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KnoWhy #230

¿Cuál fue el propósito de Mormón en escribir el Libro de Mormón?

octubre 19, 2017
KnoWhy #230
Gold Plates (Planchas de Oro) por Jerry Thompson
“[E] irán con este fin: que sean convencidos de que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.
Mormón 5:14

El Conocimiento

El significado de cualquier texto puede aclararse en gran medida si se conocen los propósitos o metas fundamentales de su autor principal. El Libro de Mormón no es diferente. Aquellos lectores que desean profundizar el entendimiento de su mensaje harían bien en prestar atención al material fuente que Mormón seleccionó, sus comentarios frecuentes editoriales y sus propias declaraciones del por qué estaba escribiendo su registro.1 Mormón esparció pistas sobre sus propósitos y selección de fuentes en todo el Libro de Mormón que se pueden perder fácilmente. Al reunir estas pistas, se pueden aprender varias cosas acerca de los objetivos y propósitos principales de Mormón.

Cumplir la profecía

Mormón declaró que estaba creando su registro para “que se cumplan, según su fe, las oraciones de los que han muerto, que fueron santos” (3 Nefi 5:14). Probablemente Mormón tenía en mente a profetas como Enós (Enós 1:13-18). En este sentido, el propósito de Mormón era cumplir la profecía “de acuerdo con la voluntad de Dios” (3 Nefi 5:14).

Testificar de la Tierra Prometida

Después de analizar las fuentes primarias de Mormón, John L. Sorenson afirmó que uno de los principales objetivos editoriales de Mormón era afirmar la bendición de Lehi sobre la tierra: “Según guardéis mis mandamientos, prosperaréis en la tierra” (Jarom 1:9).2 Sorenson señaló además que “abrumadoramente, los escritos de Mormón representan a los nefitas listos al borde de la destrucción debido a su incapacidad de cumplir con la condición de la ley de supervivencia de Lehi”.3 Tales episodios narrativos sirven acertadamente como una advertencia a las audiencias modernas que son amenazadas de manera similar por las calamidades inminentes (véase DyC 1:17).

Proveer orientación espiritual

Richard Holzapfel ha argumentado que “el motivo de Mormón para escribir y editar el registro nefita parece claro. Él buscaba regularmente extraer lecciones espirituales del curso de la historia nefita”.4 También, el Libro de Mormón provee guía espiritual mientras trabaja como compañero con la Biblia “para confundir las falsas doctrinas, y poner fin a las contenciones, y establecer la paz” (2 Nefi 3:12, cf. Mormón 7:9).

Registrar lo que el Espíritu le inspirara

En Palabras de Mormón, los lectores aprenden que Mormón estaba escribiendo para un “sabio propósito; pues así se me susurra, de acuerdo con las impresiones del Espíritu del Señor que está en mí” (Palabras de Mormón 1:7). Curiosamente, Mormón dijo: “[N]o sé todas las cosas; mas el Señor sabe todas las cosas que han de suceder; por tanto, él obra en mí para que yo proceda conforme a su voluntad” (v. 7). Esto sugiere que, por lo menos en algún nivel, incluso Mormón no entendía por completo el propósito de su registro. En muchos casos, él estaba probablemente seleccionando fuentes y haciendo comentarios de acuerdo con “las impresiones del Espíritu” (v. 7).

Afirmar que Jesús es el Cristo

En Mormón 5:12 los lectores aprenden que el Libro de Mormón “apare[cerá] en su debido tiempo [del Señor]” para que las generaciones futuras “sean convencidos de que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (v. 14). Esta redacción se hace eco en la recapitulación de Moroni en la portada del Libro de Mormón, que declara que el registro sagrado vendría “para convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo” (Portada del Libro de Mormón).5

Estas repetidas declaraciones de tesis, escritas después de compendiar los libros de 3 y 4 Nefi, sugieren que el propósito más fundamental del registro de Mormón fue persuadir o convencer a las audiencias futuras de que Jesús es el Cristo. Como Brant A. Gardner ha dicho: “Mormón no escribió para convencernos de que la doctrina del Mesías es verdadera, sino más bien de que Jesús es el Mesías”.6

El Porqué

Estos varios ejemplos ayudan a demostrar que los objetivos editoriales de Mormón estaban a veces en capas y complejos—y probablemente se desarrollaron y cambiaron con el tiempo mientras trabajaba. Grant Hardy reconoció que “como historiador, [Mormón] necesita presentar una visión general de la historia nefita que es fiel a sus fuentes; como escritor, quería construir una narrativa que sea estéticamente agradable y convincente; y como moralista, él asume la responsabilidad de enseñar la doctrina correcta y proveer guía espiritual”.7 A esto se puede añadir que, como profeta, él trató de representar con precisión la mente y la voluntad del Señor.

