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KnoWhy #133

¿Por qué Ammón tomó tanto de la tradición en Alma 26?

junio 12, 2017
KnoWhy #133
"Molitmoz", por Gonzalo Kenny
“¡Bendito sea el nombre de nuestro Dios! ¡Cantémosle loor; sí, demos gracias a su santo nombre, porque él obra rectitud para siempre!”
Alma 26:8; cf. Salmo 106:47; Nehemías 9:5; Daniel 2:20

El conocimiento

Las palabras de Ammón de regocijo, alabando y exultando el poder de Dios en Alma 26 proveen a los lectores del Libro de Mormón una idea del carácter y la dedicación de este hombre hacia el Señor. Habló con gran pasión y ofreció poderosas alabanzas. Sin embargo, es posible que muchos lectores no sean conscientes de la cantidad de material que tomó de fuentes anteriores en su monólogo.

Ammón expresó la alegría que sentía en los logros de sus compañeros hermanos misioneros: “Mis hermanos, y hermanos míos en la fe, he aquí, os digo, cuán gran motivo tenemos para regocijarnos, porque, ¿pudimos habernos imaginado, cuando salimos de la tierra de Zarahemla, que Dios nos concedería tan grandes bendiciones?” (Alma 26:1)

A medida que Ammón continuaba, usaba frases de las escrituras, incluyendo palabras de los primeros profetas y líderes nefitas. La gloria que daba y sus alabanzas evocan recuerdos de los salmos bíblicos, en los cuales el rey David y otros piden al Señor liberación y alaban Su nombre por Su misericordia y grandes bendiciones. Él citó o parafraseó las palabras de Jacob, el rey Benjamín y las de su amigo, Alma hijo.

En Alma 26:6-8, Ammón discutió cómo los lamanitas habían sido “reunid[o]s en su lugar para que la tempestad no penetre hasta donde estén”. El Señor los protegería de los “fuertes vientos” del enemigo, y Ammón canta alabanzas y da “gracias a su santo nombre”. Gran parte de este lenguaje probablemente había tomado prestado de fuentes bíblicas como los Salmos 106-107.1

Por ejemplo, el Salmo 107:23-31 habla de los que se han perdido en el mar, atrapados en el “viento tempestuoso”. El salmo continúa describiendo su liberación:

Tiemblan y titubean como ebrios, y toda su sabiduría se desvanece Pero claman a Jehová en su angustia, y él los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus olas. Entonces se alegran, porque se calmaron, y él los guía al puerto que deseaban. ¡Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas para con los hijos de los hombres! (Salmo 107:27–31)

En una frase similar, Salmo 106:47, pide: “Sálvanos, oh Jehová, Dios nuestro, y recógenos de entre las naciones, para que alabemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas”.2

Ammón continuó alabando a sus hermanos por su arduo trabajo. “He aquí, el campo estaba maduro”, declaró, “y benditos sois vosotros, porque metisteis la hoz”. Esto suena muy parecido a Joel 3:13: “Echad la hoz, porque la mies está ya madura”.3

En Alma 26:36, Ammón bendijo el nombre de Dios por ser consciente de su pueblo, “el cual es una rama del árbol de Israel, y se ha perdido de su tronco en una tierra extraña” y son “peregrinos en una tierra extraña”. Estas palabras recuerdan las enseñanzas de Jacob, el hermano de Nefi, que compartió la alegoría de Zenós de Israel como un olivo y cómo la familia de Lehi era una rama que era “desterrados de Jerusalén”, convirtiéndose en “un pueblo solitario y solemne, errantes” (Jacob 7:26; cf. Jacob 2:25; 5:25, 40–45).

También tomó prestadas palabras y temas del rey Benjamín. Por ejemplo, Alma 26:21 usa el término “hombre natural” conocido por el gran discurso de Benjamín (Mosíah 3:19). En Alma 26:35, Ammón recitó una lista de cualidades de la Deidad de Mosíah 4:9, incluyendo las nociones de que Dios “tiene toda sabiduría y todo poder” y que “todas las cosas… el Señor puede comprender”.

