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KnoWhy #101

¿Por qué el libro de Mosíah habla mucho de la autoridad del sacerdocio?

mayo 5, 2017
KnoWhy #101
El sacerdocio es una parte integral de la vida nefita, aunque Lehi y sus hijos no eran levitas. Imagen de Minerva Teichert
“Y sucedió que nadie recibía autoridad para predicar ni para enseñar, sino de Dios, por medio de Alma. Por tanto, él consagraba a todos los sacerdotes y a todos los maestros de ellos; y nadie era consagrado a menos que fuera hombre justo”.
Mosíah 23:17

El conocimiento

El Libro de Mormón tiene mucho que decir acerca de la autoridad del sacerdocio, especialmente en el libro de Mosíah.1 Las palabras “sacerdote” o “sacerdocio” aparecen solamente cuatro veces en los libros que vienen antes de Mosíah, un total de 3.2 por ciento del total de menciones en una sección del libro que representa el 27 por ciento del total.2 En Mosíah, el texto repetidamente afirma que Alma padre y su hijo Alma, actuaron en los deberes de la iglesia con “autoridad de Dios”.3 ¿Por qué este énfasis en la autoridad del sacerdocio? ¿De dónde viene esta autoridad?.

Estas preguntas llegan a ser especialmente conmovedoras cuando recordamos que no había levitas entre los hijos de Lehi. Los levitas eran la tribu de Israel que, por descendencia directa, eran poseedores oficiales del sacerdocio. Tenían el derecho, por nacimiento, de oficiar en el sacerdocio menor, o Aarónico, que es la razón por la que seguido es llamado el sacerdocio levítico.

Melchizedek Blesses Abraham (Melquisedec bendice a Abraham) de Walter Rane.

El sacerdocio era conferido de Padre a hijo dentro de la tribu de Leví, hasta el tiempo de Cristo y más allá. Sin embargo, esta no era la única manera para que un hombre le fuera dada la autoridad por Dios. Profetas como Abraham, Elías y el sacerdote Melquisedec, hablaron y actuaron en el nombre de Dios, aunque no eran levitas.

El Libro de Mormón empieza esencialmente con dos familias, la de Lehi e Ismael. Ambos eran descendientes de José (1 Nefi 5:14; 2 Nefi 3:4; Éter 13:7), siendo Lehi un descendiente de Manasés (Alma 10:3) e Ismael dijo que era de Efraín.4 Así, ninguno de los descendientes de Lehi podría haber tenido acceso al sacerdocio levítico que oficiaba en el templo y desarrollaba sacrificios en Jerusalén en los tiempos de Lehi. Sin embargo, la narrativa del Libro de Mormón describe desde un principio a los nefitas construyendo templos (2 Nefi 5:16) y viviendo la Ley de Moisés, con todos sus ritos y ordenanzas (2 Nefi 5:10; 25:24-25, 30).5

Aunque el Libro de Mormón no dice nada acerca de Lehi o Nefi siendo ordenados al sacerdocio, los nefitas aparentemente tenían una persona ordenada con la autoridad del sacerdocio que ellos creían le fue dado por el poder de Dios. Nefi consagró a sus hermanos menores como sacerdotes (2 Nefi 5:26), y Jacob claramente se consideró como un sacerdote consagrado “conforme al santo orden [de Dios]” (2 Nefi 6:2). El libro de Mosíah presenta una situación similar cuando Alma hijo como sumo sacerdote, especificó “que nadie recibía autoridad para predicar ni para enseñar, sino de Dios” (Mosíah 23: 16-17).

