebreos 6:1, aclarando que Dios no se arrepiente y que nunca descuidaremos los primeros principios del evangelio.
3. Kent P. Jackson, “Joseph Smith’s New Translation of the Bible“, en Joseph Smith, the Prophet and Seer, ed. Richard Neitzel Holzapfel y Kent P. Jackson (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University 2010), 55.
4. Véase John W. Welch, “Joseph Smith’s Awareness of Greek and Latin“, en Approaching Antiquity: Joseph Smith and the Ancient World, ed. Lincoln H. Blumell, Matthew J. Grey y Andrew H. Hedges (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University; Salt Lake City: Deseret Book, 2015), 303–328.
5. Kent P. Jackson, “Joseph Smith’s Biblical Antiquity“, en Approaching Antiquity, 165–193.
6. Véase John W. Welch, “The Melchizedek Material in Alma 13:13–19“, en By Study and Also by Faith, 2 vols., ed. John M. Lundquist y Stephen D. Ricks (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: FARMS, 1990), 2:238–272. Esta información probablemente estaba disponible para Alma en las planchas de bronce, y algunos han argumentado que estaba en la versión del Génesis conocida por los nefitas. Véase Noel B. Reynolds, “The Brass Plates Version of Genesis“, en By Study and Also by Faith, 2:136–173, reimpreso en Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 34 (2020): 63–96; Jeff Lindsay and Noel B. Reynolds, “‘Strong Like unto Moses’: The Case for Ancient Roots in the Book of Moses Based Book of Mormon Usage of Related Content Apparently from the Brass Plates“, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 44 (2021): 1–92.
7. Las afirmaciones de que José Smith utilizaba comentarios bíblicos siguen siendo discutidas por los investigadores. Sin embargo, dada la naturaleza del proyecto, el uso de comentarios bíblicos no habría estado fuera de lugar. Véase Thomas A. Wayment, “Joseph Smith, Adam Clarke, and the Making of a Bible Revision”, Journal of Mormon History, 46, no. 3 (2020): 1–22; Thomas A. Wayment y Haley Wilson-Lemmon, “A Recovered Resource: The Use of Adam Clarke’s Bible Commentary in Joseph Smith’s Bible Translation”, en Producing Ancient Scripture: Joseph Smith’s Translation Projects in the Development of Mormon Christianity, ed. Michael Hubbard McKay, Mark Ashhurst-McGee y Brian Hauglid, (Salt Lake City: University of Utah Press, 2020), 262–284. Estas afirmaciones son muy discutidas por Kent P. Jackson, “Some Notes on Joseph Smith and Adam Clarke“, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 40 (2020): 15–60. Jackson ilustra de manera persuasiva que muchos de los cambios atribuidos a Clarke se explican mejor por el contexto más amplio de las revisiones que José Smith hizo a lo largo de las TJS.
8. Véase Matthew J. Grey, “‘The Word of the Lord in the Original’: Joseph Smith’s Study of Hebrew in Kirtland“, en Approaching Antiquity: Joseph Smith and the Ancient World, 249–302.
9. Journal, 1835-1836, pág. 157, disponible en josephsmithpapers.org
10. Véase Génesis 32:30; Éxodo 33:11; Deuteronomio 34:10; Isaías 6:5.
11. Mark L. McConkie, ed., Doctrines of the Restoration: Sermons and Writings of Bruce R. McConkie (Salt Lake City, UT: Bookcraft, 1989), 269.
12. Esta concisa lista explicativa de las categorías de la TJS se basa en Scott H. Faulring, Kent P. Jackson y Robert J. Matthews, eds., Joseph Smith’s New Translation of the Bible: Original Manuscripts (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2004), 8–10.
13.Letter to Church Leaders in Jackson County, Missouri, 2 July 1833“, pág. 51, disponible en josephsmithpapers.org.
14.History, 1838–1856, volume C-1 [2 November 1838–31 July 1842]“, pág. 1014, disponible en josephsmithpapers.org.

Traducido por Central del Libro de Mormón