Ammón parafraseó la historia de conversión de su amigo Alma, de la cual el mismo Ammón participó. Alma había relatado: “Me hallaba en el más tenebroso abismo; mas ahora veo la maravillosa luz de Dios” (Mosíah 27:29). Ammón aplicó estas palabras casi literalmente al hablar de la conversión de los lamanitas. Él declaró: “Porque nuestros hermanos los lamanitas se hallaban en la obscuridad, sí, aun en el más tenebroso abismo; mas he aquí, ¡cuántos de ellos han sido guiados a ver la maravillosa luz de Dios!” (Alma 26:3).

Los siguientes versículos en Alma 26 se pueden ver ilustrando las palabras sagradas del pasado de Ammón:

Ammón Posible fuente Contenido comparable
Alma 26:3 Isaías 54:16 “instrumentos… obra”
Alma 26:3 Mosíah 27:29 (cf. 1 Pedro 2:9; Salmo 118:23, 27; Isaías 42:6-7) “obscuridad… a maravillosa luz”
Alma 26:5 Joel 3:13 (cf. Juan 4:35; Apocalipsis 14:15, 18) “hoz… maduro”
Alma 26:6 Alma 14:6; Alma 36:12, 17, 19; 2 Nefi 9:47 (cf. Alma 15:3) “perturbadas”
Alma 26:6 Nehemías 13:11; Salmo 106:47 (cf. Salmo 107:23-30; Santiago 3:4) “serán reunidas en su lugar”
Alma 26:8 Salmo 106:47 (cf. 1 Crónicas 16:35; Salmo 9:2; 2 Nefi 9:49, 52) “demos gracias a su santo nombre”
Alma 26:12 Salmo 44:8 “me gloriaré en mi Dios”
Alma 26:13 Alma 14:6; Jacob 3:11; Salmo 116:3 “los tormentos del infierno”
Alma 26:15 Isaías 45:17 “eterna salvación”
Alma 26:16 Isaías 41:16 (cf. Isaías 45:25; 1 Corintios 1:31) “nos gloriaremos en el Señor”
Alma 26:21 Mosíah 3:19 (cf. 1 Corintios 2:14; Hechos 19:35) “hombre natural”
Alma 26:22 Alma 12:9, 10 (cf. Lucas 8:10; Marcos 4:11; Amós 3:7) “le es permitido conocer los misterios”
Alma 26:23 Salmo 22:7 “se burlaron”
Alma 26:35 Salmo 44:8 “gloriarme en mi Dios”
Alma 26:35 Mosíah 4:9 Dios tiene… “todo poder, toda sabiduría”… “comprende todas las cosas”
Alma 26:36 Jacob 7:26 (cf. Jacob 2:25; 5:25, 40-45; Salmo 107:4; Génesis 15:13; 28:4) rama… peregrinos
Alma 26:37 Salmo 115:12 “Dios” / El Señor “se acuerda de”

El porqué

La presencia de todas estas citas, paráfrasis y alusiones de las escrituras en las palabras de Ammón plantea la pregunta: ¿Por qué Ammón tomaría tanto de las tradiciones del pasado mientras expresaba sus propios sentimientos genuinos? Hay muchas razones posibles. Aquí hay algunas para pensar al respecto.

La familiaridad de Ammón con las Escrituras y los registros nefitas está atestiguada en Alma 18:36-38, donde él ensaya y expone sobre ellos al rey Lamoni. El registro indica que:

[Él] empezó por la creación del mundo, y también la creación de Adán; y le declaró todas las cosas concernientes a la caída del hombre, y le repitió y explicó los anales y las Santas Escrituras del pueblo, las cuales los profetas habían declarado, aun hasta la época en que su padre Lehi salió de Jerusalén…

Y les refirió también concerniente a las rebeliones de Lamán y Lemuel y los hijos de Ismael, sí, les relató todas sus rebeliones; y les explicó todos los anales y las Escrituras, desde la época en que Lehi salió de Jerusalén hasta entonces.