Alma hijo, más tarde enseñó que este orden del sacerdocio era el sumo sacerdocio “según el orden del Hijo [de Dios]”, un orden que el gran rey y sumo sacerdote ejemplificó (Alma 13:1-19). El sacerdocio de Melquisedec no necesita conferirse sucesivamente de padre a hijo, como lo hacían con el sacerdocio levítico, aunque a menudo lo hacían (véase, por ejemplo, Mosíah 2:11, 6:3). El sacerdocio levítico fue conferido de generación a generación dentro de la tribu de Leví. El sacerdocio de Melquisedec, sin embargo, fue dado solamente al que fuera “hombre justo” (Mosíah 23:17), “por causa de su fe excepcional y buenas obras” (Alma 13:3). Lehi, un hombre justo y profeta de Dios, aparentemente trajo consigo esta autoridad del sacerdocio desde Jerusalén y lo confirió a Nefi, quien subsecuentemente ordenó a sus hermanos, Jacob y José.6

El porqué

Con este fondo fáctico, uno puede entender porqué el libro de Mosíah habla tanto sobre la autoridad del sacerdocio. El resumen de Mormón del registro nefita en Mosíah representa una variedad de conflictos políticos y situaciones sacerdotales. A medida que estos acontecimientos progresan, las preguntas de quién tiene autoridad y el uso apropiado de la autoridad del sacerdocio llegan al primer plano. Por esta razón, Mormón busca oportunidades para enfatizar la manera en que el sacerdocio nefita, basándose en el ejemplo de Melquisedec, funcionó en justicia.

Al mirar hacia atrás, sobre la historia de su pueblo, Mormón sabía de la importancia de ser ordenado por aquellos que tenían la autoridad, ya que él sabía cómo el Salvador había ordenado líderes del sacerdocio en 3 Nefi 11:21, y les dio poder en 3 Nefi 18:37 y Moroni 2:1-3: 4.

El hecho de que los nefitas poseían el sacerdocio de Melquisedec resultó ser una bendición para ellos. Los israelitas a veces sufrieron bajo los sacerdotes malvados y corruptos de la orden Levítica porque éstos tenían un derecho lineal a su cargo.7 En la historia nefita, sin embargo, la autoridad del sacerdocio de un linaje o líder inicuo terminaría y pasaba a otro más justo y fiel. Por ejemplo, la autoridad del sacerdocio pasó a través del linaje de Jacob, que terminó cuando el linaje de Jacob se había vuelto “inicuo” (Omni 1: 2). Fue luego transferido a Benjamín, porque era “varón justo ante el Señor” (Omni 1:25).

En medio del libro de Mosíah, aunque al líder justo Zeniff aparentemente se le había dado autoridad para consagrar a los sacerdotes, su hijo Noé abusó de ese privilegio, destituyendo a los sacerdotes de su padre y nombrando corruptos en su lugar (Mosíah 11:5). La narración representa, por un lado, la rápida caída de la línea de autoridad Zenifita, con Limhi considerándose a sí mismo sin autoridad para bautizar, y por el otro lado, el ascenso protegido por Dios de un linaje justo en la persona de Alma y sus descendientes. Aunque Alma había sido parte del concilio de los inicuos sacerdotes de Noé, se arrepintió y Dios validó el sacerdocio que él legítimamente había sido ordenado (Mosíah 18:13, 17-18). El libro de Mosíah hace también mención de la autoridad de Alma para organizar y regular las comunidades del convenio en Zarahemla fue reconocida por el rey Mosíah (Mosíah 26:12) y confirmada por la voz del Señor (Mosíah 26:14).

El registro que se encuentra en todo el libro de Mosíah, especialmente la historia del rey Noé y sus sacerdotes, agrega un testigo poderoso del lamento expresado en DyC 121:39:

Hemos aprendido, por tristes experiencias, que la naturaleza y disposición de casi todos los hombres, en cuanto reciben un poco de autoridad, como ellos suponen, es comenzar inmediatamente a ejercer injusto dominio.

Cuando hombres inicuos gobiernan, el pueblo se lamenta. Como el libro de Mosíah señala, cuando las largas filas de reyes inicuos jareditas mantuvieron una autoridad política o eclesiástica indefinida, el pueblo inevitablemente sufre. Al final del libro de Mosíah, el rey Mosíah justificó el término de su reinado en Zarahemla diciendo: “por motivo de que no todos los hombres son justos, no conviene que tengáis un rey o reyes para que os gobiernen. Pues he aquí, ¡cuánta iniquidad un rey malo hace cometer; sí, y cuán grande destrucción! (Mosíah 29:16-18, cf. 29:30–31). Mosíah habiendo sido tanto rey como sacerdote, las palabras aplicaban a todo aquel que se le diera autoridad y la ejercía injustamente.

El libro de Mosíah destaca la necesidad de una vida justa para el ejercicio del poder y la autoridad del sacerdocio.  Tanto el rey Benjamín como su hijo, Mosíah, fueron elegidos y capaces de actuar con la autoridad de Dios porque eran líderes justos que obedecían los mandamientos de Dios. Alma padre y también su hijo Alma sólo pudieron hacer la obra de Dios como sumos sacerdotes después de que se arrepintieron y se comprometieron nuevamente a Su servicio. Estos son ejemplos poderosos para nosotros hoy en día, y el establecimiento de la doctrina fundamental de que a los hombres se les debe dar el poder del sacerdocio para actuar en el nombre de Dios  es uno de los temas principales del libro de Mosíah, que a su vez establece el escenario para todos aquellos que siguen el libro de Alma y todo el resto del Libro de Mormón.

Otras lecturas

Daniel C. Peterson, “Authority in the Book of Mosiah,” The FARMS Review 18/1 (2006).

Daniel C. Peterson, “Priesthood in Mosiah,” in The Book of Mormon: Mosiah, Salvation Only through Christ, ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: BYU Religious Studies Center, 1991), 187–210.

 

1. El término “sacerdote” aparece 125 veces en el libro, ya sea por sí mismo o como parte de una palabra compuesta, como “sacerdocio”. Eldin Ricks ‘s Thorough Concordancia de las Obras Estándar SUD (Provo, UT: FARMS, 1995), 597-99. La palabra “autoridad” aparece 44 veces, refiriéndose a menudo al sacerdocio, o autoridad eclesiástica.
2. Sin contar el uso de Isaías en 2 Nefi 18: 2 y los cuatro usos de la palabra “superchería”. Daniel C. Peterson, “Authority in the Book of Mosiah,” The FARMS Review 18/1 (2006).
3. Véase, por ejemplo, Mosíah 13:6; 18:13, 17, 18, 26; 21:33; 23:16-17; 26:7-8; 29:42.
4. Erastus Snow, Journal of Discourses (London: Latter-day Saints’ Book Depot, 1854–86), 23:184–185.
5. Los siguientes KnoWhys ilustran algunos ejemplos específicos: Book of Mormon Central en Español, “¿Qué le permitía a Lehi ofrecer sacrificios afuera de Jerusalén?(1 Nefi 7:22), “KnoWhy 9 (11 de enero 2017); Ibid., ” ¿Los antiguos Israelitas construyeron templos fuera de Jerusalén?(2 Nefi 5:16), “KnoWhy 31 (8 de febrero 2017); Ibid., “¿Se refirió Jacob a las fiestas de otoño de Israel?(2 Nefi 6: 4), “KnoWhy 32 (9 de febrero 2017); Ibid., “¿Por qué los nefitas permanecieron en sus tiendas durante el discurso del rey Benjamín?(Mosíah 2: 6), “KnoWhy 80 (11 de abril 2017); Ibid., “¿Por qué el rey Benjamín enfocó tanto en la sangre de Cristo?(Mosíah 4:2), “KnoWhy 82 (13 de abril 2017).
6. Véase Rodney Turner, “Three Nephite Churches of Christ,” in The Book of Mormon: The Keystone Scripture, edited by Paul R. Cheesman (Provo, UT: BYU Religious Studies Center, 1988), 100–126, at 101.
7. Véase, por ejemplo, 1 Samuel 2:12-17; Jeremías 5:30-31; Ezequiel 22:26; Sofonías 3:4; Malaquías 1:6-14.

Traducido por Central del Libro de Mormón