/ KnoWhys

KnoWhy #265

¿Cómo comparó Enós las Escrituras a su propia vida?

diciembre 7, 2017
KnoWhy #265
Enós por Al R. Young
“[E]ntonces veré su faz con placer, y él me dirá: Ven a mí, tú, que bendito eres; hay un lugar preparado para ti en las mansiones de mi Padre”
Enós 1:27

El Conocimiento

Nefi dijo que había “compar[ado] todas las Escrituras a [ellos] mismos para [su] provecho e instrucción” (1 Nefi 19:23).1 El Libro de Mormón ofrece muchas maneras en que las Escrituras se pueden aplicar a nuestras propias vidas. La historia del profeta Enós demuestra algunas de las maneras en que esto se puede hacer.2 Ciertas frases del libro de Enós muestran cómo aplicó las Escrituras directamente a su propia vida.

John A. Tvedtnes y Matthew Roper argumentaron que Enós aludió al hombre por el cual su padre pudo haberse llamado: Jacob el patriarca.3 Inmediatamente después de decir que su padre, Jacob, era un “varón justo” (Enós 1:1), Enós escribió acerca de “la lucha que tuve ante Dios, antes de recibir la remisión de mis pecados” (Enós 1:2).  Las dos pistas a la alusión es el nombre de Jacob en ambas historias y que, así como Enós luchó ante Dios, también lo hizo el patriarca Jacob cuando luchó con “un varón” durante toda la noche (Génesis 32:24-28).

Una similitud significativa entre Enós y Jacob es que “cuando Enós escribió sobre su lucha, evidentemente se estaba refiriendo no solo a su lucha por vencer el pecado sino también a sus oraciones tanto para los lamanitas como para los nefitas” (Enós 1:9-18).4 Tvedtnes y Roper notaron que, así como Enós oró por los lamanitas, por sus hermanos, durante su lucha con Dios, Jacob también pudo haber estado orando por su hermano Esaú durante su lucha.

En el momento de este encuentro, Jacob regresaba a casa después de dos décadas en Siria. Esaú había querido matarlo cuando se fue (Génesis 27:41-45), pero ahora Jacob estaba orando fervientemente para que Dios lo preservara de su hermano (Génesis 32:9-12). De la misma manera, Enós oró fervientemente para que Dios preservara los registros de sus “hermanos”, los lamanitas (Enós 1:11), quienes también tenían una intención asesina hacia los nefitas.

Incluso la frase, “os diré de la lucha que tuve ante Dios” es significativa (Enós 1:2). En hebreo, las palabras ante Dios literalmente significarían “a la cara de Dios”. El nombre del lugar donde Jacob luchó toda la noche, Peniel, proviene de la misma frase hebrea.5 Además, la palabra para “lucha” en hebreo, que se podría leer como jaboc, suena similar al nombre Jacob, solo con la “b” y la “c” invertida, un claro juego de palabras tan típicamente practicadas por antiguos escritores israelitas.6

Según el erudito lingüístico Matthew Bowen, este juego de palabras “recuerda a la audiencia [de Enós] que su padre, el ‘varón justo’ mencionado en Enós 1:1, lleva el nombre de su antepasado Jacob, quien también tuvo una ‘lucha’. La experiencia transformadora del patriarca Jacob, en cierta medida, será la experiencia de Enós, el hijo de Jacob”.7 Cuando Enós terminó de “luchar”, fue “bendecido” (Enós 1:5), así como Jacob también fue bendecido directamente por Dios (Génesis 32:26).8

Después de su experiencia de “luchar” y suplicar a Dios, Jacob finalmente se reconcilió con su hermano, Esaú (Génesis 33:3-4).9 Este detalle ayuda a explicar parte del propósito del registro de Enós. Así como Jacob se reconcilió con su hermano Esaú después de luchar con Dios, a Enós se le prometió que su pueblo se reconciliaría con sus hermanos, los lamanitas, después de su lucha con Dios (Enós 1:12-17).10

Además de las alusiones en la historia de Génesis, parece que Enós también aplicó una parte del libro de Job directamente a sí mismo. Job 33:26, comienza: “Orará a Dios, y este le favorecerá”. Este es un resumen apropiado del libro de Enós. Le sigue una frase que Enós parece haber copiado casi textualmente: “y verá su faz con júbilo, y él restituirá al hombre su justicia” (Job 33:26). A la conclusión de su libro, Enós también declaró, refiriéndose a Dios: “[E]ntonces veré su faz con placer, y él me dirá: Ven a mí, tú, que bendito eres; hay un lugar preparado para ti en las mansiones de mi Padre” (Enós 1:27).

Enós pudo haber incluido este versículo porque literalmente, se vio a sí mismo en él. La palabra hebrea para “hombre” usada en Job 33:26 es enosh,11 probablemente la misma palabra de la cual se deriva el nombre Enós.12 Por lo tanto, Enós pudo haber leído este versículo como “y verá su faz con júbilo, y él restituirá [a Enós] su justicia”.13 Esto pudo haber llevado a Enós a finalizar su libro con esta cita. También pudo haberlo impulsado a describir exactamente lo que Dios le otorgaría a causa de su rectitud: un lugar en las mansiones de su Padre.14

El Porqué

Estos ejemplos muestran cómo Enós “comparó las escrituras” consigo mismo. Enós parece haber leído las Escrituras cuidadosamente y luego se esforzó mucho por aplicarlas directamente a su propia vida. Al igual que Jacob en la antigüedad, Enós rogó a Dios poderosamente que le permitiera la bendición deseada. Enós incluso pudo haber “puesto su propio nombre” en el versículo, así como las personas algunas veces lo hacen sabiamente. Esto ayuda a los lectores modernos a que puedan aplicar las escrituras directamente a sí mismos de una manera muy específica.

