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KnoWhy #699

¿Por qué Dios da abundantemente a los que piden?

noviembre 23, 2023
KnoWhy #699
El alba ya rompe por Rose Datoc Dall
"The Morning Breaks" (El alba ya rompe) por Rose Datoc Dall. Presentado como parte de un concurso de arte de la Central del Libro de Mormón en 2021.
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.
Santiago 1:5

El conocimiento

En la epístola de Santiago, la invitación para quien tenga falta de sabiduría a que pida “a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” ocupa un lugar importante en la historia de la restauración (Santiago 1:5). Más adelante en su vida, José Smith dijo que cuando leyó este pasaje cuando era un joven confundido y con preguntas: “Ningún pasaje de las Escrituras jamás penetró el corazón de un hombre con más fuerza que este en esta ocasión, el mío. Pareció introducirse con inmenso poder en cada fibra de mi corazón” (José Smith-Historia 1:12). Al reflexionar sobre este pasaje, finalmente lo compelió a ir a lo que se le llama el día de hoy la Arboleda Sagrada y buscó a Dios en oración, dando como resultado la primera visión.

Dado que Santiago se enfocó sobre la oración al principio de la epístola, uno puede comprender por qué este versículo ha tenido—y continúa teniendo—un gran impacto sobre los cristianos de todo el mundo. De acuerdo con Santiago, la oración es un medio especialmente efectivo para obtener sabiduría. Si bien la sabiduría generalmente se entiende como “la habilidad en la vida, particularmente la habilidad de hacer juicios correctos y decir las palabras adecuadas”, la sabiduría a la que hace referencia la Biblia a menudo tiene significados mas profundos que se puede capturar en una sola palabra1. Tal como la emplea Santiago, la sabiduría se refiere al “don de Dios que permite ser perfecto o, según Santiago, resistir la prueba” de la mortalidad. Este significado es especialmente frecuente en otras obras de los primeros judíos, como 2 Baruc, 2 Esdras, 1 Enoc y el Eclesiástico2. Así pues, cuando recibimos sabiduría del Señor, estamos capacitados para vivir de forma piadosa y justa.

Aquellos que pidan a Dios sabiduría, pueden estar seguros de que recibirán este don divino basado en Su naturaleza. Santiago nos asegura que Dios “da continuamente” y es “universal, inequívoco y generoso” en todo lo que Él da a Sus hijos3. Por su propia naturaleza, Dios desea bendecir a todos y todo lo que Él requiere de nosotros es que vayamos a Él, pidiendo sinceramente “en el nombre de Cristo […] con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo”, para que podamos recibir esas bendiciones prometidas (Moroni 10:4) .

Además, de acuerdo con Santiago, no se trata simplemente de pedir al Señor. Más bien, uno debe “[pedir] con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es movida por el viento y echada de una parte a otra” (Santiago 1:6). Esta declaración se comprende mejor cuando es vista en su contexto más amplio de lealtad al convenio. Por ejemplo, de acuerdo con Dan McCartney, “Santiago no quiere decir que un creyente no pueda tener una medida de incertidumbre con respecto a si algo es la voluntad de Dios, más bien, está condenando la falta de compromiso [o] una lealtad dividida”4.

Además, Santiago enseña que “[e]l hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:8), y además explica que algunos de los cristianos a los que se estaba dirigiendo no habían tenido una respuesta a sus oraciones anteriores, no porque dudaran de Dios sino “porque [pedían] mal, para gastar en vuestras concupiscencias” (Santiago 4:3)5. La manera adecuada de pedir con fe, de acuerdo a la instrucción de Santiago, era poner de lado cualquier lealtad dividida: uno no debe pedir con el propósito de satisfacer las ambiciones personales, sino que debe “[acercarse] a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad vuestras manos; y vosotros, los de doble ánimo, purificad vuestros corazones” (Santiago 4:8). Tal relación entre la fe y la lealtad a Dios, como lo ha señalado Brent Schmidt en varias ocasiones, constituye el centro de la comprensión de las enseñanzas del Nuevo Testamento con respecto a actuar con fe. La fe, lejos de ser solo una creencia pasiva o abstracta en Dios, nos invita a desarrollar una relación duradera con Dios basada en una lealtad y amor mutuos6.

