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KnoWhy #96

¿Por qué fue Abinadí torturado con brasas?

abril 29, 2017
KnoWhy #96
Representación de la ceremonia de fuego nuevo. Imagen del Códice borbónico, vía Wikimedia Commons
“Y sucedió que se lo llevaron y lo ataron; y torturaron su carne con brasas, sí, hasta la muerte”
Mosíah 17:13

El conocimiento

La trágica y aun inspiradora historia de Abinadí termina cuando el valiente profeta “padec[ió] la muerte por fuego” (Mosíah 17:20). Aunque para la mayoría de los lectores modernos esto ha evocado imágenes del profeta quemándose en una hoguera, la descripción mismo del proceso nunca menciona a Abinadí siendo atado a una hoguera. En su lugar, curiosamente describe a Abinadí siendo torturado “con brasas”, es decir palos ardientes,1 hasta que “las llamas empezaban a quemarlo” (Mosíah 17:13–14). Él no solo sufrió la muerte por fuego, sino también sufrió “los dolores de la muerte por el fuego” (Mosíah 17:15, 18, énfasis añadido).

La mención de ser “torturado”, es decir golpeado, azotado, o abatido, es curioso en este contexto. En un artículo publicado en 1991, Robert J. Matthews explicó: “Este pasaje parece decir que los verdugos de Abinadí tenían antorchas encendidas y le pinchaban con estas, quemando su piel hasta que murió”.2 La singularidad de esta práctica ha llevado a Royal Skousen a sugerir que pudo haber sido un error de transcripción, y en su lugar el texto debería ser modificado para que diga “quemado su carne con brasas”.3En inglés, las palabras son similares: scourged (torturado); schorched (quemado).

Aunque pueda parecer extraño, puede haber precedente para esta práctica. En 2001, un erudito SUD experto de mesoamérica señaló: “Hay un…paralelismo directo entre la tortura de Abinadí y una forma de castigo común en la cultura posterior azteca de México. Códice Mendoza, un registro etnográfico ricamente ilustrado de la vida diaria azteca que fue producido en la Ciudad de México hacia 1541, contiene una pintura que representa a dos hombres golpeando a un joven con antorchas”.4

El mismo erudito admitió: “La similitud de la práctica mesoamericana data de unos mil años después del caso de Abinadí y proviene de una cultura diferente”.5 Un trabajo más reciente de Mark Wright y Kerry Hull, sin embargo, documenta esta práctica entre los antiguos mayas en la época precolombina. Wright y Hull también muestran que la práctica estaba muy extendida entre las culturas nativas americanas, en ambos Mesoamérica y en América del Norte.6

El porqué

Independientemente de los detalles sobre cómo Abinadí murió por el fuego, su valor y convicción son características admirables. Plenamente consciente de que él iba a su muerte, sin embargo, predicó, profetizó, y testificó osadamente a Noé y a su pueblo de su iniquidad y de la venida del Redentor. Abinadí merece un lugar entre los grandes mártires cristianos.7

Poder reconocer las implicaciones de que lo “torturaron… con brasas” hace una diferencia en cómo se entiende la muerte de Abinadí, y el nivel de dolor y tormento que tuvo que soportar. Matthews visualiza la escena de la siguiente manera:

En mi mente veo a Abinadí sujeto, posiblemente apoyado con algo, y sus ejecutores diabólicos (probablemente los sacerdotes) reunidos a su alrededor con antorchas (brasas) en sus manos, pinchándole y frotándole con estas hasta que esto le causó la muerte. Ellos activa, ansiosa y físicamente causaron su muerte… Puedo imaginarlos bailando y brincando alrededor de Abinadí, y oyéndolos gritar, exultar y presumirse de lo que estaban haciendo.8

Etnógrafos mesoamericanos han señalado que el proceso a menudo se pudo haber alargado deliberadamente, continuando por días y a veces semanas, para maximizar el alcance de la agonía.9 Habiendo declarado públicamente que la vida del rey Noé “se estimará igual que un vestido en un horno ardiente” y que su pueblo sería azotado con “penosas aflicciones” y ellos serían llevados con “cargas sobre sus espaldas” (Mosíah12:3-5, énfasis añadido), no es difícil creer que Abinadí hubiera anticipado muy bien las torturas prolongadas que le esperaban, inmensamente dándole valor a su audaz acto de martirio.10

Toda esta información proporciona un marco contextual vivo para las últimas palabras proféticas de Abinadí. Mientras sus verdugos lo torturaban con brasas (haciendo resonar sus propias palabras proféticas en contra de Noé y su pueblo), la profecía final de Abinadí en contra de los sacerdotes revirtió las cosas contra ellos, declarando que sus descendientes causarían que muchas personas “padezcan los dolores que yo padezco, sí, los dolores de la muerte por fuego” (Mosíah 17:15, énfasis añadido), y que ellos también van a ser “afligidos” (Mosíah 17:16, énfasis añadido) y “heridos por todos lados” (Mosíah 17:17, énfasis añadido). Él después maldice a los sacerdotes para que fueran tomados por sus enemigos y les dice: “[P]adeceréis, así como yo padezco, los dolores de la muerte por el fuego” (Mosíah 17:18, énfasis añadido). Por último, advirtió: “Así ejecuta Dios su venganza sobre aquellos que destruyen a su pueblo” (Mosíah 17:19). Las alusiones que Abinadí da sobre los terribles actos de sus propios verdugos difícilmente pudieron haberles pasado por alto, al decir esto por último, en este bombardeo de palabras.

Otras lecturas

Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 3:318-319.

Royal Skousen, “‘Scourged’ vs. ‘Scorched’ in Mosiah 17:13,” Insights: A Window on the Ancient World 22, no. 3 (2002): 2–3.

Brant Gardner, “Scourging with Faggots,” Insights: A Window on the Ancient World 21, no. 7 (2001): 2–3.

Robert J. Matthews, “Abinadi: The Prophet and Martyr,” in Mosiah, Salvation Only Through Christ, ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate (Provo, UT: Brigham Young University, Religious Studies Center, 1991), 91–111.

 

1. Fagot es definido como “un conjunto de palos o ramas unidas y usadas como leña o antorcha, etc.” Dictionary.com, s.v., “fagot.” Este era el significado en los días de José Smith, como era visto en el diccionario de Noah Webster en 1828: “[U]n conjunto de palos o ramas de árboles, usados como leña, o para elevar un ariete, llenar zanjas u otros propósitos de fortificación”. Noah Webster, American Dictionary of the English Language (1828), s.v., “fagot.” Dado que el contexto no es evidentemente de defensa o fortificación, sino más bien para la muerte por fuego, se cree que estas brasas usadas “para leña” estaban quemándose.
2. Robert J. Matthews, “Abinadi: The Prophet and Martyr,” in Mosiah, Salvation Only Through Christ, ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate (Provo, UT: Brigham Young University, Religious Studies Center, 1991), 102.
3. Véase el análisis en Royal Skousen, Analysis of Textual Variants of the Book of Mormon, 6 parts (Provo, UT: FARMS, 2004–2009), 3:1362–1364. Discutido anteriormente en Royal Skousen, “‘Scourged’ vs. ‘Scorched’ in Mosiah 17:13,” Insights: A Window on the Ancient World 22, no. 3 (2002): 2–3.
4. Brant Gardner, “Scourging with Faggots,” Insights: A Window on the Ancient World 21, no. 7 (2001): 2.
5. Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 3:319.
6. Mark Wright and Kerry Hull, “Ethnohistorical Sources and the Death of Abinadi,” manuscrito no publicado en nuestra posesión.
7. Sobre el significado de ser un mártir, con el enfoque en José Smith, véase Book of Mormon Central, “¿Qué significa ser un mártir? (Ether 12:37),” KnoWhy 1 (24 de noviembre, 2016).
8. Matthews, “Abinadi,” 103.
9. Wright y Hull, “Ethnohistorical Sources,” documentaron casos donde este tipo de tortura continuaba durante días y aún semanas antes de que el cautivo finalmente muriera.
10. Este punto es hecho por Wright y Hull “Ethnohistorical Sources”, de donde parte del vocabulario ha sido prestado y reformulado (aunque no se cita directamente).

Traducido por Central del Libro de Mormón