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KnoWhy #35

¿Por qué Jacob declaró tantos “ayes”?

febrero 13, 2017
KnoWhy #35
La pasión de Yeshua
¡Pero ay de aquel a quien la ley es dada; sí, que tiene todos los mandamientos de Dios, como nosotros, y que los quebranta, y malgasta los días de su probación, porque su estado es terrible!
2 Nefi 9:27

El conocimiento

Como parte de su gran discurso, probablemente dado durante la coronación de Nefi como rey (2 Nefi 5:18),1 Jacob sublimemente alabó a Dios, sus muchos atributos y su plan de salvación (2 Nefi 9:8-22). Jacob se expresó de manera tan elocuente que Grant Hardy, un profesor de la University of North Carolina en Asheville, llamó una porción de este sermón (2 Nefi 9:17-19) “Un himno para el Santo de Israel”.2

En medio de esa frase inspiradora, sin embargo, Jacob lanzó una serie de “ayes” condenando varias prácticas. En 2 Nefi 9:27-38, Jacob pronunció diez “ayes” contra los mentirosos, asesinos, adoradores de ídolos, y aquellos que piensan que no necesitan a Dios debido a su sabiduría o riqueza, entre otros. Por motivo de que son exactamente diez de ellos, han sido llamados los “diez ayes de Jacob” y comparados a los famosos diez mandamientos dados a Moisés en el monte Sinaí (Véase Éxodo 20:3-7).3

John W. Welch explicó: “Jacob aparentemente tenía en mente el decálogo de Deuteronomio 5 o Éxodo 20 cuando escribió estas palabras. Las prohibiciones contra adorar imágenes, cometer asesinato o adulterio y levantar falso testimonio (véase Éxodo 20:4-6, 13-14, 16) están claramente presentes desde el sexto al noveno ay de Jacob”.4

Los diez “ayes” de Jacob, sin embargo, no son una mera repetición o un parafraseo de los Diez Mandamientos. “Mientras que el decálogo daba la ley”, observó Welch, “Jacob fue un paso más adelante al hacer hincapié en las consecuencias de quebrantar la ley. Además, los principios de Jacob se ajustan como una revelación para su pueblo y sus necesidades”.5

El porqué

La sutil pero significante conexión entre los Diez Mandamientos y los diez “ayes” de Jacob es importante para entender por qué Jacob incluyó advertencias acerca de las consecuencias del pecado en medio de su elevada alabanza a Dios. En el Sinaí, Dios hizo un convenio con su pueblo (véase Éxodo 19:5) que Jacob claramente entendió. “Las bendiciones del convenio”, explicó el experto en el Antiguo Testamento John L. Collins, “dependen de la observación de la ley”.6

Los convenios en el mundo antiguo siguieron un patrón específico en el que fueron presentadas las estipulaciones, y explicaron las consecuencias de mantener o quebrantar el convenio. En el Sinaí los Diez Mandamientos estaban entre “las estipulaciones del Convenio”.7 Tanto las bendiciones como las maldiciones están presentes en la renovación del convenio en el monte Ebal (véase Deuteronomio 27-28).

Aunque no siempre se nota, Jacob realmente dijo a sus oyentes que su propósito en citar a Isaías era “para que sepáis de los convenios del Señor que ha concertado con toda la casa de Israel” (2 Nefi 9:1). Los diez “ayes” encontrados en 2 Nefi 9:27-28, por lo tanto, funcionan como la lista de estipulaciones y las consecuencias por violar dicho convenio. 8

Además, el patrón tradicional y completo del antiguo convenio le dio forma al discurso de Jacob.9 Esta fórmula completa del convenio nos enseña una importante lección, a saber, que la plenitud del evangelio no es solamente acerca de la bondad y bendiciones de Dios, sino que también trata sobre las consecuencias del pecado.

Conociendo la necesidad de guardar y obedecer los convenios de Dios, el Salvador mismo estipuló “ayes” sobre los fariseos y escribas, llamándolos al arrepentimiento por sus violaciones hipócritas de varios requisitos de la ley (véase Mateo 23). El salvador igualmente declaró bendiciones y maldiciones en el sermón del llano (Lucas 6:17-26).

Mientras que el mundo continúa moviéndose hacia una actitud más laissez faire para muchos comportamientos morales, las personas tienden a remodelar la imagen de Dios a la imagen del mundo (véase DyC 1:16). A menudo, el resultado es enfatizar solamente el amor y misericordia de Dios, mientras menosprecian o ignoran las estipulaciones y consecuencias.

En contraste, el poderoso discurso de Jacob nos recuerda no solamente “la grandeza de la misericordia de nuestro Dios… [que] libra a sus santos de ese terrible monstruo, el diablo y muerte e infierno” (2 Nefi 9:19), sino también “la grandeza y la justicia de nuestro Dios” porque “Él ejecuta todas sus palabras, y han salido de su boca, y su ley se debe cumplir” (2 Nefi 9:17).

La justicia de Dios incluye las consecuencias por violar la ley; su misericordia se encuentra en proveer a un Salvador y otorgar tiempo para el cambio y la reconciliación. Mientras que el arrepentimiento siempre es posible, se mantiene que no toda conducta es aceptable al Señor. En sus diez “ayes”, Jacob identifica mucha de esa conducta inaceptable y advierte de las consecuencias que sobrevendrán a aquellos que violan sus convenios y no se arrepienten.

Otras lecturas

John W. Welch, “Counting to Ten,” Journal of Book of Mormon Studies 12, no. 2 (2003): 42–57, 113–114.

John W. Welch and J. Gregory Welch, Charting the Book of Mormon (Provo, UT: FARMS, 1999), chart 120.

John S. Thompson, “Isaiah 50–51, the Israelite Autumn Festivals, and the Covenant Speech of Jacob in 2 Nephi 6–10,” in Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry and John W. Welch (Provo, Utah: FARMS, 1998), 123–150.

John W. Welch, “Jacob’s Ten Commandments,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, Utah: Deseret Book and FARMS, 1992), 69–72.

 

 

1. Book of Mormon Central en Español, “¿Se refirió Jacob a las fiestas de otoño de Israel?” KnoWhy 32 (Febrero , 2017); John S. Thompson, “Isaiah 50–51, the Israelite Autumn Festivals, and the Covenant Speech of Jacob in 2 Nephi 6–10,” in Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry and John W. Welch (Provo, Utah: FARMS, 1998), 139–142.
2. Grant Hardy, ed., The Book of Mormon: A Reader’s Edition (Urbana and Chicago: University of Illinois Press, 2003), 85.
3. John W. Welch, “Jacob’s Ten Commandments,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, Utah: Deseret Book and FARMS, 1992), 69–72.
4. Welch, “Jacob’s Ten Commandments,” 70.
5. Welch, “Jacob’s Ten Commandments,” 70.
6. John J. Collins, Introduction to the Hebrew Bible (Minneapolis: Fortress Press, 2004), 121.
7. Collins, Introduction to the Hebrew Bible, 125.
8. See Thompson, “Isaiah 50–51, the Israelite Autumn Festivals, and the Covenant Speech of Jacob,” 126–127.
9. Book of Mormon Central en Español, “¿Se refirió Jacob a las fiestas de otoño de Israel?KnoWhy 32; Thompson, “Isaiah 50–51, the Israelite Autumn Festivals, and the Covenant Speech of Jacob,” 124–127.

Traducido por Central del Libro de Mormón