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KnoWhy #356

¿Cómo pueden las pruebas de fe llevarnos al crecimiento espiritual?

mayo 3, 2018
KnoWhy #356
Imagen por Book of Mormon Central
Imagen por Book of Mormon Central
“Quisiera mostrar al mundo que la fe es las cosas que se esperan y no se ven; por tanto, no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe”.
Éter 12:6

Contexto y Contenido

En Éter 12, Moroni registró que el profeta Éter advirtió a los jareditas que se arrepintieran, “no fuese que quedaran destruidos” (v. 3). Tristemente, el pueblo no creyó las profecías “grandes y maravillosas” de Éter “porque no las veían” (v. 5). Basándose en este punto, Moroni declaró: “Quisiera mostrar al mundo que la fe es las cosas que se esperan y no se ven; por tanto, no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe” (v. 6).1

La palabra trial (prueba) en los días de José Smith podría significar (1) un “examen por medio de una prueba”, (2) un “experimento”, (3) una “experiencia” de prueba (4) un “examen” legal o (5) una “tentación”.2 En los primeros periodos del inglés, una trial (o prueba) también se utilizaba para determinar “la culpa de una persona o su inocencia, o lo justo de su causa, por medio de un combate entre el acusador y el acusado”.3 Este tipo de combate ritualizado también era bien conocido en todo el mundo antiguo.4 En el Nuevo Testamento, Pedro se refirió a “la prueba de vuestra fe” que es “mucho más preciosa que el oro, el cual perece aunque sea probado con fuego”.5 La palabra griega traducida como prueba a menudo se refiere a purificar metales preciosos.6

Varias de estas definiciones están temáticamente presentes en varios relatos de pruebas en el Libro de Mormón. En Alma 1, aquellos que siguieron a Nehor comenzaron a perseguir a los creyentes, resultando en una “dura prueba [o tentación] para los que se mantuvieron constantes en la fe” (v. 25). Alma invitó a los pobres de entre los zoramitas a “llevar a cabo el experimento” de plantar la palabra de Dios en sus corazones (Alma 32:36). Enós describió sus pruebas como una “lucha [combate] que tuve ante Dios, antes de recibir la remisión de mis pecados” (Enós 1:2).7 Usando un verbo similar, Alma describió este tipo de prueba como “bregando con Dios en ferviente oración” (Alma 8:10).

Muchos ejemplos de Moroni sobre la fe en Éter 12 se relacionan con juicios legales y encarcelamiento. Él enseñó que “la ley de Moisés se dio por la fe” (v. 11). Fue por la fe de Alma y Amulek “lo que hizo que se derribara la prisión”, después de soportar un juicio legal injusto en Ammoníah (v. 13).8 Cuando Nefi y Lehi fueron injustamente encarcelados por un ejército de lamanitas, ellos lograron un “cambio en los lamanitas” (v. 14).9 Ammón y sus hermanos, quienes enfrentaron la servidumbre y el encarcelamiento, de manera similar lograron un “gran milagro entre los lamanitas” (v. 15).10

Dominio de la Doctrina. Éter 12:6, Infográfico por Book of Mormon Central

Dominio de la Doctrina. Éter 12:6, Infográfico por Book of Mormon Central

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Moroni pudo haber referenciado temáticamente los juicios por fuego al relatar historias con respecto a la quema literal o metafórica. Él mencionó la aparición de Cristo a los nefitas (Éter 12:7), un relato que sigue inmediatamente la quema de las ciudades (3 Nefi 9:3).11 Él mencionó a Alma y Amulek siendo encarcelados (Éter 12:13), e inmediatamente le siguió la quema de los creyentes y sus Escrituras (Alma 14:14). Él declaró que los lamanitas fueron “bautizados con fuego” por medio de la fe de Nefi y Lehi (Éter 12:14). Y también mencionó a los tres discípulos nefitas (Éter 12:17), quienes fueron literalmente probados por fuego cuando fueron arrojados en un horno (4 Nefi 1:32).

Después de relatar muchos ejemplos de fe seguidos por milagros, Moroni se despidió de sus lectores y luego terminó la triste historia de completa destrucción de los jareditas.12 Mientras que aquellos que actuaron por fe presenciaron repetidamente las bendiciones o milagros después de sus pruebas, los jareditas presenciaron su propia destrucción profetizada (véase Éter 13-15).

Doctrinas y Principios

El famoso capítulo de Moroni sobre la fe demuestra que tanto las bendiciones como los castigos divinos a menudo se postergan. El élder Spencer W. Kimball explicó: “Si a los actos de maldad les siguieran inmediatamente el dolor, el pesar y un castigo total, ningún alma volvería a hacer el mal. Si a los que hacen el bien se les dieran de forma instantánea el gozo, la paz y las recompensas, no existiría la maldad; todos haríamos el bien y no por lo bueno de hacer el bien”.13 Por medio de periodos de pruebas y dificultades repetidos y algunas veces largos, se nos da gran libertad para determinar y luego actuar de acuerdo con los deseos de nuestros corazones.

Las historias de fe de Moroni también demuestran la diversidad de nuestras pruebas y la consistencia de las bendiciones de Dios. Algunas veces somos nosotros quienes realizamos activamente la prueba, tal como los pobres entre los zoramitas quienes fueron invitados a probar o a experimentar con la palabra de Dios. En otras ocasiones, las circunstancias de la mortalidad, incluyendo las elecciones de los demás sobre las cuales no tenemos control, nos ponen a prueba. Las muchas referencias de juicios legales y encarcelamientos ofrecen ejemplos poderosos de soportar pacientemente las acciones perversas de los demás. Y todos nosotros somos invitados a simbólicamente “luchar” con el mismo Señor en poderosa oración, tal como Enós y Alma.

De cualquier manera en que se presente, nuestras pruebas mortales proveen oportunidades esenciales para el crecimiento espiritual.14 El élder Neil L. Andersen ha enseñado: “Al igual que el fuego intenso que transforma el metal en acero, si permanecemos fieles durante los fuegos de prueba de nuestra fe, somos espiritualmente refinados y fortalecidos”.15 Con esta perspectiva en mente, con más valentía podemos hacer eco de la sabia petición del salmista: “Pruébame, oh Jehová, y examíname; escudriña mi mente y mi corazón” (Salmo 26:2).

Otras lecturas

Élder Neil L. Andersen, “La prueba de vuestra fe“, Liahona, Noviembre 2012, 39-42, en línea en lds.org.

Élder Richard G. Scott, “El poder transformador de la fe y el carácter“, Liahona, Noviembre 2010, 43–46, en línea en lds.org.

Élder David A. Bednar, “Pedir con fe“, Liahona, Mayo 2008, 94–97, en línea en lds.org.

 

1. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué la prueba de fe debe preceder al testimonio de la verdad? (Éter 12:6)“, KnoWhy 246 (Noviembre 10, 2017).
2. Noah Webster, American Dictionary of the English Language (1828), s.v., “trial”, en línea en webstersdictionary1828.com.
3. OED Online, s.v., “trial, n. 1”, accedido en junio de 2017, en línea en oed.com.
4. Para un estudio general sobre los rituales de combate en el mundo antiguo, véase Hugh Nibley, Temple and Cosmos, The Collected Works of Hugh Nibley, Volume 12 (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 73–77. Para conocer más sobre combates en el contexto de la antigua Mesoamérica, véase Allen J. Christenson, “Maya Harvest Festivals and the Book of Mormon“, Review of Books on the Book of Mormon 3 (1991): 1–31.
5. Debe notarse que la frase de Moroni “la prueba de vuestra fe” en Éter 12:6 utiliza la misma redacción que se encuentra en 1 Pedro 1:7. Este parafraseo también es muy similar en Santiago 1:3-4, que habla de la “prueba de vuestra fe” produciendo paciencia y una “obra perfecta”. La descripción de Santiago de una “obra perfecta” puede, como el comentario de Pedro sobre las pruebas, ser en realidad una referencia a un metal puro o perfecto, uno que ha sido purgado de sus impurezas. Véase Luke Timothy Johnson, The Letter of James: A New Translation with Introduction, and Commentary, Anchor Bible 29 (Garden City, NY; Doubleday, 1995), 176–177.
6. Theological Dictionary of the New Testament, ed. Gerhard Friedrich (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1971), 2:255.
7. Enós parece haber comparado intencionalmente sus pruebas con las de Jacob, el gran patriarca del Antiguo Testamento. Véase Matthew L. Bowen, “‘And There Wrestled a Man with Him’ (Genesis 32:24): Enos’s Adaptations of the Onomastic Wordplay of Genesis“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 10 (2014): 151–160.
8. Véase John W. Welch, Legal Cases in the Book of Mormon (Provo, UT: BYU Press y Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2008), 237–271.
9. En Helamán 5, aprendemos que en respuesta a la predicación de Nefi y Lehi, “ocho mil de los lamanitas que se hallaban en la tierra de Zarahemla y sus alrededores fueron bautizados para arrepentimiento” (v. 19). Más tarde, durante la milagrosa liberación de Nefi y Lehi de la prisión, “el Santo Espíritu de Dios descendió del cielo y entró en sus corazones [de los lamanitas]; y fueron llenos como de fuego” (v. 45). No hay evidencia directa de que Nefi y Lehi enfrentaran un juicio legal por los ejércitos de los lamanitas que los encarcelaron, pero Mormón menciona que fueron echados “en la misma prisión en que los siervos de Limhi habían echado a Ammón y sus hermanos” (v. 21). Esta es casi seguramente la misma prisión en la cual Abinadí habría enfrentado su juicio ante el rey Noé y sus sacerdotes. Al igual que Abinadí, cuyo rostro resplandecía como el de Moisés, Nefi y Lehi “fueron envueltos como por fuego, de modo que [los lamanitas] no se atrevieron a echarles mano por miedo de ser quemados” (v. 23). Por lo que el contexto y los detalles del encarcelamiento de Nefi y Lehi, que desempeñó una función importante en la conversión de los lamanitas, parece estar relacionada con los encarcelamientos y juicios legales importantes en la historia nefita.
10. Aunque Ammón no enfrentó un juicio legal elaborado, fue atado y llevado ante el rey, a quien le gustaba “matarlos [a los nefitas cautivos], o retenerlos en el cautiverio, o echarlos en la cárcel, o desterrarlos, según su voluntad y placer” (Alma 17:20). Asumiendo que esta “costumbre” lamanita fuera generalizada (v. 20), los hermanos de Ammón habrían enfrentado un mismo tipo de juicio legal antes de que fueran “encarcelados” (Alma 21:14).
11. Cuando Jesús ministró entre los nefitas, citó la profecía de Malaquías de que el Señor, a Su venida, sería como un “fuego purificador” y que Él “se sentará como refinador y purificador de plata… y purificará [a los levitas]… como al oro y a la plata” (3 Nefi 24:2-3; cf. Malaquías 3:2-3). Por lo que es posible que, al referirse a la repentina aparición de Cristo a su pueblo, Moroni haya tenido estas imágenes de prueba o purificación por fuego en su mente.
12. Para analizar las historias de despedida de Moroni, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Moroni escribió tantas despedidas? (Mormón 8:1)“, KnoWhy 233 (Octubre 24, 2017).
13. Citado en Élder Donald L. Hallstrom, “Using Agency Wisely“, Ensign, Enero 2006; esta es una cita de un devocional en BYU en 1955.
14. Véase Book of Mormon Central en Español, “Adquirir conocimiento espiritual: actuar con fe, (1 Nefi 2:16)“, KnoWhy 260 (Noviembre 30, 2017), en línea en lds.org.
15. Élder Neil L. Andersen, “La prueba de vuestra fe“, Liahona, Noviembre 2012, 42, en línea en lds.org.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón