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KnoWhy #59

¿Cuál es el propósito del bautismo en el Libro de Mormón?

marzo 14, 2017
KnoWhy #59
Juan el Bautista bautizando a Jesús, por Greg K. Olsen
“Y ahora, quisiera preguntaros, amados hermanos míos, ¿cómo cumplió el Cordero de Dios con toda justicia bautizándose en el agua? ¿No sabéis que era santo? Mas no obstante que era santo, él muestra a los hijos de los hombres que, según la carne, él se humilla ante el Padre, y testifica al Padre que le sería obediente al observar sus mandamientos”.
2 Nefi 31:6–7

El conocimiento

2 Nefi 31 registra la explicación de Nefi del propósito detrás del bautismo de Jesús, un evento que Nefi había previsto anteriormente en una visión (1 Nefi 11:27), al exponer “claramente” “la doctrina de Cristo” (2 Nefi 31:2-3).  Aunque la ordenanza del bautismo es un tema principal en el Nuevo Testamento, su propósito y significado preciso se deja relativamente ambiguo. En el Libro de Mormón, sin embargo, la razón por la necesidad del bautismo por agua se deja abundantemente clara. El propósito del bautismo de Jesús, tal como Nefi lo previó y entendió, sirve como modelo para el bautismo en el resto de la narrativa del Libro de Mormón.

Noel B. Reynolds, profesor emérito de ciencias políticas en BYU y ex director de la Foundation for Ancient Research and Mormon Studies (FARMS) [Fundación de Investigación Antigua y Estudios Mormones], destacó el hecho de que el Nuevo Testamento usa dos metáforas diferentes para lo que representa el acto de bautismo. La primera es la idea de purificación, o el lavamiento de los pecados, como puede verse en Hechos 22:15-16. La segunda es la idea de que es una representación de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, como lo presentó Pablo (Romanos 6:4).1

El Libro de Mormón tiene una tercera metáfora, muy importante, del principal propósito del bautismo. Reynolds demuestra que para Nefi, y posteriores personajes del libro de Mormón, el bautismo sirve principalmente como una señal externa o un testimonio abierto del arrepentimiento y el compromiso personal de seguir a Jesucristo.2 En lugar de limpiar los pecados, Reynolds comenta: “[El] Libro de Mormón constantemente señala un simbolismo diferente: Hacer un convenio”.3 El lavamiento entonces viene por el fuego purificador del Espíritu Santo (3 Nefi 12:2).

Esta distinción es de gran importancia y aclara una doctrina que Cristo, en el Nuevo Testamento, declaró ser esencial para entrar en el reino de Dios (Juan 3:5; 1 Pedro 3:21). Como el erudito SUD Craig Ostler también ha argumentado, aunque el bautismo de Jesus es el “primer tema común” entre los cuatro evangelios, “la importancia del bautismo como una ordenanza del evangelio de Jesucristo y una comprensión del porqué al bautismo se le da un lugar de importancia no es generalmente familiar”. También acertadamente señala que “el Libro de Mormón aclara la naturaleza de convenio del bautismo”.4

De hecho, Nefi explica que la razón por la que un Jesús sin pecado necesitaría bautizarse no es para la remisión de pecados sino para atestiguar públicamente Su convenio de ser obediente al Padre. Como 2 Nefi 31:7 dice: “Mas no obstante que era santo, él muestra a los hijos de los hombres que, según la carne, él se humilla ante el Padre, y testifica al Padre que le sería obediente al observar sus mandamientos”. De hecho, en el mundo antiguo, el hacer juramento, el dar testimonio en una corte o el acto de hacer un contrato o convenio era a menudo acompañado por ritos hechos abiertamente, someterse a una prueba e invocar el nombre del dios que podría dar fe de su cumplimiento.

Narrativas posteriores con respecto a la ordenanza del bautismo en el Libro de Mormón con firmeza siguen este precedente. Cuando Alma bautiza a sus seguidores en las aguas de Mormón, él hace hincapié en el hecho de que el bautismo sirve “como testimonio ante [Dios] de que habéis concertado un convenio con él de que lo serviréis y guardaréis sus mandamientos, para que él derrame su Espíritu más abundantemente sobre vosotros” (Mosíah 18:10).  El primer bautismo que él llevó a cabo, para Helam, incluye las palabras: “…te bautizo como testimonio de que has hecho convenio de servirle hasta que mueras” (Mosíah 18:13).

Más tarde, el pueblo del rey Limhi demostró que comprendía el propósito del bautismo de la misma manera. Mosíah 21:35 dice: “Estaban deseosos de ser bautizados como atestación y testimonio de que estaban dispuestos a servir a Dios con todo su corazón”.

Los informes de bautismos realizados poco antes del ministerio de Jesús entre los nefitas confirman que este motivo del bautismo–”como atestación y testimonio ante Dios”–fue perpetuado hasta el tiempo de Cristo (3 Nefi 7:25). Una de las acciones más importantes de Cristo durante su visita a los nefitas fue el establecimiento de la ordenanza de la santa cena. Las propias enseñanzas de Jesús en cuanto al propósito de la santa cena (3 Nefi 18:7, 10-11), así como las palabras de las oraciones sacramentales (como se registra en Moroni 4-5), según Reynolds, “precisamente recapitulan el testimonio de los conversos al Padre, renovando su testimonio previo del convenio que habían hecho de tomar sobre sí el nombre de Cristo, de guardar sus mandamientos y recordarle siempre”.

El porqué

Uno de los propósitos del Libro de Mormón es la restauración de las verdades “claras y preciosas” que se han perdido u ocultado.5 Las enseñanzas contenidas en el Libro de Mormón con respecto al propósito del bautismo son únicas y excepcionales en toda escritura antigua por su claridad, especificidad y consistencia. En contraste con las descripciones bíblicas del bautismo, el Libro de Mormón provee una profunda visión de la naturaleza de convenio de esta ordenanza, lo que la persona señala a Dios cuando él o ella elige ser bautizado, y la forma en que Dios responde al compromiso del creyente.

Además, el Libro de Mormón demuestra cómo el acto del bautismo encaja en el gran panorama de la “doctrina” y el “evangelio” de Cristo. Uno puede suponer sin las enseñanzas contenidas en el Libro de Mormón, que el acto del bautismo por sí mismo, puede proveer al creyente una remisión de pecados. Sin embargo, las enseñanzas del Libro de Mormón indican que el bautismo es una parte de un todo orgánico que incluye la fe, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin. El texto deja claro que el bautismo sin el arrepentimiento ni el efecto purificador del Espíritu Santo no es suficiente para lavar los pecados. Como señaló Noel Reynolds:

Una sorprendente implicación de este lenguaje en el Libro de Mormón es que el convenio que el converso manifiesta al bautizarse, de hecho, se hace antes del bautismo y es el elemento central del arrepentimiento. El arrepentimiento genuino siempre incluye un compromiso deliberado por la persona penitente de dirigirse a Cristo y seguir su camino tomando su nombre sobre uno mismo y guardar sus mandamientos. El bautismo y el arrepentimiento de esta manera están unidos entre sí: el bautismo termina el proceso del arrepentimiento.

El Libro de Mormón presenta la idea de que el bautismo es la señal de que le damos a Dios de que estamos comprometidos a seguir a Cristo y guardar Sus mandamientos. Así, en las oraciones sacramentales inauguradas por el mismo Jesús y preservadas por el Libro de Mormón, nosotros renovamos nuestro convenio bautismal y testificamos de nuevo que estamos dispuestos a guardar los mandamientos que nos han sido dados (3 Nefi 18:7, 10; Moroni 4- 5). La remisión de pecados viene no simplemente por ser lavados en agua, sino por la recepción del don y poder del Espíritu Santo, como reconocimiento por Dios de nuestro arrepentimiento y disposición de entrar en un compromiso de convenio con Él. Debido a que el convenio que hacemos al bautizarnos es esencial para nuestra salvación, la claridad que el Libro de Mormón trae al tema es, tanto, urgente que todas las personas lo entiendan, como también, una muestra de la misericordia y generosidad de Dios hacia todos los que tengan fe, se arrepientan y se humillen ante Jesús, su Señor.

Otras lecturas

Noel B. Reynolds, “Understanding Christian Baptism through the Book of Mormon,” BYU Studies Quarterly 51, no. 2 (2012): 3–37.

Craig J. Ostler, “Baptism,” in The Book of Mormon and the Message of the Four Gospels, ed. Ray L. Huntington and Terry B. Ball (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2001), 139-57.

 

1. Noel B. Reynolds, “Understanding Christian Baptism through the Book of Mormon,” BYU Studies Quarterly 51, no. 2 (2012): 5.
2. Reynolds, “Understanding,” 5.
3. Reynolds, “Understanding,” 7.
4. Craig J. Ostler, “Baptism,” in The Book of Mormon and the Message of the Four Gospels, ed. Ray L. Huntington and Terry B. Ball (Provo, UT: BYU Religious Studies Center, 2001), 144.
5. Para más información sobre la pérdida de “partes claras y preciosas” del evangelio (1 Nefi 13:28), véase Book of Mormon Central en Español, “¿Se perdieron doctrinas claras y preciosas? (1 Nefi 13:26),” KnoWhy 15 (18 de enero de 2017).

Traducido por Central del Libro de Mormón