¿Aparte de la escritura judía y egipcia que Nefi aprendió de su padre Lehi que otras ciencias aprendió de él?
Aporte del Equipo de Central del Libro de Mormón

¿Aparte de la escritura judía y egipcia que Nefi aprendió de su padre Lehi que otras ciencias aprendió de él?

¿Aparte de la escritura judía y egipcia que Nefi aprendió de su padre Lehi que otras ciencias aprendió de él?

febrero 2, 2018
Por Noé Correa

Aunque el texto dice que “Lehi había morado en Jerusalén toda su vida” (1 Nefi 1:4), hay lugar para creer que sí había viajado. De Nefi sabemos más por lo que dice sobre lo que aprendió. Lo interesante es la manera en que las palabras de Nefi concuerdan con las tradiciones de los escribas del antiguo Cercano Oriente. La mejor tradición atestiguada, desde el tiempo del rey David, era de Egipto y Mesopotamia. Un texto académico sobre el Antiguo Testamento (o Biblia Hebrea en los estudios bíblicos) muestra los principios de estas tradiciones:

“La evidencia de Egipto y Mesopotamia muestra cómo los estudiantes aprendieron en escuelas entre familia, a menudo aprendieron a leer textos de sus propios padres o maestros a quienes llamaban ‘padres’. La educación antigua en Egipto y Mesopotamia siguió un patrón similar, un patrón probablemente común en todo el mundo antiguo” (traducción propia; David M. Carr, An Introduction to the Old Testament: Sacred Texts and Imperial Contexts of the Hebrew Bible, [Hoboken, New Jersey: WIley-Blackwell, 2010], pág 61).

Aunque la época del rey David predata a la de Nefi por 400 años, vemos que la experiencia de Nefi no fue muy diferente: “Yo, Nefi, nací de buenos padres y recibí, por tanto, alguna instrucción en toda la ciencia de mi padre … Sí, hago la relación en el lenguaje de mi padre, que se compone de la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios” (1 Nefi 1:1-2).

Hay que recordar que la gente común no sabía leer y mucho menos escribir más de un idioma. No sabemos a qué se dedicaba Lehi pero sabemos que sabía escribir y sabía egipcio. Hugh Nibley fue el que primero propuso la idea de que era comerciante por sus riquezas (1 Nefi 3:16; Lehi en el desierto y el mundo de los jareditas, [Salt Lake City, UT: Bookcraft, 1952). Jeffrey R. Chadwick ha argumentado que Lehi pudo haber sabido algo de joyería o herrería porque Nefi habría haber tenido experiencia previa para saber forjar metales (1 Nefi 17:9; “Lehi’s House at Jerusalem and the Land of His Inheritance”, en Glimpses of Lehi’s Jerusalem, editores John W. Welch, David Rolph Seely y Jo Ann H. Seely [Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 2004]). Sabemos que los escribas del antiguo Cercano Oriente eran de una clase más alta y se les solía mandar a aprender egipcio: “Más bien, los primero autores de literatura hebrea dependían de patrones extranjeros para su formación literaria e imitaban textos extranjeros de Egipto y Mesopotamia” (traducción propia; Carr, An introduction to the Old Testament, 63). Ha habido varias teorías pero lo único que nos dice el Libro de Mormón es que Lehi tenía riquezas (1 Nefi 3:16) y que conocía a alguien de poder que guardaba los registros (1 Nefi 3:3), y que tenía dos hogares, “su casa en Jerusalén” (1 Nefi 1:7) y “la tierra de su herencia” (1 Nefi 2:4). Al menos podemos decir que Lehi tenía más conocimientos y riquezas que la persona común.

Pero Nefi nos muestra que él no solo sabía escribir, sino que sabía narrar siguiendo el formato de la prosa común de su época. Incluso, existe un inteligente juego de palabras en el texto que manifiesta sus habilidades literarias. Años atrás, el egiptólogo de BYU, John Gee, mostró que el nombre de Nefi proviene de la palabra egipcia, n-f-r, que en la época de Lehi se pronunciaba como “nai-fi”, “neh-fi” o “nu-fi” que significa “bien”, “bueno”, “fino”, “bello” (John Gee, (1992) “A Note on the Name Nephi,” Journal of Book of Mormon Studies: Vol. 1: No. 1, Article 12). Por lo tanto, antes de decir que había aprendido “alguna instrucción en toda la ciencia de [su] padre”, comenzó diciendo algo como: “Yo, [el llamado BUENO], nací de BUENOS padres” (1 Nefi 1:1). Nefi básicamente les estaba diciendo a sus lectores antiguos y modernos (que seguramente no sabían ni saben todavía de su juego de palabras) qué tipo de instrucción había recibido de su padre. Como nota secundaria, sus hermanos, Lamán, Lemuel y Sam, tenían nombres hebreos así que solo nos podemos imaginar porqué solamente a Nefi se le dio un nombre egipcio.

Además, Nefi explica el conocimiento que él tenía para comprender las palabras de Isaías: “Ahora bien, yo, Nefi, hablo algo con relación a las palabras que he escrito, palabras que fueron pronunciadas por boca de Isaías. Pues he aquí, Isaías habló muchas cosas que a muchos de los de mi pueblo les fue difícil comprender, porque no saben concerniente a la manera de profetizar entre los judíos. Porque yo, Nefi, no les he enseñado muchas cosas respecto de las costumbres de los judíos; porque sus obras fueron obras de tinieblas, y sus hechos fueron hechos de abominaciones… Sí, y mi alma se deleita en las palabras de Isaías, porque salí de Jerusalén, y mis ojos han visto las cosas de los judíos, y sé que ellos entienden las cosas de los profetas, y no hay ningún otro pueblo que entienda, como ellos, las cosas que fueron pronunciadas a los judíos, salvo que sean instruidos conforme a la manera de las cosas de los judíos. Mas he aquí, yo, Nefi, no he enseñado a mis hijos conforme a la manera de los judíos; pero yo mismo he morado en Jerusalén, por lo que sé acerca de las regiones circunvecinas; y he mencionado a mis hijos acerca de los juicios de Dios que han acontecido entre los judíos, de acuerdo con todo lo que Isaías ha hablado, y no lo escribo”. (2 Nefi 25:1-2, 5-6) .

Aunque 1 Nefi 1 parece muy separado cronológicamente de 2 Nefi 25, hay que recordar que Nefi escribió todo 1 y 2 Nefi cuando ya estaba en las Américas: “Y yo, Nefi, había llevado los anales de mi pueblo hasta entonces sobre mis planchas, las que yo había hecho. Y sucedió que el Señor Dios me dijo: Haz otras planchas; y grabarás sobre ellas muchas cosas que son gratas a mis ojos, para el beneficio de tu pueblo. Por tanto, yo, Nefi, para ser obediente a los mandatos del Señor, fui e hice estas planchas sobre las cuales he grabado estas cosas” (2 Nefi 5:29-31). Las “otras planchas” son 1 y 2 Nefi.

Parece que esta ciencia que aprendió Nefi de su padre Lehi reflejaban estudios de idiomas y una instrucción “conforme a la manera de las cosas de los judíos” (2 Nefi 25:5).

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