Ammón era un heredero del trono nefita en Zarahemla y habría sido rey si no se hubiera negado a tomar el reino (Mosíah 29:3).  Como príncipe, Ammón habría sido bien enseñado en las tradiciones reales de su familia, incluyendo las enseñanzas de su abuelo, el rey Benjamín, así como las de sus antepasados nefitas, como Jacob.

Ammón habría sido instruido en las palabras de las sagradas escrituras, que fueron guardadas y mantenidas por su familia, así como las palabras de todos los profetas nefitas y reyes. Como era común en la antigüedad, Ammón probablemente habría tenido estos registros sagrados en gran medida memorizados, lo que explica cómo fue capaz de repasarlos tan fácilmente al rey Lamoni y otros. Sus antecedentes reales también explicarían cómo aparentemente él sabía comportarse en un ambiente real, en la corte del rey Lamoni.

El hecho de que Ammón fuera una figura real también puede explicar por qué utilizó tanto el lenguaje de los Salmos, con su regocijo y alabanza de Jehová. Tradicionalmente se entendía que los Salmos habían sido escritos por la realeza, por el rey David y otras figuras importantes de la antigua monarquía de Israel. Era la figura real, el representante del pueblo, quien habría tenido la responsabilidad de dirigir en alabanza y acción de gracias por el pueblo.4 Este es el rol que Ammón asumió en Alma 26.

Otra razón posible por la manera en que Ammón usó la tradición bíblica y nefita fue su necesidad de convencer a los lamanitas de sus tradiciones incorrectas. Estaba interesado en reemplazar sus tradiciones incorrectas por aquellas que él sabía que eran ciertas. Ammón, en sus palabras e interacciones con la realeza lamanita, modelaba el contraste entre las tradiciones incorrectas de los lamanitas y las tradiciones justas de los nefitas.

Ammón es un ejemplo de un hombre justo que estaba firme en las tradiciones de los nefitas fieles y era un misionero que se había preparado bien para ser un instrumento en las manos de Dios. Sus acciones y palabras son un testimonio de un hombre que había estudiado e interiorizado las palabras de Dios y las acciones justas del pasado. Él es un ejemplo para la gente que enseñó y para todos los que leen sobre él hoy.

Otras lecturas

Quinten Barney, “Samuel the Lamanite, Christ, and Zenos: A Study of Intertextuality,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 18 (2016): 159–70.

Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Jacob citó tanto de los Salmos? (Jacob 1:7)“, KnoWhy 62 (17 de marzo de 2017).

Taylor Halverson, “Reading 1 Peter Intertextually with Select Passages from the Old Testament,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture, 20 (2016): 151-176.

Ben McGuire, “Nephi and Goliath: A Case Study of the Literary Allusion in the Book of Mormon,” Journal of Book of Mormon and Other Restoration Scripture 18/1 (2009).

 

1. Salmo 106 y 107 pueden ser parte de una trilogía de salmos (105–107) que comparten temas y lenguaje similar y fueron escritos por el mismo autor. Véase F. Delitzsch, Biblical Commentary on the Psalms (ET; 3 vols.; London: Hodder & Stoughton, 1888), 3:136–137; J.W. Rogerson and J.W. McKay, Psalms 101–150 (The Cambridge Commentary on the New English Bible; Cambridge: Cambridge University Press, 1979), 48; P.D. Miller, “The Beginning of the Psalter,” in The Shape and Shaping of the Psalter, edited by J.C. McCann (JSOTSup, 159; Sheffield: JSOT Press, 1993), 89; M.D. Goulder, The Psalms of the Return: Book V, Psalms 107–150 (JSOTSup, 258; Sheffield: JSOT Press, 1998), 107.
2. Énfasis añadido para la comparación. Compárese también la fraseología similar en Salmo 9:2; Daniel 2:20; Mateo 9:38; Juan 6:40; Santiago 3:4.
3. Compárese también Juan 4:35; Apocalipsis 14:15, 18.
4. Véase, e.g., Sigmund Mowinckel, The Psalms in Israel’s Worship, trans. D.R. Ap-Thomas, 2 vols. (Oxford: Basil Blackwell, 1962), 1:43–47.

Traducido por Central del Libro de Mormón