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KnoWhy #187

¿Por qué afirma Mormón que “se aparecieron ángeles… a hombres sabios”?

agosto 21, 2017
KnoWhy #187
El ángel apareciendo a los pastores, por Govert Flinck
El ángel apareciendo a los pastores, por Govert Flinck
“Y se aparecieron ángeles a los hombres, a hombres sabios, y les declararon buenas nuevas de gran gozo”.
Helamán 16:14

El conocimiento

En su compendio del libro de Helamán, Mormón declaró que “empezaron a cumplirse las Escrituras” cuando los ángeles comenzaron a aparecer al pueblo en el año noventa del gobierno de los jueces (Helamán 16:14). Al hacer esta declaración, una de las escrituras a las que Mormón pudo haberse referido es Alma 13:26, en la cual Alma declaró que “por la boca de ángeles se hará saber a hombres justos y santos la venida de Cristo”, tal y como se había dado a conocer a sus antepasados.

En el Libro de Mormón se menciona frecuentemente la aparición de ángeles con nuevas concerniente a la venida del Salvador al mundo. En 1 Nefi 11-14, un ángel interpretó para Nefi la visión de su padre, Lehi, y le mostró la venida de Cristo al mundo y el cumplimiento de Su misión entre los mortales.1

Un bosquejo de Arnold Friberg de la visión de Nefi por un ángel
Un bosquejo de Arnold Friberg de la visión de Nefi por un ángel

Nefi escribió que un ángel le había dicho (o a su padre) que el “Dios de Israel” vendría seiscientos años desde el tiempo en que Lehi salió de Jerusalén (1 Nefi 19:8). Un ángel le dijo al hermano de Nefi, Jacob, que el Señor Dios, el Santo de Israel, vendrá con un cuerpo físico a los judíos en Jerusalén y que lo azotarán y crucificarán (2 Nefi 6:9). 2 Nefi 10:3 registra una revelación a Jacob en la cual un ángel le dijo que Aquel cuya venida fue mostrada sería llamado “Cristo”.2 De manera similar, Nefi relató que, según “la palabra del ángel de Dios, su nombre será Jesucristo, el Hijo de Dios” (2 Nefi 25:19).

El rey Benjamín, al dar su gran discurso a su pueblo, contó la manera en que un ángel había venido declarándole las “alegres nuevas de gran gozo”, de cómo “el Señor Omnipotente que reina, que era y que es de eternidad en eternidad, descenderá del cielo entre los hijos de los hombres” (Mosíah 3:5), y que realizaría grandes milagros, incluyendo el sacrificio expiatorio y la resurrección (vv. 3-11).

Cuando la venida del Salvador a quien se esperaba estaba por fin cerca, el registro del Libro de Mormón indica que las escrituras comenzaron a ser cumplidas, y ángeles comenzaron (de nuevo) a aparecer a “hombres sabios” (Helamán 16:14).3 Uno de estos hombres escogidos fue el profeta y sumo sacerdote Nefi, hijo de Nefi, nieto de Helamán, de quien el registro dice que “tan grande era su fe en el Señor Jesucristo que ángeles le ministraban diariamente” (3 Nefi 7:18).

El porqué

¿Por qué Mormón habría interrumpido su narrativa para especificar que los ángeles comenzaron a aparecer a los hombres sabios? El hecho de que ángeles habían venido a los profetas nefitas en el pasado y fue profetizado que vendrían en el futuro debió haber sido conocido de manera general en las sociedades nefitas. Por ejemplo, cuando Aarón predicó acerca de Cristo a los Amlicitas (un grupo de apóstatas nefitas) en Alma 21, aún ellos supusieron inmediatamente que él había recibido una visita angelical.4  Alma 21:5 declara que “se levantó un amlicita y empezó a contender con él, diciendo: ¿Qué es eso que has testificado? ¿Has visto tú a un ángel?”5

El ángel Moroni. Imagen vía Wikimedia Commons
El ángel Moroni. Imagen vía Wikimedia Commons

En una ocasión anterior, Alma había recordado a sus oponentes en Ammoníah otra razón por la que los ángeles son enviados. El Señor envía ángeles a los mortales a causa de su “fe y arrepentimiento y sus obras santas” (Alma 12:30; compare con Alma 11:31).

Mormón probablemente tenía en mente episodios como Helamán 16 cuando estaba resumiendo las muchas razones por las que Dios envía ángeles a declarar la venida de Cristo:

Porque he aquí, sabiendo Dios todas las cosas… envió ángeles para ministrar a los hijos de los hombres, para manifestar concerniente a la venida de Cristo… De modo que por la ministración de ángeles, y por toda palabra que salía de la boca de Dios, empezaron los hombres a ejercitar la fe en Cristo; … y así fue hasta la venida de Cristo. (Moroni 7:22, 25)

Mormón sabía que nuestro misericordioso Padre Celestial quería que Sus hijos pudieran reconocer las señales de la venida de Cristo, ya fuera en el tiempo del padre Lehi, el profeta Samuel, en el mismo tiempo de Mormón, o en los días previos a la segunda venida de Cristo. Nuestro Dios inmutable siempre enviará ángeles a visitar a las personas dignas que tienen la fe, fortaleza y la sabiduría (por lo tanto “hombres sabios”) para declarar las “alegres nuevas” y fortalecer la fe de aquellos que no tienen las mismas manifestaciones.

Otras lecturas

Donald W. Parry, Angels: Agents of Light, Love, and Power (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2013).

Jeffrey R. Holland, “El ministerio de ángeles,Liahona, octubre 2008, 29–31.

 

1. Book of Mormon Central en Español, “¿Qué relación tiene la Virgen María con el árbol de la vida? (1 Nefi 11:18)”, KnoWhy 13 (16 de enero, 2017).
2. Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué un ángel habrá revelado el nombre de Cristo a Jacob? (2 Nefi 10:3)”, KnoWhy 36 (14 de febrero, 2017).
3. Hay un paralelo interesante aquí sobre los “hombres sabios” que siguieron a la estrella al lugar de nacimiento de Cristo en Mateo 2:1-12. De acuerdo con algunas tradiciones cristianas antiguas, la “estrella” que “iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño” (Mateo 2:9) era en realidad un ángel (a menudo los ángeles se asocian con estrellas en la literatura). Véase Dale C. Allison, Studies in Matthew: Interpretation Past and Present (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2005), 17–41.
4. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué desaparecieron los amlicitas? (Alma 2:11)”, KnoWhy 109 (15 de mayo, 2017).
5. Esta es una versión enmendada del versículo, como se encuentra en Royal Skousen, ed., The Book of Mormon: The Earliest Text (New Haven, CT: Yale University Press, 2009), 356.

Traducido por Central del Libro de Mormón