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KnoWhy #312

¿Por qué hay tantos nombres diferentes para el Plan de Salvación en el Libro de Mormón?

febrero 14, 2018
KnoWhy #312
El Señor creó todas las cosas, vía lds.org
El Señor creó todas las cosas, vía lds.org
“Porque he aquí, si Adán hubiese extendido su mano inmediatamente, y comido del árbol de la vida, habría vivido para siempre… [pero] esto habría destruido el gran plan de felicidad. … por tanto, según la justicia, el plan de redención no podía realizarse sino de acuerdo con las condiciones del arrepentimiento del hombre en este estado probatorio… Ahora bien, no se podría realizar el plan de la misericordia salvo que se efectuase una expiación”.
Alma 42:5-8-13-15

El Conocimiento

Por muchos siglos, un malentendido prevaleció acerca de Dios y la naturaleza de su relación con la humanidad. Como explicó el historiador mormón Matthew McBride:

Desde el siglo V, los cristianos ortodoxos habían impuesto un abismo casi intransitable entre el Creador y Sus creados. Los cristianos llegaron a creer que la humanidad, fue creada de la nada. Dios no era un artesano que diseñó los materiales existentes, sino totalmente diferente y aparte de su creación—misterioso y desconocido.1

Entonces, el 6 de mayo de 1833 todos esos malos entendidos se acabaron ante la nueva revelación dada al profeta José Smith, conocida como Doctrina y Convenios 93. Esta revelación y otras como esta, mostraron a las personas que eran literalmente hijos espirituales de Dios que habían vivido con Él en la preexistencia y que Dios tenía un plan para ellos para que regresaran a Su presencia para ser como Él.2

Doctrina y Convenios nunca da un nombre a este plan que Dios estableció para Sus hijos. El Libro de Mormón, sin embargo, se refiere a este por muchos nombres: “el misericordioso designio del gran Creador” (2 Nefi 9:6), “el plan de nuestro Dios” (2 Nefi 9:13), “el gran y eterno plan de liberación de la muerte” (2 Nefi 11:5), el “plan de redención”,3“el gran plan del Dios Eterno” (Alma 34:9), “el plan de la restauración” (Alma 41:2), “el gran plan de felicidad” (Alma 42:8,16), “el plan de la misericordia” (Alma 42:15, 31), y “el plan de salvación” (Jarom 1:2; Alma 24:14; 42:5).4 Un análisis cuidadoso de cada uno de estos nombres puede ayudar a las personas a comprender mejor el plan de Dios para Sus hijos.5

Algunos nombres del plan, tales como “el gran plan de nuestro Dios” (2 Nefi 9:13) y “el gran plan del Dios Eterno” (Alma 34:9), sirven como recordatorios de que Dios mismo implementó el plan, por lo que se debe de seguir.6 Por ejemplo, Amulek enseñó que “según el gran plan del Dios Eterno, debe efectuarse una expiación, o de lo contrario, todo el género humano inevitablemente debe perecer; sí, todos… están perdidos, y, de no ser por la expiación que es necesario que se haga, deben perecer” (Alma 34:9, énfasis añadido).

The Plan of Salvation (El Plan de Salvación) por Jonas Jodicke
The Plan of Salvation (El Plan de Salvación) por Jonas Jodicke

Otros nombres, como “el misericordioso designio del gran Creador” (2 Nefi 9:6) y “el plan de la misericordia” (Alma 42:15, 31), muestran la benevolencia de Dios al crear un plan para luchar contra las fuerzas como la muerte y el pecado que de otro modo tendrían dominio eterno.7 Como Alma le explicó a su hijo, era “para que lleves almas al arrepentimiento, a fin de que el gran plan de misericordia pueda reclamarlas” (Alma 42:31).8

Nombres como “el gran y eterno plan de liberación de la muerte” (2 Nefi 11:5), y el “plan de la restauración” (Alma 41:2), muestran que el plan asegura que todas las personas resucitarán.9 Alma dijo que “el plan de la restauración es indispensable en la justicia de Dios, porque es necesario que todas las cosas sean restablecidas a su propio orden” (Alma 41:2).

Un nombre se destaca como el más común para el plan en el Libro de Mormón: el “plan de redención”. Aparece en 15 diferentes versículos del Libro de Mormón. Este nombre recuerda a los lectores que el plan ofrece la redención del pecado y la muerte.10 Alma, por ejemplo, enseñó que “si no hubiese sido por el plan de redención, que fue establecido desde la fundación del mundo, no habría habido resurrección de los muertos” (Alma 12:25). Continuó explicando: “Dios llamó a los hombres, en el nombre de su Hijo (pues este era el plan de redención que se estableció), diciendo: Si os arrepentís, y no endurecéis vuestros corazones, entonces tendré misericordia de vosotros por medio de mi Hijo Unigénito” (Alma 12:33).

Dos de los nombres más comunes hoy en día para el plan son el “plan de felicidad” (Alma 48:8, 16) y “el plan de salvación” (Jarom 1:2; Alma 24:14; 42:5). Estos nombres demuestran que, aunque partes del plan son difíciles de cumplir, su objetivo final es la felicidad y la salvación de la humanidad.11 Alma declaró que “el arrepentimiento no podía llegar a los hombres a menos que se fijara un castigo… opuesto al plan de la felicidad” (Alma 42:16).12

El Porqué

Plan de Salvación de la Galería Helaman
Plan de Salvación de la Galería Helaman

Los diferentes nombres del plan muestran lo amplio que es. Doctrina y Convenios 93:24 parafrasea Jacob 4:13 y declara que “la verdad es el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser”. Esto es lo que el conocimiento del plan imparte: conocimiento de lo que es la humanidad ahora, de dónde vienen y a dónde van después de esta vida.13 Los nombres para este plan en el Libro de Mormón ayudan a iluminar el propósito de la vida, pero también revelan la verdadera naturaleza de Dios en toda su riqueza y plenitud. El gran plan del Padre son todas las cosas que su nombres implican, todo en su conjunto, no solamente algunas de sus partes.

Por causa de que el mismo Padre puso el plan a funcionar, garantiza que se implemente y las personas pueden tener fe absoluta en que Dios cumplirá sus promesas. Por motivo de que el plan permite a todas las personas resucitar, pueden saber con certeza que la muerte no es el fin. Debido a que el plan muestra la misericordia de Dios, las personas pueden tener fe que esta misericordia nunca les fallará.14 Puesto que el plan provee una manera segura de redimir el pecado y la muerte, las personas pueden tener esperanza de que pueden ser liberadas de los males de la mortalidad. Dado que el objetivo final del plan es la felicidad de la humanidad y la salvación, las personas pueden atravesar tiempos difíciles, sabiendo que Dios les ayudará, las cosas finalmente funcionarán.

Las revelaciones de José Smith, junto con el Libro de Mormón, dan una visión amplia del plan de Dios y del papel de la humanidad en el universo. El conocimiento de las muchas diferentes facetas del plan puede proveer consuelo y esperanza en un mundo complejo que, en ocasiones, parece ser caótico. Pero los espíritus de las personas existían juntos antes de que entraran en este estado mortal y temporal en la tierra, y continuarán existiendo y prosperando uno con el otro después de esta etapa del ser, en la eternidad, por los siglos de los siglos. Como declaró José Smith: “El alma, la mente del hombre, ¿de dónde vino? Todos los sabios dicen que Dios lo creó en el principio; pero no es así. Tengo mejor criterio. Dios me lo ha dicho. Ustedes que lloran la pérdida de sus amigos, solamente quedan separados por un corto tiempo”.15

Otras Lecturas

Matthew McBride, “‘También el hombre fue en el principio con Dios’”, en Revelaciones en contexto: Las historias detrás de las secciones de Doctrina y Convenios, ed. Matthew McBride y James Goldberg (Salt Lake City, UT: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2016), 192-195.

M. Catherine Thomas, “Plan”, en Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 642–643.

Corbin T. Volluz, “Cry Redemption: The Plan of Redemption as Taught in the Book of Mormon”, Journal of Book of Mormon Studies 3, no. 1 (1994): 148–169.