Sin embargo, parece ser que Enós también aplicó las escrituras a sí mismo de una manera mucho más amplia también. Además de mirar un versículo específico y aislado y aplicarlo a sí mismo, como en el ejemplo de Job, Enós también analizó las similitudes más amplias entre sus propias experiencias y las experiencias de Jacob.

Luego vio cómo estas amplias similitudes podrían aplicarse en su propia vida. Al hacer esto, tropezó con algo profundo. Así como Jacob se reconcilió con su hermano que había tratado de matarlo, también los nefitas, a través de sus registros, se reconciliarían con los descendientes de los lamanitas, sus hermanos que habían tratado de matarlos. Además de ayudar al lector moderno a entender mejor a Enós, esto también demuestra dos maneras de “comparar” las escrituras. Al aplicar las Escrituras en su contexto más amplio, así como de manera aislada, los lectores modernos pueden obtener más de las escrituras para ayudarlos en sus vidas diarias.

Aplicar las escrituras en su contexto, como lo hace Enós, es crucial para entender las Escrituras:

El contexto es un medio para comprender el contenido de las Escrituras. Provee información sobre las circunstancias de fondo, que aclaran y dan profundidad a los relatos, las enseñanzas, las doctrinas y los principios en el texto de las Escrituras… Para entender sus escritos, los maestros y alumnos deben mentalmente “adentrarse en su mundo” tanto como sea posible, para ver las cosas como las vio el autor.15

Cuando los lectores aplican estas escrituras en su contexto así como también en forma aislada, puede ayudarles a ver y a vivir toda la riqueza de las Escrituras en sus propias vidas.

Otras Lecturas

Matthew Bowen, “‘And There Wrestled a Man with Him’ (Genesis 32:24): Enós ’s Adaptations of the Onomastic Wordplay of Genesis,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 10 (2014): 153.

Matthew L. Bowen, “Wordplay on the Name ‘Enos’,” Insights: A Window on the Ancient World 26, no. 3 (2006): 2.

John A. Tvedtnes, “Jacob and Enos: Wrestling before God,” Insights: A Window on the Ancient World 21, no. 5 (2001): 2.

 

1. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cómo puede compararse Isaías 48-49 con la familia de Lehi? (1 Nefi 19:23)”, KnoWhy 23 (Enero 27, 2017).
2. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Jesús cita a Isaías 54? (3 Nefi 22:5)”, KnoWhy 216 (Septiembre 29, 2017).
3. John A. Tvedtnes y Matthew Roper, “Jacob and Enos : Wrestling before God,” Insights: A Window on the Ancient World 21, no. 5 (2001): 2.
4. Tvedtnes y Roper, “Wrestling before God,” 2.
5. Tvedtnes y Roper, “Wrestling before God,” 2.
6. Matthew Bowen, “‘And There Wrestled a Man with Him’ (Genesis 32:24): Enos’s Adaptations of the Onomastic Wordplay of Genesis,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 10 (2014): 153.
7. Bowen, “‘And there Wrestled a Man,” 153.
8. Bowen, “‘And there Wrestled a Man,” 154.
9. Bowen, “‘And there Wrestled a Man,” 155.
10. Bowen, “‘And there Wrestled a Man,” 157.
11. Francis Brown, S. R. Driver, y Charles Briggs, A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament (Oxford, UK: Clarendon Press, 1951), 60. En el alfabeto hebreo en los días de Lehi, se usó la misma letra para representar el sonido del inglés producido por las letras sh y s. La diferencia entre estos dos era fluida y, a menudo, variaba según el dialecto. Tenga en cuenta, por ejemplo, la incapacidad de los israelitas del norte como los antepasados de Lehi de pronunciar el sonido sh (vea el hebreo de Jueces 12:6). Véase William M. Schniedewind, A Social History of Hebrew: Its Origins Through the Rabbinic Period (New Haven, CT: Yale University Press, 2013), 13–14.
12. Véase Matthew Bowen, “Wordplay on the Name ‘Enos’,” Insights: A Window on the Ancient World 26, no. 3 (2006): 2; “Enos,” Book of Mormon Onomasticon, ed. Paul Y. Hoskisson.
13. Conversación personal, Carli Anderson, septiembre de 2011.
14. Ese sutil juego de palabras como este es una posibilidad respaldada por la introducción de Enós: “He aquí, aconteció que yo, Enós, sabía que mi padre era un varón justo”. Este es probablemente otro juego de palabras sobre la similitud entre su nombre y la palabra para “varón”, no muy diferente al juego de palabras de Nefi en 1 Nefi 1:1: “Yo, Nefi, nací de buenos padres”. Véase Bowen, “Wordplay on the Name ‘Enos’,”  2.
15. La enseñanza y el aprendizaje del Evangelio: Manual para maestros y líderes de Seminarios e Institutos de Religión (Salt Lake City, UT: Intellectual Reserve, 2012), 24.

Traducido por Central del Libro de Mormón