Sin embargo, ya sea escribiendo como profeta, historiador, artista literario o moralista, el propósito general de Mormón estaba claramente orientado en ayudar a las generaciones futuras a “[creer] en Cristo” (Mormón 7:10).

Mormón parecía entender que el cumplimiento de sus diversos objetivos narrativos y la persuasión general de su registro estaba fuertemente vinculado a su estatus de historia auténtica.8 Hardy explicó: “Generalmente Mormón es un practicante de la teología narrativa; es decir, se basa en historias para convencer a los lectores del poder de Dios, las consecuencias del pecado, la realidad de la profecía, y así sucesivamente”.9 Sin embargo, para que estas historias tengan su pleno efecto persuasivo, deben ser necesariamente ciertas.

Stephen O. Smoot explicó:

La legitimidad de las afirmaciones teológicas más importantes del Libro de Mormón depende de si la historia que trasmite la doctrina sucedió realmente. … El Libro de Mormón debe ser histórico y leído como historia para que realmente contenga la plenitud del poder teológico que afirma tener.10

Por ejemplo, los lectores naturalmente lucharían para aceptar el Libro de Mormón como el cumplimiento de la profecía si dudaran de que sus profetas fueran verdaderos individuos históricos. Las bendiciones sobre la tierra prometida difícilmente podrían tomarse en serio si las narrativas que demuestran su cumplimiento histórico nunca tuvieron lugar realmente. Sus enseñanzas doctrinales, tales como la fe y el arrepentimiento, perderían su potencia si ninguna de sus historias evocadas de redención o de fe hubiera ocurrido realmente. Y lo más importante, la posición del texto como un segundo testimonio de Jesucristo sería seriamente socavado si Cristo nunca visitó las Américas y ministró en el templo en la tierra de Abundancia.11

Así se puede ver que los diversos propósitos de Mormón solo se podrían lograr si el Libro de Mormón fuera aceptado como el documento histórico legítimo que es. Sus historias de fe, arrepentimiento, sacrificio, servicio, milagros—y especialmente su relato del ministerio resucitado de Jesucristo—son tan poderosas porque son históricamente, y no sólo metafórica o simbólicamente, verdaderas.

El “impulso de exactitud histórica” de Mormón, sin embargo, no debe llevar a los lectores a concluir que la representación de la historia misma es lo que hará el convencimiento.12 Más bien sus historias grabadas y comentarios inspirados sirven como vehículos para la revelación personal. La famosa promesa de Moroni, por ejemplo, explícitamente exhorta e invita a los lectores a preguntarle a Dios el Padre Eterno acerca de la veracidad del relato, y asegura que si lo hacen con sinceridad y fe en el nombre de Jesucristo, “él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo” (Moroni 10:4).

Debido a que el poder del Espíritu Santo testificará inequívocamente la realidad histórica y el mensaje espiritual del Libro de Mormón, por lo tanto, es un testimonio válido de la influencia e interacción de Dios con Sus hijos.13 Creer en la verdad de sus historias es creer en la divinidad, resurrección y poder milagroso de Jesucristo. Seguir sus mensajes y mandamientos es seguir las palabras, la inspiración y el “Espíritu de Cristo” (Moroni 7:16) y “venid a Cristo, y perfeccionaos en él” (Moroni 10:32).

Otras Lecturas

John L. Sorenson, “Mormon’s Sources,” Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 20, no. 2 (2011): 2–15.

Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader’s Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 89–120.

Brant A. Gardner, “Mormon’s Editorial Method and Meta-Message,” FARMS Review 21, no. 1 (2009): 83–105.

Richard Neitzel Holzapfel, “Mormon, the Man and the Message,” en The Book of Mormon: Fourth Nephi, From Zion to Destruction, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1995), 117–131.

 

1. Con respecto a los comentarios interpuestos de Mormón, Grant Hardy encontró que hay “más de un centenar de tales interrupciones, distribuidas uniformemente a lo largo de la historia de Mormón”. Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader’s Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 97. Los clasificó como sigue: (1) comentarios con respecto al proceso editorial, (2) resúmenes, (3) detalles explicativos, (4) avisos de profecías cumplidas, (5) presagios narrativos, (6) exclamaciones intensificadoras y (7) generalizaciones morales (pp. 97–98).
2. John L. Sorenson, “Mormon’s Sources,” Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 20, no. 2 (2011): 12.
3. Sorenson, “Mormon’s Sources,” 12.
4. Richard Neitzel Holzapfel, “Mormon, the Man and the Message,” en The Book of Mormon: Fourth Nephi, From Zion to Destruction, ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1995), 119. Es importante destacar que Nefi—cuyos escritos constituyen una gran parte del Libro de Mormón—parecía compartir el enfoque de Mormón de extraer lecciones espirituales y perspectivas de las narrativas reales. Roy A. Prete explicó: “Como era de esperar, Nefi no sigue la práctica de los estudiosos modernos de diferenciar entre los componentes históricos, doctrinales y filosóficos de su interpretación, sino que presenta un enfoque que integra acontecimientos pasados y su propia experiencia con conocimiento y entendimiento profético”. Véase Roy A. Prete, “God in History? Nephi’s Answer,” Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 2 (2005): 29.
5. Para más información con respecto a la autoría y composición de la portada, véase Clyde J. Williams, “More Light on Who Wrote the Title Page,” Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 2 (2001): 28–29, 70; Sidney B. Sperry, “Moroni the Lonely: The Story of the Writing of the Title Page to the Book of Mormon,” Journal of Book of Mormon Studies 4, no. 1 (1995): 255–259; David B. Honey, “The Secular as Sacred: The Historiography of the Title Page,” Journal of Book of Mormon Studies 3, no. 1 (1994): 94–103; Daniel H. Ludlow, “The Title Page,” en The Book of Mormon: First Nephi, The Doctrinal Foundation, ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1988), 19–34.
6. Brant A. Gardner, “Mormon’s Editorial Method and Meta-Message,” FARMS Review 21, no. 1 (2009): 98–99.
7. Hardy, Understanding the Book of Mormon, 102.
8. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se presentó Mormón en 3 Nefi 5? (3 Nefi 5:12),” KnoWhy 194 (agosto 30, 2017).
9. Hardy, Understanding the Book of Mormon, 119.
10. Stephen O. Smoot, “The Imperative for a Historical Book of Mormon,” en The Interpreter Foundation (blog), Octubre 20, 2013 (accesado en octubre 16, 2016), en línea en mormoninterpreter.com.
11. Eugene England ha argumentado que aunque “el contenido religioso y moral del Libro de Mormón es lo que más importa—es la única parte que es ‘transformadora’—sin embargo, estoy convencido, a través de mi propia experiencia profesional como maestro tanto de ficción como de ensayos personales “verdaderos”, que importa mucho a los lectores si creen que lo que están leyendo está transmitiendo la verdad moral y espiritual a través de historias inventadas sobre cosas que podrían suceder o por otro lado, dar testimonio con bastante exactitud de lo que realmente sucedió a personas como ellos”. Véase Eugene England, “Orson Scott Card: The Book of Mormon as History and Science Fiction,” Review of Books on the Book of Mormon 6, no. 2 (1994): 62–63.
12. Hardy, Understanding the Book of Mormon, 116. Los críticos del texto pueden cuestionar su plausibilidad o historicidad por motivos intelectuales, pero el Libro de Mormón nunca fue diseñado para ser probado a través del análisis científico o histórico. El élder Dallin H. Oaks ha enseñado: “De hecho, es nuestra posición que la evidencia secular no puede probar ni desmentir la autenticidad del Libro de Mormón. Su autenticidad depende, como lo dice, de un testimonio del Espíritu Santo”. Véase Dallin H. Oaks, “Worthy of Another Look: The Historicity of the Book of Mormon,” Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 21, no. 1 (2012): 68; publicado originalmente en Historicity and the Latter-day Saint Scriptures, ed. Paul Y. Hoskisson (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2001), 237–248.
13. En cuanto a su estatus de segundo testigo, el presidente Ezra Taft Benson enseñó: “El Libro de Mormón no está en juicio—las personas del mundo, incluyendo a los miembros de la Iglesia, están siendo juzgadas en cuanto a lo que harán con este segundo testigo para Cristo”. Véase Ezra Taft Benson, “A New Witness for Christ,” Ensign, octubre 1984, en línea en lds.org.

Traducido por Central del Libro de Mormón