 

1. Matthew McBride, “‘También el hombre fue en el principio con Dios’”, en Revelaciones en contexto: Las historias detrás de las secciones de Doctrina y Convenios, ed. Matthew McBride y James Goldberg (Salt Lake City, UT: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2016), 193.
2. Joseph Fielding McConkie y Robert L. Millet, Doctrinal Commentary on the Book of Mormon, 4 vols. (Salt Lake City, UT: Bookcraft, 1987–1992), 3:94.
3. Jacob 6:8; Alma 12:25, 26, 30, 32, 33; 17:16; 18:39; 22:13; 29:2; 34:16, 31; 39:18; 42:11, 13.
4. Es posible que esto venga de Moisés 6:62 a través de las planchas de bronce.
5. Para más información sobre el desarrollo del Plan de Salvación en el Libro de Mormón, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cuándo habla por primera vez el Libro de Mormón sobre el Plan de Salvación? (2 Nefi 9:6)”, KnoWhy 33 (Febrero 10, 2017).
6. Para más información sobre esto, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cuál es el mejor lugar para aprender sobre el plan de salvación de Dios? (Alma 24:14)”, KnoWhy 272 (Diciembre 18, 2017).
7. Robert J. Matthews, “The Atonement of Jesus Christ: 2 Nephi 9”, en Second Nephi, The Doctrinal Structure, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr., The Book of Mormon Symposium Series, Volume 3 (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1989), 180–183.
8. Para obtener más información sobre el uso de la palabra plan en Alma 42, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Alma menciona “el plan” diez veces en sus palabras a Coriantón? (Alma 42:13)”, KnoWhy 150 (Julio 1, 2017).
9. Para más información sobre este, véase Robert L. Millet, “Justice, Mercy, and the Life Beyond: Alma 40–42,” en The Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni, ed. Kent P. Jackson, Studies in Scripture: Volume 8 (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 56–68.
10. Sin embargo, solamente provee esto si las personas eligen tener fe en Cristo y arrepentirse de sus pecados. Véase Alma 11:34–37. Véase también, Hugh Nibley, An Approach to the Book of Mormon, The Collected Works of Hugh Nibley, Volume 6 (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1988), 202–204.
11. Véase Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 4:555.
12. Para las variantes textuales en este versículo, véase Royal Skousen, ed., The Book of Mormon: The Earliest Text (New Haven, CT: Yale University Press, 2009), 770. Para conocer el análisis de esas variantes de Skousen, véase Royal Skousen, Analysis of Textual Variants of the Book of Mormon: Part 4, Alma 21–55 (Provo, UT: FARMS, 2006), 2440–2441. Para ver este versículo en el manuscrito original, véase Royal Skousen, ed. The Original Manuscript of the Book of Mormon: Typographical Facsimile of the Extant Text (Provo, UT: FARMS, 2001), 355. Para verlo en el manuscrito de la impresora, véase Royal Skousen, ed., The Printer’s Manuscript of the Book of Mormon: Typographical Facsimile of the Extant Text in Two Parts (Provo, UT: FARMS, 2001) 2:597. Para ver la foto de la página actual, véase Royal Skousen y Robin Scott Jensen, eds., Revelations and Translations Volume 3, Part 2: Printer’s Manuscript of the Book of Mormon, Alma 36–Moroni 10, The Joseph Smith Papers (Salt Lake City, UT: Church Historian’s Press, 2015), 27.
13. Gerald N. Lund, “Plan of Salvation, Plan of Redemption“, en Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow, 4 vols. (New York, NY: Macmillian Publishing, 1992), 3:1088–1091.
14. Ed J. Pinegar y Richard J. Allen, Commentaries and Insights on the Book of Mormon: Alma 30–Moroni (American Fork, UT: Covenant Communications, 2003), 92–93.
15. Discourse, 7 April 1844, como lo informa Wilford Woodruff, p. 137, en línea en josephsmithpapers.org, ortografía y puntuación estandarizadas.

Traducido por Central del Libro de Mormón