Significativamente, esta comprensión en las instrucciones de Santiago con respecto a la oración y el recibir sabiduría, se puede entender claramente en la oración de José Smith, como se registra en su historia personal. De acuerdo con José Smith, él deseaba vivir de una manera que complaciera a Dios y “sintió que lloraba por [sus] propios pecados y por los pecados del mundo”, lo que lo llevó a “[clamar] al Señor por misericordia porque no había nadie más a quien pudiera acudir y obtener misericordia”7. José deseaba establecer una relación con el Señor para que pudiera recibir el perdón de sus pecados y obtener la salvación.

José Smith también se comprometió a actuar según lo que aprendió del Señor. Esto demuestra el hecho de que cuando Dios el Padre y Jesucristo se le aparecieron, José no solo preguntó “cuál de todas las sectas era la verdadera” sino que también deseaba conocer “a cuál debía unir[s]e” (JSH 1:18). A diferencia de los buscadores de doble ánimo, José se comprometió plenamente a buscar la sabiduría del Señor y a actuar conforme a lo que aprendía a lo largo de su vida.

El porqué

Al igual que José Smith, todos tenemos la necesidad de acudir con frecuencia al Señor y buscar Su sabiduría para nuestra vida diaria. Tales peticiones de sabiduría necesitan venir de un deseo de seguir al Señor y demostrar nuestra lealtad a Él. Como lo expresó el mismo Jesús, esto excluye la posibilidad de que alguna vez sirvamos a dos señores: “Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se apegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas (Mateo 6:24).

Un aspecto importante de esta importante invitación puede verse en Santiago 4, en el que Santiago ruega encarecidamente a los primeros cristianos que se arrepientan de sus pecados y se humillen ante el Señor. Cuando tenemos fe en Dios como padre amoroso y cuando actuamos con la lealtad a Dios que requiere nuestra petición, todas las cosas que serán para nuestro bien eterno se manifestarán y seremos bendecidos con mayores deseos e incluso mayores capacidades para parecernos más plenamente a Él.

Otras lecturas

Brent J. Schmidt, Relational Faith: The Transformation and Restoration of Pistis as Knowledge, Trust, Confidence, and Covenantal Faithfulness (Provo, UT: BYU Studies, 2022), 49–66.

Larry E. Dahl, “A String of Gospel Pearls (James)”, en Studies in Scripture, vol. 6 of 8, Acts to Revelation, ed. Robert L. Millet (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1987), 207–224.

1. Dan G. McCartney, James (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2009), 88.
2. Peter H. Davids, The Epistle of James: A Commentary on the Greek Text (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982), 71; cf. McCartney, James, 88.
3. Luke Timothy Johnson, The Letter of James (New York, NY: Doubleday, 1995), 180.
4. McCartney, James, 91.
5. Para una discusión sobre las enseñanzas de Santiago sobre la doble mentalidad, véase Larry E. Dahl, “A String of Gospel Pearls (James)”, en Studies in Scripture, vol. 6 of 8, Acts to Revelation, ed. Robert L. Millet (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1987), 216–217.
6. Véase Brent J. Schmidt, Relational Faith: The Transformation and Restoration ofPistis as Knowledge, Trust, Confidence, and Covenantal Faithfulness (Provo, UT: BYU Studies, 2022), 49–66; Central del Libro de Mormón, “¿Cómo entendió Pablo la fe? (Romanos 9:30)”, KnoWhy 684 (agosto 25, 2023).
7.History, circa Summer 1832”, págs. 2–3, The Joseph Smith Papers.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón